2“Todos los premios los agradezco, son resultado de mi trabajo, es algo que profesionalmente satisface”.Incansable, trabajadora, humilde, existen tantos calificativos para describir a Martha Reyes Noa. Mujer, cubana, periodista y escritora ampliamente reconocida dentro del gremio, merecedora de incontables premios a lo largo de sus años de trabajo, nació en Imías y desde muy joven mostró profundo apego hacia la lectura y por la literatura en general.

“Mi familia cumple un papel fundamental en mi preparación, mi papá leía mucho, conversábamos, yo le inventaba una poesía para cuando el llegara del trabajo y él se ponía contento, me alentaba, me buscaba todo tipo de lecturas, ¡esa niña se va a volver loca!, decía.

Aquellos títulos mágicos de García Márquez, me impactaron mucho, por ejemplo, Cien años de soledad, la forma peculiar que él tenía de empezar los libros.

Comenzó estudiando magisterio en el plan de becas en La Habana con solo 14 años de edad. Más tarde se ve obligada a retornar a la provincia por problemas de salud. Por aquel entonces ya se había convertido en madre y por curso para trabajadores comienza Periodismo

“Realmente me sentí como pez en el agua porque era lo que yo quería, fue una carrera sin traumas, un parto sin dolor como yo le llamo. Susana Lee y Norberto Fuentes son solo algunos de los referentes que tuve en cuenta durante mi desarrollo profesional.

“Yo no sabía cómo se deslindaba el periodismo, más bien me inclinaba por la prensa plana que era lo que yo veía, haciendo la carrera fue que empecé a distinguir entre un medio y otro. Cuando estaba estudiando trabajaba en el departamento de programación, en programas infantiles y para jóvenes, o sea que no estaba vinculada directamente con la noticia, no tenía práctica, era todo teoría, después de graduada fue que comencé a trabajar con la información como tal.”

“La carrera fue para mí un sueño”, insiste con añoranza a la vez que me comenta lo bueno que fueron sus profesores y lo especial que resulto su relación con la profesora de literatura Daisy Cue, quien la ayudó a ver la realidad desde otra perspectiva.

Siete fueron los años que le dedicó al periodismo móvil, los que describe como una experiencia única, durante este periodo se destacó como radio reportera, de ahí su afición a los programas de opinión y su apego al programa Timbre, con el cual colabora actualmente.

¿Qué le motiva?

“Nunca quise estar en una redacción sentada, ese roce con la gente el contacto yo lo necesito, las personas necesitan de ti y tú de ellos. Todo lo que hago parte de otros, de lo que yo les puedo aportar, siempre pienso en los demás; me gusta mucho compartir lo que sé con los propios colegas, ayudar lo disfruto y lo necesito, es parte de mi desde el despertar, pocas veces pienso en mí misma, pero no llamando al mundo para que vea a uno pasar, no, siempre con naturalidad”.

Hablemos de la escritora

Pienso que no me va a alcanzar la vida para todo lo que quiero escribir o hacer.

Con su primer libro Siete mujeres de la cultura, nos acerca a la vida y obra de mujeres como Antonia Luisa Cabal (Tusy) o Florentina Boti.

“Sentí la necesidad de que las personas conocieran la historia de estas mujeres, yo le decía a Mireya Piñeiro, la editora: es que yo tengo prisa con hacer esto, y si mueren, a lo mejor me muero yo primero. Y efectivamente murieron rápido, de Florentina casi nadie sabía nada porque era una mujer ríspida, los Boti son así por característica, pero son un amor, ella me abrió su casa, su corazón, y eso me agradó porque a otros les decía que no.

Su segundo ejemplar lo comienza a escribir por encargo, estamos hablando de Pancho, General de las montañas, editado por Verde Olivo, un texto biográfico que narra las vivencias del general Francisco Rogelio López, quien entregó todo de sí en la lucha por la definitiva independencia cubana e incluso después del triunfo revolucionario.

“Quiero hacer un libro sobre un angolano, ya estoy recogiendo información y entrevistándolo allá en Angola, se trata de un niño a cuyos padres aniquiló la UNITA y un guantanamero, Pedro de la Cruz, lo trajo, porque el niño siempre estaba con él, lo crió, lo preparó, lo educó y ahora se encuentra en Angola.

“Siempre trabajo sola, sin pretensiones de ningún tipo, sin ínfulas de nada, si llego bien y si no lo habré intentado, todavía aspiro hacer otros libros y Jorge Núñez me ha dado varias ideas, él es quien me ha impulsado a esto, me sugirió redactar uno con los guiones de los documentales que he hecho. El tener de qué hablar y de qué escribir eso para mí es como una varita.”

El periodismo y los libros una sola pasión

“Para mí una cosa es parte de la otra, creo que era García Márquez quien decía que un periodista puede ser escritor, pero no cualquier escritor puede ser periodista, o sea es normal que yo haga eso, lo veo como parte de mi trabajo al igual que la poesía, todo parte de la creación, de la diversidad, de lo que puede hacer un periodista y así yo me muevo en todos esos campos con toda la pasión y la humildad, sobre todo eso.

“Desde pequeña escribo poesía lo que pasa que no las he publicado por haraganería más que por otra cosa, ahora me encuentro escribiendo algunas, incluso en poesía cogí mención en el concurso Boti la primera y única vez que concursé”.

Cuál es su papel en la Comisión Aponte       

Martha Reyes se encuentra inmersa por completo en la Comisión Aponte, dedicada esencialmente a promover la lucha contra el racismo y la discriminación. Desde 2015, cuando se acordó crear una delegación en la provincia, figura como directora de la misma.

“Es una comisión multidisciplinaria, es excelente, me siento enamorada de esa comisión, la considero un observatorio de la sociedad guantanamera y cubana, es inclusiva, ecuménica, la defino como un espacio de pensamiento y para dignificar al ser humano.

“Recuerdo un encuentro con la dirección de deporte que fue maravilloso, esa gente están trabajando mucho en la lucha contra el racismo, vamos a los lugares y damos una idea de lo que es el trabajo de la comisión, de esa lucha que causa más curiosidad que otras cosas, eso es lo que hacemos que la gente aprenda a ver cuándo los discriminan”.

Fiel amante de los deportes nos comenta que en su época de escolaridad una de sus pasiones justamente fue el ajedrez, adora además el boxeo y reconoce que lo ve como un arte “el arte de defenderte, de dar sin que te den”.

“Pero a pesar de cualquier otra actividad lo que más disfruto es la lectura, me gusta la tranquilidad, la paz. Estar en familia, eso para mí es esencial. Además de tener el cariño de mis vecinos, de toda la gente eso también es una bendición que yo he disfrutado, el cariño de los oyentes que es el mejor premio que uno puede tener”.

Con más de 50 años de trabajo ya cumplidos Martha Reyes Noa no deja de sorprender por su sensibilidad, su sencillez y esa avidez por el saber que la caracteriza, es esa persona pura, transparente y sincera que atrae con su personalidad a todo aquel que tenga la dicha de cruzar palabras con ella.

 

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