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maria celia María Celia Laborde dominó la división de 48 kg. Foto: Ricardo López Hevia

Comenzó el judo y crece la delegación cubana en el medallero. Cinco exponentes de este deporte subieron a los tatamis del Wolrd Trade Center de esta ciudad y los cinco descendieron llenos de glorias en la vigesimosegunda edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Dayaris Mestre, en los 44 kilogramos, abrió el camino dorado y como sus compañeros que le sucedieron, no tuvo necesidad de consumir el tiempo reglamentario, cuatro minutos para el femenino y cinco en el masculino.

“¿Qué cómo me siento? Imagínate, hoy es mi cumpleaños ¿quieres mejor regalo que este?”, dijo Mestre. Luego apareció María Celia Laborde con dos técnicas de hombro preciosas para declararse reina de Veracruz en solo 58 segundos. “Había perdido con Edna (Carrillo) en la final del campeonato panamericano el pasado año, así que volver a disputar el cetro en una cita como esta, me permitía sacarme el dolor de encima”, afirmó la guantanamera.

Leonardo Meriño y Janier Peña, en los 55 y 60 kilogramos del sector masculino, llegaron con un pronóstico de bronce, por eso las preseas áureas multiplican esos cálculos precompetencia. El profesor Justo Noda los había ubicado en el tercer lugar, pero “nunca dejó de confiar en nosotros, una cosa es las posibilidades y otra la realidad, creo que por eso nos trajo, porque nunca nos quedamos con ese vaticinio como meta”, explicó Meriño.

Peña añadió que el dominicano Abel Montero no le era desconocido, “discutimos el bronce en Ecuador en la lid continental, es difícil, pero te insisto, estamos muy bien preparados y creo que este resultado inspira a nuestro equipo y hace que el resto salga también imbuido de que el tatami dice la última palabra”.

Janet Bemoy, multimedallista mundial y olímpica cerró la victoriosa jornada en solo un minuto y cincuenta segundos. “La competencia no fue muy exigente, sin embargo, el profesor Veitía siempre nos ha dicho que la exigencia la ponemos nosotros. Esa es la razón por la cual resolvimos muy rápido cada combate”, afirmó.

Dijo que había competido contra las mismas rivales del torneo clasificatorio. “La haitiana Linouse Desravine fue la que más nos demandó, ella entrena en Francia y ha adquirido nivel, aunque María (García), la dominicana, era previsible que fuera la rival por el título”.

Tras las premiaciones, Nacho, uno de los voluntarios que trabaja en la sala, nos abordó con una de esas expresiones ocurrentes muy típica de los veracruzanos: “periodista, si el judo tiene himno, es cubano”.

Fuente: Periódico Granma