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43IBJ7OSDNGSFO3DFARCIOQHME1¡Hola, amigos de Contigo! ¡Qué placer encontrarnos de nuevo! En la tarde de este lunes, 8 de abril, ocurrió un eclipse solar que fue visible desde Cuba, según detalló el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

El acontecimiento astronómico tuvo una duración aproximada de dos horas y 25 minutos. La superficie solar llegó a su mayor cobertura en el Cabo de San Antonio con un 43,9 por ciento, mientras que en el resto de país fue de un 42,3 por ciento.

¿Han presenciado un eclipse solar alguna vez? ¿Les interesa conocer curiosidades alrededor del tema? ¿Saben cómo observarlo correctamente? Hoy les traemos información sobre este tema.

¿La muerte del Sol?

En La Odisea, de Homero, se hace referencia a los eclipses diciendo que "el Sol ha muerto en el cielo y una maligna niebla todo lo cubre". Esto ilustra el que, para las distintas culturas del mundo, los eclipses adquieran significados diferentes.

Los mayas y otras comunidades prehispánicas temían a que, una vez oculto el Sol tras la Luna, no volviera a aparecer jamás. Consideraban al eclipse como un castigo divino por su mal comportamiento.

Los antiguos mesoamericanos pensaban que un demonio había raptado al Sol para siempre, por lo que solían hacer mucho ruido durante los eclipses, con gritos o golpes, para ahuyentar al captor y lograr tener al Astro rey de vuelta en el cielo.

Según una leyenda hindú, por ejemplo, la Luna era una copa donde los dioses bebían el elixir de la inmortalidad, denominado amrita, y los eclipses ocurrían cada vez que el monstruo Rahó conseguía atraparla para beber el brebaje mágico.

En las culturas nórdicas, se creía que existía un lobo gigante llama

do Fenrir, quien perseguía constantemente al Astro rey y, al alcanzarlo y devorarlo, daba lugar a los eclipses.

Desde la ciencia

A pesar de todas las interpretaciones, la ciencia ha demostrado que los eclipses se producen cuando un planeta o un satélite se interpone en el camino de la luz del Sol, proyectando un área de sombra o penumbra.

Desde nuestro planeta, podemos apreciar dos tipos de eclipses: los lunares y los solares. Los primeros ocurren cuando el Sol, la Tierra y la Luna están alineados y la Luna bloquea la luz del Sol, creando sombras en la Tierra; mientras que los segundos cuando la Luna se sitúa en el centro de esta alineación y bloquea la luz solar hacia la superficie terrestre.

Es importante recalcar que, además de extraordinarios, esos eventos astronómicos pueden ser perjudiciales para la salud humana, debido a la elevada intensidad de la luz solar. Por ello, deben saber qué pueden usar para protegerse y qué no.

No se aconseja mirar directamente al cielo. Quedan descartados, además, los filtros caseros conformados por cristales ahumados, nylon negro y espejuelos oscuros, porque a pesar de que disminuyen la luz visible, permiten el paso de la radiación ultravioleta, dañina a la visión humana.

Pueden ser usados, en caso de no tener los implementos necesarios (como gafas "para eclipses" o filtros solares), métodos de observación indirecta, para no mirar al Sol directamente. Una manera es usar un proyector con una pequeña abertura (por ejemplo, un agujero perforado con un alfiler en una cartulina) y, a través de la luz solar, proyectar una imagen del Sol sobre una superficie cercana.