La IX Edición del Festival Chocolate con Café tuvo lugar en Guantánamo del 30 de noviembre al 3 de diciembre, con enfoque comunitario para llevar el arte a los guantanameros y en especial a los afectados por el huracán Melissa.
El evento contó con la presencia de Waldo Mendoza, presidente de honor del evento, parte del elenco de la novela Regreso al Corazón y los cantantes urbanos Fabicilé y Mamá estoy brillando, quienes se enfocaron en las presentaciones comunitarias y las visitas a las escuelas.
Cómo era de esperar por la situación económica compleja que agudizó el paso de Melissa, no fue un gran evento como nos tenía acostumbrados pero eso no justifica la falta de organización del Festival y de promoción, acentuadas más en la gira de Waldo y sus invitados que en otras actividades colaterales también significativas, que en esta ocasión animaron los artistas guantanameros.
El Festival Chocolate con Café si bien es propicio para el intercambio de artistas foráneos con la población no debe olvidar que su principal objetivo es dar a conocer los valores del territorio e impulsar el arte desde Guantánamo, sobre todo el local.
Sin embargo, buena parte del público ni conoció del programa que incluyó diariamente descargas nocturnas con nuestras agrupación autóctonas; tristemente otra vez el visor de los medios se enfocó en la Gira de Waldo.
También careció de expoventas. Sí, se lanzó el café 155 Aniversario por la empresa mixta BioCubaCafé S.A, pero el hecho fue en un espacio teórico al que apenas accede personal especializado. Eso restó visualización a uno de los productos que le da nombre al festival y se perdió una oportunidad para demostrar que en efecto es un producto para el pueblo y no solo de vitrina.
Otro problema fue la dfusión, esencial para llevar a cabo este tipo de eventos, sobre todo el Chocolate con Café, en antaño uno de los más esperados por los guantanameros. Los medios de prensa locales quedaron aislados, ni siquiera se convocó a una rueda de prensa, o se entregó un paquete informativo con los detalles para organizar la cobertura.
La opción era literalmente caerles detrás a los directivos para actualizarnos con el programa (que al menos digitalmente se socializó) pero a la hora de asistir a los espacios, los cambiaron de lugar o de hora, y hasta era cancelados sin previo aviso.
En resumen, se agradece la realización de a IX Edición del Festival Chocolate con Café por cumplir su compromiso de venir a Guantánamo, pero para la próxima edición hay que resolver los problemas internos de organización, de comunicación... o habrá que pensar si es necesario mantener este tipo de festivales (tal cual o modificarlos) que demandan mucho y al final dejan más sinsabores que satisfacción en nuestro público.
