Cuba llevaba mucho tiempo añorando títulos en la velocidad y en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, una mujer subió a lo más alto del podio en los cien metros planos. Su nombre es Yunisleidy de la Caridad García.
Es la recordista nacional, con 11.08 segundos, desde mayo de este año y aún no cree que es la campeona panamericana.
«Soy puro nervio. No sé qué decir. Estoy muy contenta. No fue mi mejor marca (11.36), pero lo di todo en esa pista», expresó instantes después de su gran victoria.
Desde la edición de La Habana-1991, cuando Liliana Allen conquistó el hectómetro, ninguna representante de Cuba había logrado el título, y desde Mar del Plata-1995, con Allen en segundo lugar, la Mayor de las Antillas no lograba una medalla en la prueba más rápida del atletismo.
«Desde la semifinal sabía que tenía posibilidades de una medalla, conociendo que las rivales no estaban en su mejor forma, ni yo tampoco, pero supe que podía vencerlas».
Cuba se llevó también una medalla de plata y otra de bronce, con los saltadores de longitud Alejandro Parada y Maikel Vidal.
Parada abrió con falta, al igual que su compañero. Luego del fallo, registró 7,86 metros, foul, 8,00, foul y 8,01, en tanto Vidal continuó con un segundo salto no válido, después 7,85 m, foul, 8,01 y foul. El colombiano Arnovis Dalmero se impuso, con 8,08.
«Estaba enfocado en el trabajo que tenía que hacer, todo es mental: fuera el frío, fuera todo; quería dar el mejor salto». Pero estoy contento porque pude saltar ocho metros dos veces».
Vidal comentó que la medalla de bronce «significa mucho, pues es producto del esfuerzo de todo un año, en el que empecé lesionado. Me siento muy bien, porque volví sobre los ocho».
Tomado de Granma