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Ante los efectos de la sequía que enfrenta el país, "se trabaja intensamente a todos los niveles, buscando que los impactos sean mínimos, sobre todo en el abasto de agua a la población y para el resto de las actividades económicas", declaró el máster en Ciencias Argelio Omar Fernández Richelme, director de Hidrología e Hidrogeología del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

Sobre las acciones que se realizan para enfrentar esta situación, explicó el especialista que en las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín, Villa Clara y La Habana, durante las últimas semanas se han implementado medidas, sobre todo con los ciclos y los horarios: empiezan a alargarse algunos ciclos y a reducirse horarios, de manera que no sea tan violento el impacto de esta disminución de la disponibilidad.

También en este sentido –continuó el Máster en Ciencias– algunas obras que estaban en proyecto se empezaron a acelerar para incorporar nuevas fuentes. "Tenemos un plan este año para ir buscando fuentes alternativas, o cambiando la fuente de las cuales se abastece la población", subrayó.

Un ejemplo de estas acciones, agregó, es una conductora en Holguín para acercarle el agua a la población; incluso el trasvase, cuyo objetivo principal era para el desarrollo agrícola, ya tiene destinos específicos para la población.

Señaló Fernández Richelme que, en la actualidad, 360 estaciones de bombeo presentan dificultades por poca disponibilidad de agua, la mayoría ubicadas en las provincias de Holguín, Las Tunas, Santiago de Cuba, Guantánamo y Camagüey.

En tanto, la población afectada por las consecuencias de la sequía asciende a 456 470 personas en todo el país, cifra que debe incrementarse, según los pronósticos de los especialistas.

Del 1ro. al 13 de abril del actual año, el acumulado nacional de lluvias fue de 26,1 mm. Occidente registró 16,2 mm; el Centro, 35,4 mm, y el Oriente, 23,9 mm.

Tomado de Granma