Para Jiquí conocer a sus peñistas le ha permitido complacer los variados gustos musicales de cada uno.
La música soul, o del alma -en español-, encontró por los inicios de los noventa del pasado siglo, en Guantánamo, a un grupo de jóvenes apasionados que, cautivados por el ritmo contagioso y la profundidad de sus letras, decidieron emprender un proyecto que se extendería hasta hoy.
Mediante las frecuencias de las ondas radiales y televisivas llegaba a la ciudad más oriental la influencia de ese género desconocido en Cuba y proveniente de la música afroamericana, lo cual permitió que esos inquietos muchachos de entonces se mantuvieran actualizados en materia musical y que por esa razón, más tarde, a esta provincia se caracterizara como la capital del soul en la nación.
El Club de la Música Soul Marvin Gaye, a decir de su presidente, Fidel Salazar Duany, surgió el 18 de julio de 1993 como un pretexto en medio del difícil contexto económico que existía en el país en el llamado Período Especial. “Para aliviar tensiones creamos el proyecto en el que nos podíamos mantener unidos y todos ser colaboradores”. Su nombre homenajea al destacado cantante, compositor, pianista y productor estadounidense, apodado como el Príncipe del Soul.
¿Cuáles fueron las bases para el proyecto?
Los creadores del club, Guillermo y Gustavo Stay Brooks, se apoyaron en la pasión hacia la música soul en todas sus variantes, por su calidad y belleza, con enfoque sociocultural y su impacto social, como denominador común para crear ese movimiento.
Apoyados en el activismo de Argenis Ramírez y otros miembros que hasta hoy se mantienen activos, como Armando Bueno, Antonio Castillo, Roberto Powell, Angel Cabrera y José Stou, comenzaron a buscar personas que cumplieran con los requisitos para crear el grupo, principalmente que les gustara el género y que tuvieran, además, buena conducta social.
Hoy nos acompañan miembros fundadores como Leonides y Leonorides Pardo, Juan Carlos Vallina, Pedro Téllez, Graciela Duporté y Alfredo MacFarlane.
¿Cómo está estructurado el club?
El proyecto inició con 60 peñistas y hoy tenemos 80, entre ellos jóvenes apasionados por esa tendencia. Existe un reglamento que incluye la participación en las reuniones, la cotización mensual para solventar las actividades y otras acciones que responden a los intereses del mismo.
Cada miembro tiene el carné que lo identifica y existen alianzas con organizaciones como la Asociación Hermanos Saíz, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y la Casa de Cultura Comunitaria, que nos acogió desde los inicios.
La Casa de la Música ha sido un baluarte fundamental en las celebraciones de nuestras actividades de mayor relevancia, otros como el Café Cantante América, el Club Corazonero y ahora más reciente el Club Nevada, actualmente nuestra sede.
Es Fidel Salazar un amante de la música soul, gran conocedor de sus exponentes y líder del club desde hace 25 años. Jiquí, como se le conoce popularmente, es también uno de los más destacados entrenadores de fútbol en la provincia ¿Cuánta responsabilidad para llevar adelante ambas funciones?
La primera exigencia es tratar de ser fiel a la música, independientemente de las otras labores que existen en la vida, que son imprescindibles. La gran responsabilidad ha nacido de ahí, de cumplir con estas actividades que son fundamentales, entre ellas mi labor como entrenador de fútbol que ha sido bastante exigente.
Cumplir las dos funciones con la misma disciplina y amor ha sido la principal exigencia a los largo de estos 25 años. Luego, pertenecer a un grupo tan variado, cumplir con los lineamientos que existen en el mismo, y en mi caso las responsabilidades doble porque llevar la presidencia implica sacrificios.
¿Cómo valora el impacto del club en la sociedad?
Lo más importante es la interacción de este con la sociedad como fenómeno sociocultural, porque eso mismo ha favorecido la retroalimentación en aspectos como la disciplina. Además, para participar a otros niveles la presidencia del club me ha propiciado mucha preparación, a través del estudio de los géneros, el surgimiento de la música y el intercambio de esos conocimientos para perfeccionar el trabajo y darle mayor alcance a la agrupación.
¿Retos?
En estos años también han surgido agrupaciones afines en otras provincias como Cienfuegos y La Habana con las que tenemos buenas relaciones y las intenciones de intercambiar experiencias.
El principal reto es mantener la expansión de nuestra cultura al resto de los territorios del país y formar alianzas con las agrupaciones que han ido surgiendo. Anhelamos mantener el nivel alcanzado, pero sobre todo que las nuevas generaciones se sumen a este proyecto, para lo cual tienen las puertas abiertas.