Imprimir


ahs 2019 2Vuelve la calle Aguilera a convertirse en centro de atención del pueblo de Guantánamo; la algarabía de unos jóvenes que marchan por su empinado sendero hace que las miradas y oídos curiosos se concentren en los alrededores de esa arteria del Guaso desde Calixto García hasta Santa Rita.

Muchos conocen las razones de esta minicruzada porque desde hace más de cuatro décadas los artistas y trovadores la realizan: es la forma más sublime y sincera que ha encontrado la Jornada de la Canción Política para rendir tributo a los mártires guantanameros del 4 de agosto de 1957.

La llegada de tal fecha debiera suscitar cierta tristeza por Fabio Rosell, Gustavo Fraga, Enrique Rodríguez, Jesús Martín, Abelardo Cuza y los otros tantos jóvenes cuyas vidas terminaron muy pronto en la lucha contra la tiranía de Batista; sin embargo este 3 de agosto fue todo lo contrario, hubo tiempo para lo solemne, la ofrenda floral, el tributo digno de la memoria a los revolucionarios, pero también se hizo sentir la alegría de la mano de la música y el verso, invitando a todos los presentes al reencuentro con la historia.

ahs 2019 1

Frente al Obelisco erigido a los mártires guantanameros de aquel día de agosto, ubicado en Aguilera entre Santa Rita y San Gregorio, varias generaciones de trovadores dispusieron su guitarra y voces para cantarle a los héroes, a las hazañas de ayer y hoy... el colofón de la noche le fue encargado está vez al cantautor Polito Ibáñez y su grupo, de vuelta a la Canción Política, evento al que regresará siempre que se lo pidan diría Ibáñez poco después del concierto, porque es un espacio que ha logrado armonizar lo político y lo cultural, sin grandes discursos, simplemente con los correctos acordes y juegos de palabras.

Con Polito se tararearon casi todas las canciones, las generaciones que lo escuchaban en su mayoría han crecido oyéndole incluso en telenovelas: Sombras amarillas, Como nacen las hojas, Llorando una lágrima, Como a Mujeres, Aroma de Jazmín y hasta uno de sus recientes sencillos Chica Bombillo, conformaron el repertorio de la noche, un concierto corto para algunos, pero que cumplió su cometido: gestar una explosión cultural allí en las inmediaciones de la vivienda de Enrique Rodríquez y Bertha Cuza, donde en 1957 se sucedieron los acontecimientos que motivaron la selección del 4 de agosto como Día de los Mártires Guantanameros.