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2 2En pandemia, los artistas de la Casa de Cultura llevaron su arte como aliento de esperanza a todos lados.Ubicado justo al centro de la ciudad de Guantánamo, frente al parque José Martí, en Pedro A Pérez entre Aguilera y Crombet, un edificio llama la atención de quienes pasan por la senda derecha. Su imponente arquitectura nos remonta al pasado colonial, mas es su bullicio interno al compás de danzas, cantos, declamaciones o lecturas, lo que hace de ese sitio un lugar mágico y atractivo para los amantes del arte.

3 1La Casa ha sido espacio ideal para la recreación de diversos grupos etarios.La Casa de la Cultura municipal Rubén López Sabariego, de Guantánamo, antiguo casino español, ha sido, es y será siempre un lugar de suma importancia para la creación en este lado del archipiélago cubano. Allí está la célula primaria de buena parte del movimiento profesional actual.

Un laboratorio de sueños, así la considera Danais Brown Potrillé, directora de la institución, quien afirma que justo cuando faltan unos días para celebrar los 40 años de su fundación, la existencia de la Casa resulta más que necesaria, imprescindible para la sociedad de hoy.

Arte al servicio de todos

4 1La labor de los instructores de arte ha sido vital en estos 40 años de la institución.El 9 de junio de 1985 marca el inicio en Guantánamo de la Casa de la Cultura, tras una intensa reparación dirigida por el arquitecto Alberto Brauet, el constructor Dioscórides Quiala y prestigiosos artistas del patio a cargo de la decoración interior.

“La misión de la casa era y es atender al Movimiento de Artistas Aficionados (MAA) de la localidad en las manifestaciones: música, plástica, literatura, teatro y danza, la promoción por la lectura, así como la formación de los talleres de creación artística a los diferentes sectores poblacionales: niños, adolescentes, jóvenes, adultos y de la tercera edad.

“A la vez ayudamos a salvaguardar los valores patrimoniales, las tradiciones populares e incentivar la creatividad de nuestros aficionados”, comenta Danais, quien lleva al frente la institución en el actual periodo marcado por las carencias materiales, pero también por la capacidad de reinvención y resistencia de todo su colectivo.

“Tenemos el orgullo de saber que de aquí han salido grandes intelectuales y artistas, miembros de la Asociación Hermanos Saíz y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, reconocidos a nivel nacional e internacional. Todo ello resultado del compromiso con viabilizar los procesos culturales.

“Hoy por el contexto económico se nos hace difícil a veces llegar a todos los rincones, por la escasez de combustible, falta de transporte, los problemas con los instrumentos musicales, el pobre parque tecnológico de luces y sonido; sin embargo, seguimos atendiendo las peñas, los clubes y las asociaciones.

“Tenemos 12 peñas changuiceras y garantizamos así la transmisión generacional de ese género autóctono, pero también atendemos los clubes de la década, la peña del danzón Jesús Ángel Winter, la peña de casino Elio Revé Matos, y más de 21 proyectos socioculturales y 15 iniciativas comunitarias, estos últimos resuelven por dentro necesidades específicas de la comunidad.

“La casa brinda asesoría a 31 cátedras changuiceras en escuelas primarias y círculos infantiles, lo que permite garantizar la continuidad del changüí en las nuevas generaciones. Precisamente el profe Hugo Pichardo, de El Salvador ha ayudado en ese afán con la concreción de un festival de niños y niñas bailadores del changüí.

“Otro trabajo importante es el que realizamos en las prisiones, ayudando en la transformación de las personas que allí se encuentran e incluso brindándoles la opción de aprender un oficio vinculado al arte o la literatura. Además, la Casa atiende metodológicamente la Ludoteca infantil Ismaelillo y la Casa de la Trova, en ambos sitios con espacios fijos y propuestas variadas para la familia toda.

“En la Trova por ejemplo, tenemos el espacio emblemático Que levante la mano la guitarra, del profe Claudio Casal, que cumplió ya 15 años de existencia. Otros cantautores se presentan allí: Vidal Gómez, Noel Nicot, Alexis Perigó, Javier Zaldívar…todos promotores naturales que igualmente realizan extensiones a los consejos populares porque el trabajo de la Casa de la Cultura va más allá del edificio, se tiene que palpar en la comunidad.

