Quinteto La Luz 1El quinteto La Luz, invitado especial a los eventos de la cultura guantanamera. Actos del Gobierno y el Partido, chequeos de emulación, giras por unidades de Guardafronteras, en Guantánamo, Hatibonico y Baracoa, carnavales, galas, restaurantes... son escenarios donde la presencia y música del quinteto La Luz, simboliza esperanza, amor patrio, tradición...

Con 25 años de labor ininterrumpida defendiendo la música de los campos y también de la ciudad, la agrupación es referente obligado de nuestra cultura.

¿Quién pudiera hablar del Guaso sin mencionar temas como El culpable, Guantanamero, guantanamera, o Tú, mi regalo? Todas son creaciones gestadas por la sublime mezcla de las sonoridades del bajo, la guitarra, el tres, la percusión cubana, la voz y el exquisito laúd.

Una familia musical

“El quinteto surge ante la necesidad de comercializar nuestro trabajo”, apunta Jesús Miguel Fernández Alfonso, maestro laudista y director del grupo. Todos veníamos del conjunto Amanecer, subvencionado por el Centro provincial de la Música para preservar y defender las costumbres del campesinado, pero necesitábamos generar nuevos ingresos. La idea era hacer algo paralelo con canciones guajiras y con un espectro más amplio, universal”.

Así dieron los primeros pasos, asumiendo lo autóctono como base, pero con propuestas más contemporáneas: bolero-son, guaracha, balada, bachata, ritmos latinoamericanos y hasta jazz.

De aquellos días dan fe las grabaciones de medios como la radio, en el programa Alborada Campesina, pero también el pueblo que empezó a aplaudirles y a esperarlos en la antigua cremería El Sol, hoy restaurante La Criolla, e incluso en las Noches guantanameras de la calle Pedro Agustín Pérez, donde actuaban a diario sin descanso.

“Éramos más jóvenes, con muchas ganas de hacer: Jesús Ávila en la guitarra, Enrique Prieto como vocalista, José Amaury Mora en la percusión, Julio Ávila en el bajo y yo en el laúd”, rememora Jesús Fernández, un camagüeyano devenido guantanamero por convicción.

Después se incorporaron percusionistas como Sigfrido Gómez y Adalberto Suárez (hijo), el guitarrista Adalberto Suárez (padre), Ramón Selguera Barriento (Mocho) y otros tantos que integraron la familia de La Luz, devenida a su vez academia para noveles creadores, en ese afán por hacer popular nuestra música originaria.

“Muchos de los miembros somos (o fueron) profesores de la Enseñanza Artística, por eso invitábamos a los estudiantes a hacer el Servicio Social con nosotros, tocando, haciendo voces, y esa experiencia los hacía querer más su profesión”, asevera Fernández Alfonso.

Veinticinco años es mucho tiempo, según comenta Jesús, pero ha valido la pena. Ese ir y venir a diario en condiciones difíciles muchas veces, ha hecho del colectivo algo sólido y único. Como una estrella de cinco puntas, en la que todos brillan a la vez, ya sea en la composición, la interpretación, los arreglos musicales... son el fruto de ideas que se “cocinan” en colectivo pensando en el disfrute del público, pero también en su formación estética y cultural.

“Sin concesiones hemos mantenido un repertorio patrimonial, que tiene elementos tradicionales, modernos, diversos en contenido y forma. Hacemos música instrumental, vocal, bailable, humorística, los puntos cubanos, karaokes en vivo acompañando a quienes quieran cantar. Así nos hacemos populares, con cariño, decencia para cumplir las expectativas, algo que es difícil”, significa el líder de La Luz.

El legado del quinteto

Tú, mi regalo es el único fonograma que tiene grabado oficialmente la agrupación. Compuesto por 12 temas y bajo el auspicio de la Egrem. El álbum compila apenas una parte de la cancionística del grupo.

“Lo ideal sería contar con otra producción discográfica, porque ellos son del catálogo de excelencia de nuestra institución -señala Adalberto Suárez Subirot, percusionista y director del Centro provincial de la Música-, además, tienen una manera de sonar diferente a formatos similares, como el quinteto Criollo, conocido en Occidente, por ejemplo. Son muy versátiles y, en lo personal, para mí son una escuela”.

De acuerdo con Suárez Subirot, en reconocimiento a la calidad técnico- artística del conjunto, en los años 2007-2008 fueron seleccionados para representar a Cuba en la Brigada 5, De tu querida presencia, que estuvo en Venezuela para apoyar a los médicos internacionalistas. Fue la primera y única gira internacional, pero lograron imponerse en todos los sitios.

“Éramos dos poetas, un mago y nosotros -recuerda Ramón Selguera Barriento, actual vocalista- estuvimos en Yaracuy, Vargas, Caracas, Carabobo, Cojedes, con los sonidos de nuestros valles y montañas y, al regresar a nuestro Archipiélago nos invitaron a grabar Palmas y Cañas, un espacio donde somos muy apreciados e incluso aún ponen grabaciones nuestras”.

Mocho, como le dicen popularmente, asegura que el quinteto tiene una vida fructífera y cuenta con el apoyo de seguidores de todas las edades, en Festivales de la Trova Pepe Sánchez In Memoriam, en Santiago de Cuba; en las Jornadas Cucalambeanas, de Las Tunas; en las fiestas populares locales, porque sus integrantes demuestran que lo tradicional siempre está de moda.

“Aquí uno aprende a amar la música cubana”, asegura Sigfrido Borbón Moya, percusionista con 32 años de labor, la mayor parte de ellos en La Luz y explica: “Primero, porque conoces géneros que no se difunden tanto como deberían: nengón, kiribá, sucu-sucu, tonada guajira, y puedes escribir temas, readecuar canciones clásicas. Jesús Fernández nos ha dado esa licencia siempre que respetemos la esencia”.

“Y lo mejor es que no somos un grupo estático, muchos trabajamos en más de una orquesta, y allí donde dejamos la huella rítmica, melódica del quinteto, que yaQuinteto La Luz 2Jesús Fernández, director del grupo. es parte de mí y de quienes lo hemos integrado. Tal es mi apego que, aunque he viajado mucho y tocado con otros artistas, siempre vuelvo y sigo aquí”, manifiesta Borbón Moya.

Crear es el mayor premio

En estos 25 años de existencia, el conjunto tiene el reconocimiento de las instituciones de la cultura local, por su contribución al desarrollo y crecimiento espiritual del pueblo.

La conquista del Premio de la Popularidad, del programa Los más populares de Palmas y Cañas, también se suma a la lista de éxitos de estos artistas, cuyo talento trasciende las fronteras, llegando hasta universidades estadounidenses, donde el maestro Jesús Fernández socializó varios discos con composiciones del repertorio clásico de La Luz.

En lucha constante contra el facilismo y la banalidad, La Luz no se detiene en su bregar, motivados por el compromiso con el arte, por lo cual devienen estandarte de esperanza para quienes creen en la importancia de preservar lo auténtico, frente a cualquier adversidad.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS