El son cubano fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, durante la sesión del Comité que tiene lugar en Nueva Delhi, India.
La decisión reconoce el profundo arraigo de este género músico-danzario en la identidad nacional y su trascendencia mundial. El expediente presentado ante la Unesco fue elaborado por los propios portadores de la tradición, con el acompañamiento del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana, el Instituto Cubano de la Música, el Consejo Nacional de Casas de Cultura y el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.
Nacido en la región oriental de la Isla, el son sintetiza el mestizaje entre las culturas africanas e hispanas que dieron origen a la nación. A lo largo del tiempo ha generado múltiples variantes, proyectándose desde las comunidades rurales hasta los escenarios urbanos.
Con esta inscripción, el son cubano pasa a formar parte del selecto conjunto de manifestaciones nacionales que han obtenido reconocimiento internacional, como la rumba, el punto cubano, la tumba francesa, las parrandas del centro del país y el bolero. El hecho reafirma el compromiso del Estado cubano con la salvaguarda del patrimonio vivo y su transmisión a las nuevas generaciones.
La noticia es un tributo a la creatividad popular, a la alegría de los cubanos y a todos los soneros del mundo que han mantenido vigente una tradición esencial de la cultura nacional. El país comparte hoy este orgullo, consciente de que el son es una de las expresiones más sólidas y queridas del acervo cultural de la Isla.




