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 El pasado 15 de julio el presidente estadounidense Joe Biden se refirió a Cuba de forma pública como un estado fallido, y descalificó la capacidad de la Isla y su sistema de salud y de ciencia de dar respuesta a los enormes desafíos que impone la pandemia.

A juicio de Mayda Mauri, vicepresidenta primera de BioCubaFarma, “se trata de pronunciamientos completamente desinformados y que van dirigidos a desvirtuar la realidad de lo que está ocurriendo en nuestro país”.

En conferencia de prensa, la directiva aseguró que abundan las informaciones y los datos para demostrar que es totalmente absurdo lo dicho por el mandatario de los Estados Unidos.

La vicepresidenta primera de BioCubaFarma comentó que, en respuesta a estos planteamientos, una amplia representación de científicos cubanos le dirigirán una carta a Biden, que será circulada en las próximas horas con argumentos que demuestran la capacidad y la voluntad política del país de enfrentar, como lo ha hecho, los desafíos de la actual pandemia.

“Entre esos argumentos ponemos énfasis en cómo Cuba desde la ciencia ha sido capaz, de manera innovadora y altruista, de dar respuesta a los desafíos presentados por la covid-19, especialmente, a partir de las durísimas condiciones impuestas por el bloqueo de Estados Unidos”.

La actuación contra la pandemia desde la ciencia, agregó, ha estado guiada además por los principios de la política de salud cubana, que prioriza una imbricación permanente entre el Ministerio de Salud Pública y las instituciones científicas.

Mauri destacó que los resultados de Cuba en el enfrentamiento a la pandemia son públicos, “han estado siempre a disposición de todos los observadores”, y resaltó los índices relativamente bajos de mortalidad a causa del nuevo coronavirus, “sobre todo si comparamos la realidad cubana con otros países del mundo, incluso desarrollados, y muy particularmente con lo que está sucediendo en Estados Unidos”.

La carta abierta, especificó la directiva, estará disponible en formato electrónico para que los científicos, profesionales, técnicos, ya sean de la industria biofarmacéutica o de otras instituciones, empresas públicas y privadas del país, que estén de acuerdo con lo planteado en el documento, tengan la oportunidad de rubricar su firma.

También estará disponible para todas las personas en el mundo que quieran apoyar estos conceptos y principios, agregó Mauri y reiteró que el documento refuta las declaraciones de Biden catalogando a Cuba como un estado fallido, “que se requiere una intervención para que sea exitoso el proceso de vacunación y otras aseveraciones con las que no estamos de acuerdo”.

Uno de los párrafos de la misiva, de acuerdo con Mauri señala: “Presidente Biden, Ud. puede hacer mucho bien si avanza en la dirección correcta y toma en consideración lo que la mayoría de los cubanos que viven en Cuba desean. Esto no incluye ignorar y debilitar su sistema de salud pública, pero sí incluye el respeto por los logros de la nación. Esperemos que las amenazas compartidas que plantea la pandemia de Covid conduzcan a una mayor colaboración, no a más confrontación. La historia será el juez”.

Científicos cubanos rechazan declaraciones de Biden. Foto: Lisandra Fariñas.

Agustín Lage: Estados Unidos prohíbe el suministro a Cuba de productos para fabricar vacunas

“El presidente Biden dijo el 15 de julio que su gobierno estaba preparado para donar vacunas a Cuba si se le aseguraba que una organización internacional las administraría de manera que le llegara al ciudadano promedio. Lo que queremos preguntarnos aquí es si eso es verdad, y colocarlo además en el contexto del fenómeno del bloqueo”, reflexionó el Doctor Agustín Lage Dávila, asesor del presidente de BioCubaFarma y exdirector del Centro de Inmunología Molecular (CIM).

“El acta para la democracia de Cuba en su título 22 dice que las exportaciones de medicinas y suministros médicos no deben estar restringidas, lo cual sabemos que no ha sido así, y tenemos muchos ejemplos de restricción a las exportaciones hacia Cuba de equipos médicos y suministros médicos. Este documento en su punto cuatro dice: ׳excepto en el caso de que el elemento a exportar pueda ser usado en la producción de cualquier producto biotecnológicoʹ; y por supuesto esto incluye a las vacunas. Es decir, que el suministro a Cuba de productos que se pueden utilizar para fabricar vacunas está explícitamente prohibido en un documento legal del Gobierno de Estados Unidos.

Tiene la tesis el presidente Joe Biden de que “hace falta un organismo internacional para garantizar el acceso del pueblo cubano a las vacunas”, agregó el doctor Lage Dávila.

Podemos—dijo—detenernos en algunos datos, todos de bases públicas y fácilmente verificables.

La cobertura de vacunación en cuba con la que se maneja la profilaxis en la infancia está por encima del 99%. Se puede comprobar en la base de datos de la UNICEF. ​​Todos los cubanos están protegidos por vacunas contra 13 enfermedades, y ocho de ellas se fabrican en Cuba, explicó.

Como un simple ejemplo el destacado científico mencionó que en Cuba no hay un solo caso de sarampión desde 1993. “En el 2019 Estados unidos reportó 1 292 casos. La meningitis B, la epidemia de los años 80, se detuvo con una vacuna innovadora cubana. Hemos tenido acciones de colaboración internacional para vacunar en otros países, específicamente en el cinturón de la meningitis en África. La colaboración cubana funcionó ahí solicitada por la Organización Mundial de la Salud. Y hay un reporte, de los tantos que hay, que ubica a Cuba en el número 30 de los países más saludables del mundo, incluyendo a los países más ricos”, expuso.

