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Disney live action remakes 032125 ff90fc32d5c14b99bb71aff0acce1c2aUna forma de cine popular y polémico en nuestros días son los llamados live action, osea cuando una película en animación es interpretada por actores humanos que en teoría, buscan un renacer de filmes icónicos para el disfrute de el público adepto.

Suena bien dicho de esa forma pero si analizamos la práctica pocos son los que gozan de la aceptación pública, pero ¿qué diferencia un live action de un remake? En resumida cuenta un remake es la reinterpretación de una historia, tal cual refleja la palabra, es cuando el director o guionista decide hacer una versión de una historia ya contada, ejemplo Cenicienta (2012).

f240a4a08ef4d49a9b643168779d8491Los remake suelen mantener el hilo original con cambios que suelen estar en la línea temporal en la que se narra la historia o cambios sustanciales en el guion, por ahí va la idea. Un live action por el contrario busca traer a la vida personajes e historias animadas manteniendo la historia original, o esto fue lo que se quiso vender.

Muchos lobbys (grupos de poder) que controlan la industria cinematográfica tienen una influencia poderosa sobre grandes producciones y buscan transmitir sus mensajes a través de las plataformas más visualizadas y mediante los mecanismos más populares, en este caso filmes que son esperados por muchos, pero que tiene que ver esto con los polémicos live action.

Un discurso constante entre las historias traídas a la vida es la famosa inclusión forzada, al que dedicaremos una sección en el futuro, pero básicamente es colocar personajes representativos de las minorías sociales en papeles de personajes que nada tienen que ver (las adaptaciones más recientes de La Sirenita, Peter Pan, o el Pinoccio, de Disney) afectanto la trama en ocasiones y en otras de forma tan evidente que resalta la inclusión a la fuerza.

A priori no parece ser un problema complejo, pero cuando afecta a la historia ya el cuento cambia, el ejemplo más contundente lo retiene Disney, la industria del ratón de orejas redondas tiene una larga lista de fracasos donde sus respectivos live action incluyeron personajes que con sus decisiones cambiaron la historia que debía ser contada por otra totalmente diferente, algo que desmotiva al público.

840 560Los ejemplos más recientes y contrapuestos son Lilo y Stitch (2025) y Como entrenar a tu dragón (2025); mientras que el filme de la niña hawaiana y su revoltoso “monstruo azul”, que tanto enamoró a jóvenes de principio de los 2000, sufre una crítica sin igual y su recepción por parte del público se ve deteriorada, la segunda entrega mencionada está viendo como muchos la titulan como el mejor live action que se ha realizado, pero ¿por qué?

Mientras anteriores películas en vida real cambiaban actores, acortaban el guion y suprimían escenas importantes, Dean DeBlois, director de Como entrenar a tu dragón (tanto en live action como la animada) fue fiel a la historia que llevó a la pantalla la primera vez y evitó cualquier cambio que pudo alterar la recepción del público.

Ciertamente los live action son solo una forma de recaudar dinero con la nostalgia, los grandes estudios lo saben, muchos filmes poseen una base de fans tan leales que no pasarían la oportunidad de ver una vez más a sus personajes favoritos, es como vender un producto que antes de nacer ya tiene comprador, un negocio fácil, pero las influencias externas y el poder de los lobbys comprometen cualquier posibilidad de una entrega fiable y el público lo sabe, por eso, los números rojos.

Este fenómeno es en sí mismo un problema, mientras los recursos y capital excesivo de estudios se centran en rehacer productos que ya tuvieron su lugar en la historia cinematográfica, proyectos nuevos suelen nadar entre la desesperación por conseguir el financiamiento para ver la luz, este proceso puede invisibilizar nuevos contenidos que proponen una estética y un nuevo discurso.

Lo más remarcable es el hecho de que no tiene sentido traer a la vida personajes que nacieron de la animación, existen historias que su magia solo puede florecer desde esta forma de hacer cine, solo aquí muchas de las peripecias de nuestros personajes favoritos tienen sentido o no, porque no importa, de eso trata una película animada, de entregarle al público algo fuera de nuestro mundo, un escape de nuestra forma de ver las cosas porque ese es el poder de la animación, eso en efecto, es cine.