f0177497Las experiencias vividas por las provincias de Villa Clara, Las Tunas y Pinar del Río, tres de los territorios con mayor incidencia en el actual rebrote de la pandemia que sufre el país, demuestran cómo en la guerra contra este enemigo invisible, al menor descuido, surgen complicaciones y graves consecuencias.

En Caibarién, por ejemplo, la llegada, sin la debida supervisión, de familiares procedentes de la capital del país, facilitó el contagio de parte de la familia; mientras en otros casos, como sucedió en Vueltabajo, no tomar las medidas pertinentes para evitar el contacto de las personas con el evento de transmisión del Mariel, en Artemisa, también ha traído nefastas secuelas.  

En estos momentos, en esos dos territorios existen varios consejos populares en cuarentena o cuarentena modificada, como son los casos de Camajuaní I y II, además de Mataguá, en Villa Clara; más dos zonas del municipio de La Palma, en Pinar del Río; mientras que en Las Tunas se mantiene el control de foco en tres manzanas de un área de Salud.

En el caso de la más central de las provincias cubanas, las últimas siete jornadas arrojaron noticias alentadoras, al no reportarse nuevos casos de contagio, ni tampoco fallecidos como consecuencia de la pandemia, lo cual, lejos de provocar relajamiento, ha llevado a las autoridades a intensificar las medidas de control sobre la enfermedad.

El foco de atención en Villa Clara se centra en el consejo popular de Mataguá, que reportó su último caso el pasado 27 de agosto, luego de lo cual no se ha detectado ningún nuevo episodio, a pesar del alto número de pruebas de pcr realizadas a los contactos y sospechosos de portar el virus.

Dos días después de la persona confirmada en ese territorio, un poco más al oriente, en Las Tunas, se ratificó el décimo caso autóctono positivo a la COVID-19, correspondiente a un foco de transmisión familiar, lo cual implicó fortalecer la vigilancia epidemiológica y las medidas de control en tres manzanas del área de Salud Gustavo Aldereguía, de la ciudad cabecera.

Hasta el momento, allí no se ha declarado un evento de transmisión local, pues todos los casos son miembros de una misma familia, cuya fuente de contagio inicial fue un paciente que regresó de la capital del país, luego de un turno médico, explicó el doctor Diego Álvarez Dopazo, director del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología (CPHE), quien dijo que todos los sospechosos fueron aislados, como indican los protocolos de actuación.

Mientras eso acontece en Las Tunas, en la provincia más occidental de Cuba, tras la confirmación de otros dos nuevos casos en el municipio de La Palma, asociados también al evento de transmisión del Mariel, ya suman 15 personas con la enfermedad, las que se mantienen bajo seguimiento médico.

Según las autoridades de Salud, en Pinar del Río permanecen ingresados 141 personas, de los cuales 22 figuran como sospechosos y 56 son contactos de casos confirmados.

Esa situación ha llevado al Consejo de Defensa del territorio a elevar las pesquisas en las zonas de mayor riesgo y de más grupos vulnerables, a la vez que se extreman las medidas en los tres puntos de frontera con la provincia de Artemisa, para evitar que personas enfermas con la COVID-19 entren al territorio pinareño, como ya ha sucedido.

Igual conducta se sigue en Mataguá, donde se determinó la adopción de medidas extremas por parte del Consejo de Defensa del territorio, estableciéndose un área restringida que incluye 11 circunscripciones urbanas, las cuales cumplen estrictas indicaciones de distanciamiento e higienización.

Igualmente, quedaron instituidos puntos sanitarios en las fronteras de acceso al lugar, en especial en la zona que colinda con la autopista nacional, Santa Clara, Manicaragua, San Juan de los Yeras y otras  localidades pertenecientes a Cienfuegos.

Como parte de la cuarentena, en las anteriores localidades se garantizan los servicios básicos de Salud, alimentación, suministro de agua potable y comunicación, mediante diferentes vías. Además, se elevaron las pesquisas y las medidas higiénico-sanitarias para cortar la propagación.