Apuntó Lage Dávila que esas ocho vacunas las fabrica Biocubafarma, “un conjunto de 32 empresas que contienen 61 líneas de producción. Una organización con más de 20 000 empleados, de ellos 546 doctores en ciencia, y 219 másteres en ciencias. Ese es el dispositivo que fabrica los productos biotecnológicos cubanos; el cual ha sido inspeccionado por muchas agencias regulatorias de Cuba y de otros países, incluidos países de alto desarrollo, dispositivo que ha sido además certificado por sus buenas prácticas de producción. Hay que añadir que el organismo regulatorio cubano está reconocido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y es de los pocos organismos regulatorios reconocidos por la OPS”, dijo.

De acuerdo con el profesor, la historia de las vacunas y la fecha en que se fueron introduciendo en el país, es la historia de las vacunas convencionales: para difteria, tétano, entre otras patologías, y que todo el mundo tiene. “Pero esta historia pasa también por vacunas innovadoras que han sido producto de la investigación cubana, y que han sido determinantes también en esa lista de las enfermedades que han sido eliminadas por vacunas en Cuba y las enfermedades cuya tasa ha sido reducida a niveles insignificantes”.

La meningitis B, la epidemia de los años 80, se detuvo con una vacuna innovadora cubana. Foto: Lisandra Fariñas.

“Yo le digo a mis alumnos en el Centro de Inmunología Molecular que uno puede trabajar 20 horas al día por 20 años, solo para poder mirar esa lámina (imagen anterior). Fue lo que pasó en Cuba con la epidemia de meningitis meningocóccica B, donde no se trató solo fue producir una vacuna, sino que hubo que inventar una vacuna, porque en el momento de esa epidemia en el mundo existían vacunas contra la Hepatitis A y C, pero no contra la B. Los datos que ilustran esta curva de descenso no son de un ensayo clínico, son datos nacionales poblacionales. La misma historia ocurrió con la hepatitis B, y la importante reducción de la tasa de incidencia de esta enfermedad con la introducción de la vacuna, que es una vacuna recombinante, o sea de alta tecnología, con la cual se inmuniza en nuestro país a todos los niños. Algo similar ocurrió con la vacuna del Haemophilus influenzae, que redujo la incidencia de la meningitis por Haemophilus”, comentó Lage Dávila.

El prestigioso científico destacó además que sobre la biotecnología cubana se han publicado numerosos estudios, pero se refirió en particular al editorial de Nature, una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo. “En el 2009 Nature dijo que el sistema de la biotecnología cubana era el sistema biotecnológico mejor del mundo en los países en desarrollo. La pregunta que nos podemos plantear a estas alturas, es si un país con esos resultados necesita intervención de alguien para introducir una vacuna contra la COVID-19”, sostuvo.

Ante esta pandemia, todos los países del mundo estamos preocupados. “Para nadie es un secreto que estamos en medio de un pico de incidencia, pero eso tenemos que ponerlo en contexto y para contextualizar esa verdad, dentro de todos los datos, podemos fijarnos en uno como la letalidad, es decir, cuántos fallecidos hay por cantidad de contagiados. De esa letalidad, la media mundial es de 2.1%, en Estados Unidos es de 1.7%, en Florida es de 1.4%, en Brasil es de 2.8% y en Cuba es 0.76%. Estos datos de fuentes internacionales muestran que Cuba tiene la mitad de la letalidad que tiene Estados Unidos y de la que tiene el mundo. En cuanto a la intensidad de vacunación, que mide la cantidad de vacunas que se administra por millón de habitantes en un tiempo determinado, se ve que al cierre del 3 de agosto, Cuba ocupaba el primer lugar en el ranking mundial. De nuevo deberíamos preguntarnos si un país en esas condiciones necesita la intervención de algún otro país para garantizar su cobertura de vacunación”.

“El hecho de que digamos que no necesitamos una intervención, en el sentido que está presentando el gobierno de Estados Unidos, no quiere decir que no queramos cooperación. Sí queremos cooperación, de hecho, hemos buscado durante décadas y promovido la cooperación con los científicos norteamericanos, y un ejemplo fehaciente de ello es el intercambio existente en el desarrollo de la vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón”, concluyó.

La prioridad para Cuba es lograr vacunar al 100% de su población

En cuanto a la estrategia de vacunación del país contra la covid-19, Mayda Mauri, vicepresidenta primera de BioCubaFarma, afirmó que para Cuba la primera prioridad es lograr vacunar al 100% de su población.

“Nuestras empresas productoras han entregado ya al Ministerio de Salud Pública alrededor de 13 millones de dosis de vacunas. Con lo que se va a poder entregar en los meses de agosto y septiembre, pensamos que el país estará en condiciones de inmunizar a la totalidad de la población cubana, incluida los niños mayores de 3 años”, apuntó.

De esa manera, dijo, la industria va a cumplir los compromisos asumidos con nuestro pueblo de tener a toda la población inmunizada antes de concluir el 2021.

“Los excedentes que tengamos de vacunas durante el 2021 van a estar disponibles para la exportación y solo a partir de que al cierre del 2021 tengamos a toda la población cubana inmunizada. Todas las dosis de vacunas que seamos capaces de producir pudiéramos estarlas exportando a los países con los que se logren los correspondientes acuerdos”, refirió Mauri.

Científicos cubanos rechazan declaraciones de Biden. Foto: Lisandra Fariñas.

Científicos cubanos rechazan declaraciones de Biden. Foto: Lisandra Fariñas.

Tomado de Cubadebate