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Gran cbnciertoLa ciudad de Guantánamo se vistió de gala para recibir a Reynier Mariño y su grupo, con invitados especiales luego de 20 años. El espectáculo Regreso es homónimo a una canción de su autoría, cuyos versos confiesan: "regreso a Cuba, mi país, donde único soy feliz, porque el amor me da esperanza".

El concierto transcurrió en el Teatro Guaso, entre instrumentales y el repertorio en la voz de Claudio Casal, cantautor guantanamero como invitado, con palmas, coros y el toque singular de una bailadora- como es denominada la bailarina en el flamenco-.

Mariño, guitarrista cubano radicado en España, presentó cada tema musical, enlazando historias, recordando amigos, dedicando piezas y, con especial sentido del humor. Así conocimos de su complicidad musical con Melendi, Alejandro Sanz, el Chacal, Pancho Céspedes y Paco de Lucía, quien lo adentrara en el mundo flamenco en España, así como de la coreografía de uno de sus temas creada por Alicia Alonso.

Reynier Mariño compartió su maestría con los guantanameros, brillando en su manera peculiar de interpretar, en las emociones transmitidas por medio del instrumento, sacándole el máximo, incluso con una sola mano.

La Orquesta de Guitarras de Guantánamo, invitada también al encuentro, bajo la dirección de Gerardo Alejo Martínez, presentó una obra cubana de Eduardo Martín, con pasajes de música española, y un tango que, mientras sonaba, una niña de unos cuatro años se puso en pie para bailar.

Pubertrast, Ensamble de Guitarras de la Escuela Nacional de Música, dirigida por Alejandro Coira, presentó tres obras, entre ellas Lágrimas Negras acompañados por Mariño y coreados por los guantanameros, así como el conocido instrumental de la serie cubana de televisión En silencio ha tenido que ser, con importancia simbólica para Reynier pues fue de dicha serie de dónde sus padres le escogieron el nombre, según confesiones del artista.

Adagio fue la pieza compartida por el guitarra con Daylen Martínez, clarinetista guantanamera y profesora de la Escuela Profesional de Música Antonia Luisa Cabal.

Un espectáculo magistral donde los guantanameros apreciaron con relevancia y aplausos no sólo la maestría de Reynier, sino también de Mariam Rivera, la flautista del grupo -como se le denomina a las flautistas en el flamenco- quien le impuso no sólo energía sino toda la pasión al instrumento.

Lina Marina, la joven bailadora del grupo, quien es además sobrina de Mariño, hizo una demostración magistral con sus giros, palmas y taconeo, movimientos grandes, paros en seco, todo con entrega, pasión y concentración. Resaltaron sus vestidos en rojo, negro y blanco, con muchos vuelos, los cuales cambió a gran velocidad entre una canción y otra.

El espectáculo fue también la oportunidad de estrenar en vivo la canción Cuéntale, colaboración del guitarrista con Claudio Casal y se hizo también la premier del videoclip, realizado con bailarines, coreógrafos, actores del patio, y la participación especial de las abejas de Xiomara Solís: la Colmenita Guantánamo.

Sin dudas Reynier Mariño con su grupo e invitados regalaron a los guantanameros una velada especial de flamenco con toques de cubanía.