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Marta Beatriz 1Multifacética, emprendedora, todo un personaje en el mundo cultural.

Hay personas que llevan en sí la historia de muchos, gente cuya memoria resulta una suerte de patrimonio intangible. Ese es el caso de Martha Beatriz Rodríguez, mujer extraordinaria, dedicada religiosamente a la promoción de la cultura guantanamera y que, como pocos, sabe contarla con matices. 

 

En más de 30 años de carrera profesional, Martha asegura haber experimentado el mayor de los privilegios: vivir haciendo lo que ama, descubrir talentos, ritmos y obras; guardando anécdotas celosamente conservadas. Por eso Venceremos decidió entrevistarla, para develar algunas exclusivas.

¿Se nace promotora?

Expresa Martica (como le dicen los allegados) que desde niña sentía vibrar en sí la necesidad de comunicar, quizás para romper el silencio que por nueve años le rodeó en su natal Piedra La Vela, comunidad ubicada en el corazón del Parque Nacional Alejandro de Humboldt.

“De pequeña tenía inquietudes artísticas, fomentadas por la familia, que me educó hasta que pude ir a una escuela. Era muy entusiasta, así que cuando salí por primera vez del pueblo, todos supieron que mi destino estaba fuera de esas montañas. Y así fue con el tiempo, pues terminé estudiando en La Habana.

“Cursé dos carreras: Historia y Marxismo-Leninismo. Soy graduada del Pedagógico Enrique José Varona en la capital. La profesora Belkys González me motivó a ello. Trabajé luego en el antiguo Pedagógico Raúl Gómez García, como profesora del Departamento de Marxismo, impartiendo Economía Política.

“Pero la docencia no me bastó y, como directora de Extensión Universitaria, me uní con los alumnos interesados en el mundo cultural. Montábamos obras de teatro, musicales…, de hecho, revitalizamos el movimiento de aficionados y llegamos a ser la sede del Festival de los Pedagógicos de Cuba.

“En esa época ya existía la agrupación danzaría Jagüey, pero estaba en un período de crisis, sin instructor que lo guiara. Entonces invité a Ernesto Savón, un exalumno e integrante del grupo, a ser el director y coreógrafo. Fue la mejor decisión, ese muchacho incorporó diseños nuevos, estilos peculiares de la cultura franco-haitiana, y ganamos los premios de danza del Festival.

“En ese evento hice mi primera incursión como presentadora de espacios culturales y me salió de forma espontánea. Yo lo llevaba dentro, entonces supe que quería otra cosa. Dejé la docencia, y me propusieron dirigir Cultura en Niceto Pérez, ese fue mi laboratorio como promotora”, comenta Martha.

“En Niceto dirigí la Brigada 20 Aniversario del triunfo de la Revolución. Conocí figuras muy jóvenes como Consuelo Duporté, Maribel López y Ángel Savón, un instructor de Música que marcó mi vida. Ángel tenía agrupaciones en todos los preuniversitarios, con instrumentos propios que enseñaba a tocar en horarios extra, desde casa. Él fue profesor de Waldo Mendoza, por cierto.

“Creamos un grupo llamado La Era, hicimos festivales de teatro, gracias a la ayuda de Graciela Galano, primer Premio La Selva Oscura, del Consejo de las Artes Escénicas en Guantánamo. Hasta llevamos el changüí a poblados como Casimba y colaborábamos con el Festival de Tríos Musicales. Éramos incansables, hasta que llegó el período especial y, en 1993, cambié de labor”.

Fue entonces que Cultura Comunitaria le abrió las puertas como promotora a Martha. Allí una nueva etapa empezaría, de la mano de Santiago Cruz, principal promotor del changüí en Guantánamo, instructor de Música, dedicado al fomento de peñas y fiestas comunitarias para masificar el género.

“Conocí a Eduardo Goulet Lestapier (Pipi), gracias a Santiago, porque él los trajo desde Yateras; incluso el nengón venía desde Baracoa a tocarnos en casa. Hasta Elio Revé estuvo en uno de esos festivales, que sentaron las bases para el actual evento que auspicia el Centro provincial de la Música.

“De esos tiempos fueron testigos Feliberto Verdecia, Lázaro McPherson, Ángel Mancebo, José Cuenca y yo, pues Santiago me propuso ser la presentadora de todo el espectáculo. Fue así que me convertí en la voz de las peñas que se organizaban allí y, con el tiempo, en la voz promotora del changüí.

