Quien no haya bailado al ritmo del Charangón de Elio Revé, o sentir las energías que transmite con sus canciones, no conoce del verdadero disfrute ni, mucho menos, del changüí.
Elito, director de la agrupación y presidente de honor del Festival Nacional del Changüí Elio Revé Matos, asume el legado de su padre con la maestría y el calor hacia su pueblo, típico de un guantanamero de pueblo y corazón.
Con una fuerza que arrastra multitudes, la Revé, como le llaman algunos, siempre regresa para compartir mano a mano con el público que la vio formarse y crecer, mediante conciertos y matinés, en ese entonces de la mano de Elio Revé Matos, y luego bajo la batuta de su hijo.
“Quiero agradecerle a todas las personas e instituciones que hicieron posible que sucediera esta oncena edición, sobre todo al Centro provincial de la Música Lilí Martínez Griñán, a Cultura, a los invitados locales y foráneos, y a las organizaciones de masas.
Como siempre es admirable el ímpetu que demuestran los públicos de otros municipios como Yateras, El Salvador y Manuel Tames, que a pesar de tener actividades programadas en su comunidad, viene a la urbe del Guaso junto a los músicos para seguir festejando al ritmo del nengón, el kiribá y por supuesto el changüí.
Terminamos nuestras presentaciones con la habitual matiné, tradición heredada por mi padre y que la realizó durante muchos años. Yo era un niño y ya tenía el recuerdo de los músicos con sus instrumentos al hombro y preparando la escena allí donde ahora está el parque Elio Revé, en la Loma del Chivo.
El changüí, más que un género musical, es la excusa perfecta para reunir en un evento a todas las tradiciones que nos caracterizan como pueblo oriental, como guantanameros. Es hermoso e inspirador presenciar como personas que no se conocen de ningún lado, bailan juntos al compás y ritmo de canciones como Agua para Yemayá. Siempre volveré a este lugar que es mi cuna, mi origen, mi tradición”.