gminis 02Sus nombres son Yaisel Morejón Coffigny y Yasiel Morejón Coffigny. A todas luces son hermanos gemelos. Y los dos han asumido nombres artísticos: Paul y Joni. Son cantantes, bailarines y modelos. Desde hace algún tiempo integran el dúo Gminis. Y poco a poco han ido consolidando un estilo, una proyección, un público en el panorama de la música en Cuba. Los entrevistamos para nuestra serie de jóvenes talentos.

—¿Cómo han recibido ganar recientemente el premio a la popularidad y el de música urbana en el Festival Cuerda Viva? ¿Les ha sorprendido?

PAUL: Desde el principio confiamos en nuestros seguidores, en la comunidad y en todas esas personas que han estado apoyándonos desde el primer momento. Recibir estos premios significa mucho porque no solo es un reconocimiento al trabajo, sino también al amor que hemos sembrado en nuestra gente. Más que sorpresa sentimos agradecimiento, porque sabemos que detrás de cada voto, de cada muestra de apoyo, hay confianza en lo que hacemos y eso nos impulsa a seguir adelante.

—¿Quiénes han sido sus grandes referentes en la música, la danza y la moda?

JONI: En la música tenemos grandes referentes como Michael Jackson, que nos marcó mucho en lo artístico, y Benny Moré, un ícono indiscutible de la música cubana. En la danza, nuevamente Michael Jackson y también Chris Brown, por la energía, innovación y conexión que logran en el escenario. En la moda no seguimos a alguien en específico, pero nos inspira mucho el estilo del Black Dandyism (dandismo negro), porque refleja elegancia, originalidad y autenticidad, cosas que siempre intentamos transmitir en lo que hacemos.

—¿Qué mensaje quieren transmitir con su música y sus espectáculos?

PAUL: Queremos transmitir la esencia de Gminis: amor, pasión y versatilidad. Que cada persona que nos vea y nos escuche pueda sentir la entrega que ponemos en el escenario. Nuestra música y nuestros espectáculos están pensados para emocionar, para conectar y para dejar huellas, porque creemos que el arte verdadero tiene que llegar al corazón.

—Ustedes son músicos, bailarines y modelos. ¿Cómo combinan todo eso en una misma propuesta?

PAUL: La combinación no es sencilla porque requiere mucho tiempo, ensayo, disciplina y sobre todo fuerza de voluntad. Somos muy exigentes con nosotros mismos porque respetamos profundamente al público y creemos que se merecen lo mejor. Por eso cuidamos cada detalle de lo que presentamos, desde la música hasta lo visual. 

JONI: Es un reto grande, pero no imposible. A futuro nos encantaría tener un equipo de trabajo más amplio para potenciar aún más la parte escénica y visual, y así lograr espectáculos de nivel internacional.

—¿Qué metas tienen a corto plazo y qué sueños quieren cumplir en el futuro?

JONI: Las metas son incontables para nosotros. A corto plazo queremos seguir creando música, consolidarnos en mayores escenarios y crecer no solo en Cuba sino también internacionalmente. Soñamos con llevar la música cubana al lugar que merece, tal y como lo hicieron grandes íconos de nuestro país. 

PAUL: Queremos que nuestra propuesta sea reconocida dentro y fuera de Cuba y que, con el favor de Dios, sigamos poniendo en alto el nombre de nuestra tierra natal Cárdenas. Y por supuesto, nunca perder el mayor premio: el cariño y el apoyo del público.

—Ser hermanos, ¿cómo influye en su trabajo creativo? ¿Qué ventajas y desafíos les trae?

JONI: Ser hermanos es una bendición porque la conexión es natural. Claro, a veces tenemos desacuerdos como cualquier dupla, pero al final todo fluye cuando se trata de crear. En el estudio, junto a nuestro productor Adrián Izaguirre, hemos logrado una química que llamamos “dúo de tres”. Nos dejamos llevar por la intuición musical y espiritual, y eso se siente en cada canción. Esa conexión fraternal nos da fuerza, porque compartimos los mismos sueños y luchamos juntos por ellos.

—¿Cómo se proyectan en la música urbana cubana y en otros géneros o escenarios?

PAUL: Queremos dejar siempre un sello particular, con buenas letras y propuestas que sean frescas pero también profundas. Creemos que en la música urbana y en otros géneros se ha perdido, en gran parte, la esencia de hacer música que perdure. Nuestra misión es rescatar eso: hacer música que toque corazones, que la gente pueda disfrutar con el tiempo y que represente dignamente a la juventud cubana en los escenarios.

—Si pudieran aportar algo al público sobre su visión del arte y la música, ¿qué sería?

JONI: Lo que quisiéramos aportar al público es la visión de que el arte y la música son mucho más que entretenimiento: son un puente que conecta almas, culturas y generaciones. Para nosotros el arte es verdad, es identidad y también un acto de responsabilidad. Creemos en la música que construye, que eleva, que deja un mensaje y que respeta a quien la escucha. 

PAUL: Nuestro aporte sería demostrar que desde Cuba, desde nuestra juventud y desde nuestra realidad, se pueden hacer cosas grandes con disciplina, talento y amor. Queremos inspirar a otros jóvenes a soñar, a luchar por sus pasiones y a entender que el arte es un camino para dejar huella positiva en el mundo.

 

Tomado de Cubasí