“Me alegró mucho saber que después de tanto trabajo, el Centro de la Música decidió proteger a las agrupaciones tradicionales que son un sello de autenticidad para Guantánamo, aunque aún creo que les debemos a todos un documental o grabaciones como la del Changüí Guantánamo. Estamos muy rezagados, y esa parte de nuestra memoria no se debe perder.

“No es por ser pasional, pero al changüí deberían hacérsele más discos o, al menos, uno en el que cada agrupación tuviera un tema. Eso ayudaría mucho a la sociedad, que debe ganar en esa cultura de apreciación y defensa de lo autóctono, contra tanta banalidad que suele tener más espacios que lo nuestro”.

Martha y la radio

La estancia de Martica en el Centro de Cultura Comunitaria fue importantísima para ganar en esa sensibilidad y pasión por lo guantanamero. Por eso, cuando tuvo la oportunidad de atender el Departamento de Promoción en la Dirección territorial de Cultura, siempre que podía proponía al changüí en los eventos.

“Me encontré con Eduardo Rosillo, mi maestro, guía y un patrón. Rosillo había hecho por la música de aquí lo que nadie hizo, nunca pidió dinero ni exigió nada, y yo lo admiraba. Él trabajaba en Radio Progreso, y desde allá promovía la música de Guantánamo en vivo, desde La discoteca del ayer. Los changüiseros hasta le escribieron una canción, Rácifo Durán fue el autor.

“Me gustaba el trabajo de Rosillo, y un día me invitó a grabar y, al oírme, dijo que debía ser locutora. Tenía 40 años, ¿cómo iba a ponerme a estudiar locución a esa edad? Él insistió: aún tienes tiempo. Seguí su consejo e hice mi curso, obtuve mi título y enseguida el maestro Santiago Moreaux Jardines me entregó un programa, así comencé en mi segunda casa y mi otro gran amor.

“La radio CMKS me abrió las puertas a mí y a todos los músicos que traía. Hice varios espacios, pero en particular me marcó CD Record, en el que estuve cada sábado, durante 21 años. Hasta enferma iba allí. Igualmente hice La madrugada, que era en vivo, de 11:00 pm a 5:00 am. Fue algo maravilloso.

“A la par colaboré en la TV local, grabamos La cumbancha, que fue la oportunidad para que los guantanameros vieran cómo se bailaba changüí, se aprendía y se gozaba. La idea fue de Moreaux, también él fomentó peñas changüiseras organizadas por mujeres, y fue un apasionado de la música, gran compositor, pero aún es muy poco conocido”.

Marta Beatriz 2Martha junto a Mario Zamora defendiendo la Trova Mía. 

¡Hasta trova hizo!

Mucho le deben las nuevas generaciones de intérpretes a Martha, por ese incansable espíritu protector del patrimonio del Guaso. Para algunos talentos, hasta se pudiera decir que fue ella quien descubrió su voz.

“Con apoyo de Artex hice en la Casa de la Música un concurso de canto. Allí estuvo Magda Lily, Lachy, Leanet Delia y otros más que andan por España. A todos les exigí versionar música cubana, y brillaron. Como exclusiva te cuento que Leanet, la actual Colibrí, adquirió ese nombre artístico por interpretar el tema de Anabell López, que lleva ese título. Tantas veces se presentó que se quedó con el seudónimo.

“También me di a la tarea de rescatar el movimiento trovadoresco, pues sentí que debía ganar más visibilidad, así que monté el proyecto Trova Mía. A él se sumaron Josué Oliva, Mario Zamora, los jóvenes Audis Vargas, Annalie López, Yoyi Barré… para retomar clásicos, de autores como Sindo Garay, Miguel Matamoros

“A partir de esa idea la Casa de la Trova revivió, incluso se volvió sede de la Jornada 4 de Agosto, donde confluían veteranos, noveles y experimentales grupos, entre ellos, Barra Abierta. También íbamos a los barrios. El Septeto Santiaguero vino gracias a esa iniciativa y ya son asiduos en Guantánamo”.

Martha se manifiesta alegre al ver cuánto crecen en visibilidad y posicionamiento los artistas locales, pero es una eterna inconforme, sabe que siempre se puede hacer más. Ella lo hizo, y otros pueden.

“Ahora con Roilán Basulto iniciamos un canal en Youtube, El changüisero, para explotar las nuevas tecnologías y triunfar en los nuevos tiempos digitales -dice y continúa: aquí estoy trabajando porque, la verdad, nunca he considerado el retiro. Aún tengo mucho que comunicar, que llamar la atención, que promover de mi Guaso, esa es mi razón de ser”.