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1Pedro con su instrumento toca changüí, kiribá, nengón, guaguancó y otros géneros musicales cubanos y foráneos. Todo lo que es, o fue, comenzó con un sueño, y Pedro Caverdós Quert, autor del único instrumento musical patentado en Cuba en lo que va de siglo, es fiel testigo de ello.

”Una noche lo soñé y, en mi imaginación, ya lo sabía tocar como si lo hubiera hecho toda la vida. Al despertar, tomé un papel y lo diseñé tal y como lo había visto en mi mente.

“A los pocos días llevé el boceto que había hecho a Sigfredo Taquechel Castillo, un gran luthier que conocía, y me dijo que yo estaba loco. Insistí, hasta que accedió a construirlo como se lo había pedido. Finalmente, en la tarde del 12 de diciembre de 2003, me entregó el instrumento. Con él en mis manos, lo toqué según lo había hecho en mi sueño, y causó asombro entre los presentes”, evoca.

Así nació el caverchelo, nombre que proviene de la combinación de los apellidos del inventor (Caverdós) y el artesano (Taquechel), el cual consiste en una caja acústica con forma curva, combinada con guayos y flejes de metal, capaz de crear una atmósfera rítmica con una serie de sonidos agradables al oído.

Inventor e instrumento iniciaron la participación en diferentes espacios culturales nacionales e internacionales, dándole promoción al ingenio y compartiendo con figuras importantes de la música, como Eliades Ochoa y Frank Fernández, de quienes Caverdós recibió opiniones favorables.

En 2010, la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI) certifica a Pedro como legítimo autor del caverchelo, descrito como instrumento musical, registro que significó gran avance en sus aspiraciones de inmortalizar la invención. Más tarde, en noviembre de 2011, recibió el Premio a la Creatividad y la Innovación Tecnológica, reconocimiento que compartió con el Heberprot P, medicamento para tratar el pie diabético, creado por el doctor Jorge Berlanga Acosta.

2El caverchelo consiste en una caja acústica con forma curva, combinada con guayos y flejes de metal.Hasta la fecha existen tres ejemplares: el original, construido por el ya fallecido Taquechel, el cual fue donado este año al Museo Nacional de la Música, en La Habana, por su valía como elemento representativo de la historia musical guantanamera.

El segundo ejemplar fue fabricado por Abraham Portilla -luthier guantanamero también fallecido-, y el tercero quedó a cargo de Auberto Antonio Monier Frandín, un muy amigo de sus creadores.

“Siempre tuve mucho roce con el instrumento, por lo que Pedrito me encargó esta tarea. Lo estudié para mejorar su acústica y el uso de más flejes en su fabricación, aunque aún se puede optimizar el sonido”, asegura Monier Frandín.

La doctora Adelaida Gómez Blanco, coordinadora general del proyecto El Patio de Adela, cuenta que “Pedrito tiene gran maestría al tocar este instrumento, y se desenvuelve con gran agilidad y desparpajo, demostrando lo buen músico que es. El caverchelo brinda la posibilidad de defender los géneros más autóctonos del Alto Oriente cubano e interpretar obras musicales de autores guantanameros.

“Aprovechando tales condiciones del instrumento y la oportunidad que abren los festivales del Changüí que se celebran en Guantánamo, Pedro crea en 2014 la agrupación Caverchelo.comb, que se asocia con nuestro proyecto en las actividades comunitarias y demás espacios de El Patio...”, comenta Adela.

José Cuenca Sosa, director del Centro de Información y Documentación Musical Rafael Inciarte Brioso y hermano de crianza de Caverdós, da fe de lo significativo que ha sido el caverchelo para Pedro y comparte otro de sus anhelos: reproducirlo a gran escala, porque “no se fabrica un instrumento para tenerlo en una vitrina ni para que lo toque solamente su autor”. Sin embargo, este proceso se ha visto imposibilitado por diferentes factores y explica:

“Llevo 20 años tocando gratis -afirma Pedro-, y es necesario defender la cultura, sí, pero también el factor económico. Necesito apoyo de las autoridades competentes, materiales como madera para replicar el instrumento, y que el Centro de la Música profesionalice mi grupo. Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero más allá de política, arte o cultura, el caverchelo es de los guantanameros”.

Pretende, además, escribir un libro sobre cómo tocar el instrumento, para que los interesados aprendan. Este contará con partituras, pentagramas, para lograr que sea lo más completo posible. Aspira, además, a que se pueda estudiar en las escuelas de música, porque “ya forma parte de nuestra cultura e identidad”.

3Según la doctora Adelaida Gómez Blanco, coordinadora general del proyecto El Patio de Adela y el Caverchelo.comb: “Pedrito tiene gran maestría al tocar este instrumento, y se desenvuelve con gran agilidad y desparpajo”. A pesar de los obstáculos, Pedro sigue trabajando con la misma vehemencia del primer día. Cuenta con un canal de YouTube, Cavercheleando, donde están disponibles muchos materiales sobre los diferentes trabajos realizados, incluyendo el video clip Chocolate con Café, realizado por Daniel Ross, y presentado en la más reciente edición del festival de igual nombre. También ha concebido folletos, tazas y souvenirs representativos de su marca Caverchelo.

Pedro contempla su trayectoria con satisfacción. “Mi instrumento me ha permitido viajar por el mundo y mostrar mi arte, pero dondequiera que voy defiendo mis raíces guantanameras. Tengo méritos, lo mío ahora es aportar mi granito de arena a la música cubana, y me siento bien con ello”, confiesa.

Con el caverchelo no solo es capaz de tocar cuanto género la destreza de su intérprete lo permita, sino también el corazón de quienes lo escuchan. Presenciarlo es ser testigo del matiz inconfundible que un sueño no se convierte en realidad a través de la magia, se necesita sudor, determinación y trabajo duro.