La Habana cierra el paso al nuevo coronavirus en Puentes Grandes

José Manuel Badillo tiene 87 años de edad y, aunque vive solo, el apoyo no le ha faltado en estos meses de contingencia sanitaria, en especial durante las últimas semanas, cuando su comunidad, el consejo popular de Puentes Grandes, del municipio de Plaza de la Revolución, en la capital, se convirtió en el centro de un evento de transmisión local del nuevo coronavirus.

Como Badillo, los 66 ancianos solos que habitan dentro de las 23 manzanas afectadas por este incidente, cuentan con la cooperación de quienes, sin más objetivos que el de protegerlos y evitar la propagación de la pandemia, les entregan en sus domicilios los alimentos y medicamentos necesarios, y cotidianamente se preocupan por las situaciones que los aquejan.

Para la salvaguarda de todos en Puentes Grandes, la constancia del trabajo de los profesionales de la Salud de la zona, el Gobierno municipal, el Consejo de Defensa y las organizaciones políticas y de masas es esencial.

No obstante, el reforzamiento de las medidas sanitarias y la insistencia por parte de las autoridades en el aislamiento social consciente, han sido los aliados fundamentales en la batalla, según explicó Alejandro Álvarez Valcárcel, presidente de este consejo popular y vicepresidente de la zona de defensa No. 6, del municipio de Plaza de la Revolución.

«La principal medida ha sido limitar todas las calles que acceden a la zona, para evitar la entrada y salida de personas, de manera que logremos contener el virus. Solicitudes para llegar al lugar o salir recibimos todos los días, pero solo autorizamos a aquellos casos que conocemos que son realmente imprescindibles», alegó.

Asimismo, afirmó Anadeisis Rodríguez Poll, directora del policlínico de la localidad, se suman como acciones diarias el control a todas las personas con condiciones vulnerables, las constantes pesquisas del personal de la Salud, dos veces al día, así como el acompañamiento a las embarazadas, el cuidado de los niños y la vigilancia de los pacientes que ya cuentan con el alta clínica y permanecen en cuarentena epidemiológica dentro de sus domicilios.

«En Puentes Grandes, además de habitar más de 2 000 adultos mayores, existe un gran número de gestantes y de lactantes –incluso, dentro de las manzanas consideradas positivas–, a quienes con el apoyo de los trabajadores sociales y otros miembros de la comunidad y del sector de la Salud, se les acompaña constantemente y se propicia su cuidado», resaltó.

Instituto Cubano de Radio y Televisión frente al brote de COVID-19

El vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Guillermo Pavón Pacheco, a propósito de la situación epidemiológica de ese centro tras la detección de varios casos de COVID-19, aseguró a Cubaperiodistas  que «garantizar la seguridad y la vida de los trabajadores es nuestra principal premisa». 

A fin de evitar la propagación de la enfermedad y garantizar la transmisión de los programas radiales y televisivos habituales, el ICRT adoptó un conjunto de medidas como la disminución del número de trabajadores que prestan servicios hasta solo el 26 % del total que labora en la institución, refiere la fuente.

Señala que hasta el 2 de septiembre, el ICRT reportaba 23 casos, de los cuales 19 trabajan en el edificio central de 23 y m, en el Vedado capitalino, y cuatro en dependencias externas, y tiene dos eventos abiertos.

Ante esta situación, el directivo destacó que han sido reubicadas varias emisoras: Radio Rebelde se trasladó al local de Cadena Habana, mientras Radio Reloj al de Radio Ciudad. En tanto, programas de televisión como la Mesa Redonda y Al mediodía también fueron trasladados, el primero para el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, y el segundo para el estudio de radio y televisión de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, precisó Guillermo Pavón.

Entre las medidas priorizadas sobresale la realización de pruebas PCR, de modo que ya se han efectuado 1 294  a reporteros, editores, locutores, grupos operativos y personal de servicio; además de la decisión de la dirección del organismo y de sus trabajadores de mantener la programación de la radio y la televisión, sin comprometer la salud de quienes laboran aquí, ni la de los cubanos, agregó Pavón.

En todo el país se libra la batalla contra la COVID-19. Mantener la disciplina, no descuidarse y cumplir estrictamente las medidas, resultan acciones decisivas para vencer en este enfrentamiento nacional contra la pandemia.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar