“Ares”: considero que los guantanameros son especiales y que nunca deberían perder esa esencia: la amabilidad, la hospitalidad y sobre todo el talento.Quién no conoce su impronta, diría que el seudónimo de “Ares” con el que se le conoce alude a un dios bélico de la civilización helénica; pero no, Arístides Esteban Hernández Guerrero, demuestra, mediante su obra, un espíritu tranquilo de experiencias cotidianas y sueños.
Aprovechando su presencia en Guantánamo, para inaugurar la exposición personal Contra la Pared, expuesta en la sala La Celosía, de la filial provincial de la Unión de Escritores y Aristas de Cuba, Venceremos pudo intercambiar con este artista gráfico, Premio nacional del Humor 2020.
Pocos conocen que usted se graduó de Medicina y ejerció el servicio social en Puriales de Caujerí.
Entre los años 1986 y 1990 estuve realizando mi servicio social en el hospital Félix Pena Díaz, en la localidad de Puriales de Caujerí, en San Antonio del Sur. Allí hacía la obstetricia, pediatría y también fui director del centro.
Lo considero una posibilidad para entrar en contacto con el mundo cultural de Guantánamo. Aquí también conocí a muchos artistas, como Raúl Martínez, que se presentaban en los salones y fue una excelente oportunidad para, desde mi puesto de trabajo, interactuar con el arte.
¿Además del tiempo en que estuvo trabajando por estos lares, qué otros lazos lo vinculan con Guantánamo?
Una de mis cuatro hijas nació aquí, donde tengo amigos, gente que conozco hace muchos años. He seguido muy de cerca el acontecer de las artes visuales en Guantánamo. También soy un fanático empedernido de la Cruzada Teatral porque me parece un proyecto único, inmenso.
Disfruto del changüí, del nengón y el kiribá. En las pasadas exposiciones que he realizado tuve muy buena aceptación y relación con el público. Considero que los guantanameros son especiales y que nunca deberían perder esa esencia: la amabilidad, la hospitalidad y sobre todo el talento.
¿A la hora de crear, en qué elementos busca inspiración?
Yo digo que lo esencial es vivir la vida, y si es con humor, mucho mejor. Ahí voy encontrando cosas que me interesan, otras que me molestan y parto de ahí para crear una idea. Otras veces lo que me impresiona no es lo que pasa, sino las imágenes que van aconteciendo y se suceden, una tras otra.
El proceso creativo en que me baso es algo muy personal. Yo siempre hablo de la Teoría del Iceberg y, en mis carteles, existen elementos que la sostienen. Cuando observas uno, estás viendo la superficie, lo que sobresale, pero existe un trasfondo, algo que lo sostiene, y esos elementos son mis actividades cotidianas, la literatura, el cine, conversar con gente nueva cada día. Ahí encuentro motivos para crear o, por lo menos, alimentar el alma.
¿Qué nos puede decir sobre la expo Contra la pared?
Principalmente es una muestra de cerca de 30 carteles. Hay piezas que son hechas en serigrafía, impresión digital y otras simplemente impresas para eventos específicos. Otras fueron creadas por voluntad propia, por el mero hecho de expresar una idea y algunas que son para eventos políticos. Eso es lo que le da, de cierta manera, una diversidad.
Hay carteles sobre las últimas cruzadas teatrales, de la vez que vinieron los Rolling Stones en 2016, la visita de Obama, la vigésima Bienal Internacional de Humorismo Gráfico en 2017, trabajos que le he realizado al Teatro de Las Estaciones…
¿Tiene algún proyecto que se venga gestando?
Siempre estoy ideando nuevos proyectos, vivo inmerso en un proceso creativo sin pausa. Ahora mismo estoy ilustrando un libro nombrado ¿Por Qué las tortugas van tan lento? de una editorial neoyorquina y que trata sobre la música cubana y el espectro de las raíces africanas.
Tengo planificada una exposición en México, país con el cual existen vínculos de intercambio muy fuertes. El próximo año tengo una exposición en Alemania y también pienso finalizar mi libro sobre la historia de la caricatura en Cuba. Anteriormente había publicado uno sobre la misma temática pero desde el siglo XIX hasta principios del XX.
¿Un mensaje para los guantanameros?
Que sigan creando. Me gusta mucho el ambiente cultural de esta ciudad. Estuve en la peña de rap, en la Casa del Joven Creador y he quedado maravillado con el talento que desbordan los jóvenes ya sea desde la trova, la literatura, la caricatura. Guantánamo es un lugar que ha dado a luz a grandes personalidades de la cultura y hay que seguir esa estirpe.