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Jafet Murguía FuentesAunque la vida lo quiso puertorriqueño, Jafet Murguía Fuentes puede declararse, con orgullo, guantanamero, no solo por la hermandad que une a ambos territorios caribeños, sino porque defiende el changüí autóctono, desde sus entrañas.

 

Descubrió el género con un disco de Isaac Delgado -Primera Plana-, y siguió sus pasos, como niño curioso que encuentra algo de valía y lo atesora para siempre.

 

Como misionero claretiano, en su trabajo para la Diócesis Guantánamo-Baracoa -comunidad católica ubicada en la región oriental del país-, comenzó a recibir influencias de los ritmos más auténticos del territorio. Así, junto con otros artistas puertorriqueños, nace Changüí Jíbaro, agrupación invitada a la XI edición del Festival Nacional de Changüí Elio Revé Matos.

 

A pesar de sus poco meses de creada, este grupo muestra la convergencia e integración en el ámbito cultural que existe en muchas naciones del Caribe antillano.

 

Del Guaso a Cordillera Central

 

"Llegué a Cuba en mi trabajo de misionero claretiano. Aquí, me pude integrar en varias agrupaciones changüiseras. Comencé trabajando con Mikikí y su Unión Changüisera, luego con El Bate y su Changüí, después con Los Morenos del Changüí, quienes me dieron la oportunidad, más tarde, de grabar el primer disco", relata Jafet.

 

Transmitió, tiempo después, esos conocimientos, experiencias y estilos de tocar a Roberto René Ortiz, tresero y cantante del actual grupo, hasta que "quiso venir, a compartir con los músicos de aquí, y 'afinar' la cuestión del tres, medular para tocar un buen changüí. Posteriormente volveríamos a Puerto Rico, donde se funda la agrupación con los temas tradicionales que teníamos montados".

 

Changüí Jíbaro está conformado por Roberto René Ortiz, tresero y cantante; Daniel Díaz, productor del primer disco; Alexander López, único integrante de origen colombiano; Kevin González, güirero; y Alejandro Alicea, en el bongó, además del propio Jafet. Se une a ellos la pareja de baile conformada por Ivette Fuentes y Javier Torres, padres del entrevistado.

 

"La primera presentación la hicimos en Santurce, zona puertorriqueña de mucha tradición musical, el 29 de enero de este año. Al regresar a Cuba, comenzamos a esbozar las primeras canciones originales, entre ellas Changüí Jíbaro, que le da nombre al grupo y que se combina con elementos sonoros puertorriqueños, hasta tener todas las canciones que conforman el disco", explica.

 

Su primera producción discográfica lleva por nombre Del Guaso a Cordillera Central -zona montañosa de Puerto Rico- y fue grabada hace poco menos de un mes. Está compuesta por ocho temas: seis de ellos son originales, un nengón con influencias de la décima campesina puertorriqueña y una versión del reconocido El Guararey de Pastora, de Roberto Baute Sagarra.

 

"Con Del Guaso a... quisimos expresar un poco el diálogo que existe entre las regiones montañosas cubanas y puertorriqueñas. Además, era una forma de que las personas que no estuvieran familiarizadas con el changüí supieran un poco por dónde íbamos.

 

"Esta producción conserva lo tradicional y coquetea, además, con estilos propios de nuestro país, como el aguinaldo cagüeño y la plena puertorriqueña", comenta.

 

Jafet cuenta que cuando hizo el movimiento de fundar Changüí Jíbaro, se mantuvo en contacto con personas de la radio, a pesar de estar en Puerto Rico, y quería enviar algunos audios de la primera actuación, que se pudieran utilizar.

 

"Ese día, casualmente, había en la programación un espacio para Los Morenos del Changüí, y fue muy bonito porque ellos me habían dado esa oportunidad al principio y ya existía el vínculo. Esto se documentó, los coordinadores del Festival nos hicieron la invitación y aquí estamos", comparte.

 

XI edición del Festival del Changuí

 

"Este Festival ha sobrepasado nuestras expectativas. Nunca pensamos tener la oportunidad de tocar un changüí tan auténtico y de disfrutarlo con el pueblo, aunque no seamos de aquí", confiesa Jafet.

 

Dice sentirse "a plenitud dentro del género, porque la acogida del gremio ha sido sublime. Más que gremio diría familia, incluso, y nos ha servido para darle algo de frescor al changüí guantanamero, hecho con el amor, cariño y alegría que tienen para ofrecer los muchachos del grupo".

 

Sus proyectos de trabajo van más allá de hacer crecer la agrupación. "Mi intención es que se pueda visibilizar de forma más amplia la cultura antillana. Nuestros próceres, nuestros padres de la Patria como José Martí, Ramón Emeterio Betances, Gregorio Luperón, tenían la visión de una sola tierra, de una misma emancipación para todos.

 

"Durante mucho tiempo se pretendió eso y estuvo presente en el discurso sociopolítico, pero se necesitan otras vías. Todas las islas antillanas somos hermanas, aunque tengamos matices distintos. Creemos que el arte es una manera para lograr esa unión".

 

Según su criterio, parte de la magia de Cuba, de Guantánamo, está en preservar su sonoridad autóctona y su instrumentación tradicional. "Así pasa con el changüí. La marímbula se perdió en Puerto Rico, en República Dominicana, en Haití. Este es el único lugar donde permanece vigente y culturalmente aceptada, en las Antillas. Queremos multiplicar eso.

 

"La música cubana en general es especial por la variedad interminable de ritmos, en comparación con otras islas. La influencia de la africanía, la melodía, las culturas árabes, españolas, haitianas y cómo esto ha retornado en otras expresiones, es importantísimo.

 

"Queremos crear, además, una fundación de la que Changüí Jíbaro formará parte, que ayudará a rescatar la cultura de nuestros pueblos a través de la música real, de la instrumentación natural, de los bailes tradicionales, experimentar con eso", concluye.