“De los talleres que hemos hecho en estos años han salido unidades artísticas como la orquesta de guitarra Estrella del sur, que la dirige el profesor e instructor de música Rafael Durán; también estuvo el grupo Rumores del Guaso, que cultivaba la guaracha, son, danzón, y otro tesoro de la Casa es el único grupo portador del movimiento aficionado del municipio: Los Cossiá, unidad que celebra este 2025, 45 años defendiendo la cultura franco-haitiana.

“Varios ha sido los logros y premios de la institución en estos años, gracias al apoyo de maestros como la escritora Ana Luz García Calzado, y artistas visuales como George Pérez, Ángel Laborde…pero sobre todo fruto del sacrificio de instructores y promotores tanto dentro de la Casa como en las escuelas, en estas últimas es donde está la mayor fuerza técnica.

“Hoy uno de los problemas de la casa de la cultura es su fuerza técnica. Cuando abrimos teníamos unos 170 instructores, hoy apenas superamos los 70, por suerte tenemos a trabajadores jubilados que aman tanto esta labor que han accedido a ser recontratados y con ellos mantenemos la Casa y al movimiento de artistas aficionados, que sigue siendo de los mejores en la provincia”, asegura la entrevistada.

Un árbol de muchas raíces

Además de formar y orientar, la Casa tiene como función primordial brindar una programación al guantanamero. De hecho, este inmueble ha servido de sede a importantes eventos culturales como la actuación del grupo Escambray y Mayohucán, presentaciones de la Ópera Nacional de Cuba, y hasta el primer encuentro de instructores investigadores de la cultura local.

Desde dicho local se velaron los cadáveres de los soldados internacionalistas caídos en Angola e incluso los restos mortales de Rubén López Sabariego, víctima de las agresiones de EE. UU contra Cuba. Ha servido además de sede para las asambleas municipales y provinciales del Poder Popular, así como centro de referencia para exposiciones, eventos...

“Atendemos con nuestro talento las 29 comunidades vulnerables priorizadas en el municipio; vamos al hogar materno, a los hogares de niños sin amparo filial, hogares de ancianos y casas de abuelos. Tenemos relaciones con las universidades y hasta con los descendientes de españoles, con estos últimos se hizo el proyecto Impulso solidario que preserva costumbres de ese pueblo.

“Importante es la labor que realizamos con las estructuras carnavalescas: La Carabalí, cuya mayoría de sus integrantes son de la Tumba Francesa; La Cecilita, grupo que da continuidad a las tradiciones del Guaso…Tenemos 32 estructuras carnavalescas, con paseos, carrozas y comparsas, que ayudamos a armar desde que inicia el año, captando bailarines, músicos, actores…

“Tenemos un profundo compromiso con los Carnavales, y a ellos nos consagramos en nuestros talleres de apreciación y creación siempre.

“Actualmente la programación de la casa va más allá del ámbito artístico y literario, ejemplo de ello es la peña de Gallo, que mezcla cultura y deporte, además de colaborar con la universidad del adulto mayor; pero también atendemos al proyecto Linternas verdes, un grupo de bicicleteros que durante la pandemia fueron de gran ayuda para el pueblo en su confinamiento.

“Mantenemos igualmente nuestro sistema anual de eventos: el Raquel Balón in memoriam de danza, que lleva 29 años reverenciando la obra de la esa instructora de arte maestra de varios bailarines guantanameros profesionales; también está el encuentro de talleres literarios, ya con 45 años de creado; el evento de artes visuales Nivio Fernández y el de teatro Humberto Fernández, el Julio Lobo de música, la jornada de la cultura de Paraguay y la de Cecilia…

“Apoyamos la Feria internacional del Libro y cuantas actividades sucedan en el municipio, no nos olvidamos de las fechas históricas y cuidamos y velamos 87 tarjas y sitios históricos, como celadores de la memoria colectiva.

“La Casa de la Cultura llega al siglo 21 con muchas satisfacciones, tantas como retos. Seguir haciendo más por la vida cultural de los consejos populares, ayudar con la lucha contra la desidia, la pérdida de los valores, contra la droga y los vicios que proliferan, también bajo la sombra de la incultura, ahí está ahora, otro frente permanente de batalla en el que trabajaremos sin descanso, con el mismo ahínco y tesón de estos 40 años, haciendo cultura al andar”.