No se necesita de mucho para notar que Lidis Lamoru -armada de su guitarra y su arte- ha marcado la vida de generaciones de cubanos. La letra de sus canciones se ha infiltrado de a poco en la existencia de quienes la escuchan, convirtiéndose en recordatorio de momentos felices.
Muchas son las ocasiones en que ha visitado la más oriental de las provincias de Cuba. Esta vez es especial, la mueve un motivo distinto. Bajo el nombre de Casa, cariño y ternura: Familia pura, desarrolla una gira por los municipios afectados tras el paso del huracán Oscar, volviendo la tristeza en canción.
"Es un gesto solidario con estos hermanos guantanameros que, después de tanta pérdida, pueden encontrar en la música una fuente de afecto, más compañía, de más entrega. De conjunto con la Colmenita, mi equipo y yo nos unimos para hacer dos grandes conciertos en el teatro Guaso, y luego por Baracoa, Maisí, Imías y San Antonio del Sur.
Sobre la importancia de estas actuaciones, comenta, "queremos que el pueblo guantanamero sepa que no está solo, que hay una fortaleza de espiritualidad grande entre nosotros, que la música también tiene un lenguaje universal.
"Tendremos, además, un encuentro con los niños de la escuela de especial de limitados físico-motores y con los muchachos que están pasando el servicio militar activo en la Brigada de la Frontera", comenta antes de culminar su actuación en la escuela 14 de junio.
Esta gira es, por otro lado, una oportunidad para promocionar su nueva producción discográfica: Luz y Corazón. "Daré a conocer las canciones de mi nuevo disco, que está escrito con mucho cariño. Son ya 30 años de vida artística, en los cuales he sentido mucha gratitud hacia ese público que me sigue, y es una forma de agradecerles.
"Luz y Corazón es uno de los temas más sentidos de esta entrega. Me acompaña el maestro Frank Fernández en un guaguancó, algo muy identitario, que define a Lidis Lamorú como esa cubana auténtica llena de cultura. Canto, además, con mi niña, que estudió en la Escuela Profesional de Música".
El material discográfico número 12 de su carrera artística, producido por el Sello Bis Music, muestra a una Lidis más madura, más experimentada y "reúne de cierta forma a todas las personas que de alguna manera han aportado para llegar a este punto".
"Al público guantanamero, me gustaría afirmarles, que cuentan con mi amistad, con mi inspiración y con mi arte. Que saldremos de esta situación, porque de otras -peores- nos hemos levantado, que son parte de mi inspiración y pueden contar conmigo para lo que sea, concluye.