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danza libre“La pieza está completa y debe durar unos 35 minutos, solo faltan pulir detalles para su estreno”, asegura Wilfram Barrios, al centro.Danza Libre invita otra vez a la polémica, a la reflexión colectiva a partir del hecho escénico, así lo indica su segundo estreno (aún en gestación), que bajo el nombre de Juaniquita ¡Va a llover!, apuesta por recrear ante el público parte de la vida de Juana Sánchez Lanfernal, la mujer detrás de la leyenda que durante mucho tiempo identificó a Guantánamo.

El licenciado en danza y profesor de la Universidad del Atlántico, en Barranquilla, Colombia, Wilfram Barrios Paz, es el responsable de la dirección, el diseño y parte de la coreografía de la obra, pensada como una hibridación entre lo folklórico y lo contemporáneo, líneas estéticas que defiende el maestro cartagenero desde la Corporación Cultural Atabaques.

Según Barrios Paz, la idea de llevar al tablón Juaniquita… surgió del interés por representar acontecimientos singulares de la provincia. La puesta no busca reproducir la biografía del personaje guantanamero, es ante todo un homenaje montado a partir de las investigaciones y las vivencias del actor José Ramón Paniagua, el hijo de Juana, presuntamente muerto a causa de un rayo.

Del contraste entre la realidad y lo fantasioso, nace el argumento de la pieza, que realza además los valores humanos de la señora del relato, quien por un terrible temor a los truenos y como consecuencia de la ignorancia y la incomprensión de muchos sufrió el rechazo y la burla popular (incluso de los niños).

Elio Orestes Reina, líder de Danza Libre, explicó por otra parte que como valor agregado, el espectador podrá conocer sobre la relación con los hijos, los gustos, así como la ferviente fe cristiana de Juana, elementos que se deducirán a partir de los gestos y expresividad de los ocho danzantes del cuerpo de baile, acompañados por igual número de músicos.

Sobre la banda sonora que complementará la obra, detalló que la conforman temas del pianista guantanamero Ernesto Oliva, quien aporta armonías cargadas de emotividad y autenticidad, alusivas al río Guaso, los coches, las voces típicas…

Además, se incluyó en el repertorio las canciones católicas Ave María y Aleluya, con los arreglos de la orquesta de la compañía al estilo afrocaribeño. La escenografía será con video-danzas realizadas por Guillermo Kerton Contreras, mientras que el diseño de luces y de vestuario, traído desde Colombia, juega con colores neutrales como lila, negro, gris, blanco, morado relacionados con la época, pero sin perder el matiz contemporáneo.

Desde diciembre del 2019 se trabaja en Juaniquita ¡Va a llover!, una creación que explora las potencialidades de los nuevos miembros de Danza Libre, quienes deberán demostrar sobre el escenario la vitalidad del conjunto, que por 30 años ha defendido y representado la manifestación.