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BOX 2 Arlen LopezSolo meses después de que los estrategas del boxeo cubano decidieran su paso de 75 a 81 kilos, el guantanamero Arlen López asegura que responde positivamente a un tránsito que le demanda consagración absoluta.

«Lo considero un cambio favorable, aunque implica enfrentar un proceso de adaptación muy complejo», sentenció tras derrotar por abandono en el segundo acto al tunero Yurisán Julién en pleito por bronce en el torneo nacional Playa Girón organizado en la camagüeyana sala Rafael Fortún.

«Ahora peleo con seis kilos más que cuando lo hacía en mi división habitual, y eso significa bastante en cuanto a preparación y estrategia de combate», recordó el zurdo monarca universal de Doha 2015 y olímpico de Río de Janeiro 2016.

¿Cómo miras hacia Tokio 2020?

Nos quedan meses para trabajar, y mi entrenador Víctor Sánchez, el jefe técnico Rolando Acebal y los demás integrantes de su colectivo tienen bien planificado qué toca hacer en cada momento, así que no queda otra cosa que cumplirlo al máximo.

¿Cuál es el diseño en torno al peso?

La idea es estabilizarme por debajo de 81 kilos, que resulta el límite, para mantener herramientas que me han caracterizado. Es algo que hemos identificado como imprescindible para distinguirme entre los rivales que vendrán.

¿Qué asumes como lo mejor del ascenso?

No sentir la presión de sostenerme en una categoría que ya me obligaba a realizar demasiados esfuerzos para pasar por la pesa, provocando desgastes que terminaban por salir a relucir sobre el ring.

El propósito es combinar lo más efectivamente posible la fortaleza que aporta el mayor peso corporal y las cualidades que he logrado perfeccionar, sobre todo en cuanto a rapidez y desplazamientos.

Pero los contrarios serán otros...

Es verdad que no les he enfrentado, pero coincidir en diferentes eventos me ha dado la oportunidad de saber sobre ellos, haber apreciado sus características, verlos pelear, y habrá que demostrar quién es mejor.

¿El golpeo?

Estamos trabajando la pegada a partir de ejercicios de fuerza, pero sin apresurarnos, respetando la dosificación de las cargas.

Todo está bien establecido, incluso para los días de descanso que vendrán después del Playa Girón, para comenzar el 2020 en condiciones de darle continuidad.

¿Presionado?

De alguna manera sí, porque no se trata de borrón y cuenta nueva, pero sí de enrumbar de manera diferente mis aspiraciones.

El objetivo es volver a ser campeón olímpico y en mi nueva división existen atletas ya establecidos, pero también estoy convencido de las ventajas que me ha traído este cambio, y eso se suma a mis motivaciones.

Tomado de JIT