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Con mucho por hacer, regresan los maestros a sus escuelas en nuevo curo escolar

Terminan las vacaciones, y a las escuelas regresan maestros y profesores, para seguir preparándose y creando las condiciones necesarias para reanudar el curso escolar 2020-2021 tan pronto la situación epidemiológica lo permita.

En realidad, para muchos trabajadores de la Educación casi no ha habido tiempo para el descanso en este verano tórrido, que el “pico” pandémico ha puesto al rojo vivo.

Destaca sobremanera su desempeño en la atención a personas vulnerables y otras importantes tareas a nivel de consejo popular e, incluso, en sus propias instituciones educativas, acondicionadas para brindar servicios como centros de aislamiento o vacunatorios.

Retornan este lunes, sí, y con un muchísimo por hacer para preparar el reinicio de las actividades docentes presenciales, que serán retomadas solo cuando sea posible y seguro hacerlo, pues lo primero y más importante es preservar la salud y la vida de educandos, educadores y demás trabajadores del sector.

“No estamos dando una fecha, porque hay que esperar a que la situación epidemiológica mejore”: Son palabras de la Ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, quien recién concluyó un recorrido por 14 provincias cubanas y ha insistido, también, en la necesidad de crear las condiciones y disponer de suficiente tiempo para que docentes, escuelas, territorios, puedan prepararse bien y todo esté listo en el momento en que se decida reanudar las clases.

De esos días de periplo es este mensaje en Twitter: “Se evalúan variantes para cuando sea posible reanudar el curso sin riesgos para estudiantes y trabajadores”, y en su cuenta oficial en esa red social también llamó la atención acerca de que la diversidad de situaciones, incluso en municipios de una misma provincia, hace imprescindible diseñar el traje a la medida, incluso de cada escuela.

“Son muchas las condiciones a crear y debe hacerse con tiempo, para no improvisar”, escribió la titular del MINED y lleva razón en cuanto ha dicho, especialmente lo referido a la diversidad, ya que, no ahora, sino desde el comienzo de la pandemia y sobre todo de este año académico, ha sido la heterogeneidad, además de un rasgo distintivo, el mayor reto a la hora de concebir, diseñar, modelar, adecuar e implementar.

Heterogénea y por ende compleja es la situación. Hablamos de la reanudación presencial, desarrollo y cierre del actual curso escolar, pero en la provincia de Las Tunas ese feliz final ya fue, y cuando en definitiva se dé la voz de arrancada será para comenzar el año lectivo 2021-2022. E igual puede decirse de un grupo de centros de enseñanza, incluidas 373 escuelas rurales y del Plan Turquino en Santiago de Cuba, ubicadas en comunidades libres de COVID-19.

El país cuenta con un gran número de centros provinciales, entre institutos preuniversitarios vocacionales de Ciencias Exactas, escuelas pedagógicas, especiales y de la Enseñanza Técnica y Profesional, y aunque la apuesta es a que la situación mejore, se examinan variantes para que, de ser necesario y en espera de ese retorno seguro a las instituciones -que en muchos casos funcionan como centros de aislamiento y han de ser reacondicionadas-, sus alumnos reanuden las clases en los municipios donde residen.

Hay que identificar aulas anexas, tutores, locales y profesores. La labor es intensa y detallada, tuiteó días atrás Velázquez Cobiella, y se sabe ya, por ejemplo, que para atender la matrícula de las escuelas pedagógicas de Santi Spiritus se han concebido 37 sedes, distribuidas en zonas urbanas y rurales y en las cuales maestros y funcionarios de las direcciones municipales de Educación serán quienes impartan la docencia.

A sus escuelas vuelven este 30 de agosto los educadores, con la misión expresa de intensificar la preparación metodológica y hacer todo lo necesario para garantizar el retorno seguro de los alumnos a las aulas y la reanudación presencial del año académico.

Para directivos y docentes, modelar una organización escolar que se parezca al alumnado y responda a sus necesidades constituye prioridad, pues aun cuando existe una concepción general para el reinicio del curso por niveles educativos, el éxito de lo diseñado se sustenta y ha de concretarse en cada institución, a partir de su realidad.

Con ese propósito, maestros y profesores deberán continuar profundizando en el diagnóstico personalizado de sus discípulos para, llegado el momento, poder atender las diferencias y las necesidades individuales y borrar cualquier posible desventaja en el orden académico.

Para lo que se avecina, esa caracterización resulta indispensable, porque está claro que ninguno de los actores del proceso docente-educativo y, en especial, niños, adolescentes y jóvenes, volverán a las aulas siendo los mismos. De un modo u otro, en mayor o menor grado, en todos han hecho mella el confinamiento, la incertidumbre, el estrés, el alejamiento de la escuela, estos largos meses, durante los cuales hay quienes, incluso, han enfermado o perdido algún ser querido.

Hay mucho, pues, por hacer y el tiempo es oro.