El 16 de diciembre de 2012 Cuba escribió con letras doradas su nombre en la historia de las Copas del Caribe, cuando la selección absoluta de la Mayor de las Antillas se agenció el único título de la Federación Cubana de Fútbol, al ganar con marcador de 1-0 ante Trinidad y Tobago, en el estadio Recreation Ground de Saint John, en Antigua y Barbuda.
Tres atletas y un entrenador de Guantánamo vivieron esa experiencia y constituyen los únicos futbolistas del Guaso con ese nivel: el mediocampista Alberto “Beto Gómez, Alianne Urgellés, también centrocampista devenido lateral derecho para la lid, el delantero Alexei Zuaznábar, Fidel “Jiquí” Salazar, asistente de Walter Benítez, entonces director técnico del once cubano, a quienes se sumó el también guantanamero Abilio Pérez Fournier, jefe de la delegación.
Beto Gómez, quien fuera uno de los más destacados representantes de los Titanes del Guaso y en numerosas ocasiones capitán del once más oriental, rememoró sus vivencias de aquella época dorada para el fútbol cubano.
¿Cuánto significó para tu carrera ese campeonato?
Esa Copa del Caribe marcó mi carrera deportiva por todo lo que representó. Fuimos a un torneo donde nadie contaba con el equipo cubano para ser campeón, por eso digo que tiene doble significado por todas las adversidades que atravesamos allá en el Pedro Marrero.
Comenzamos perdiendo el primer juego, después nos reunimos los más novatosy los de mayor experiencia para revertir ese panorama. El cuerpo técnico confió mucho en nosotros todo el tiempo, nos propusimos ganar y lo logramos.
Beto Gómez (izq) y Jiquí (der)Notable esfuerzo para una selección formada en un contexto de renovación forzada…
Fue un torneo difícil, fuimos contra la corriente porque debíamos revertir la desventaja en los partidos, pero fue una experiencia con un sabor muy dulce. Fue aquella la primera ocasión en que un equipo cubano se coronaba en un torneo como ese, logramos poner en alto el nombre de Cuba y de la selección, además de que hicimos historia. Hoy es un día especial porque trae muy gratos recuerdos.
¿Vivencias marcadas?
Tengo una anécdota que justifica mi planteamiento de la huella que dejó en mí ese evento. Durante la no estuve físicamente bien porque en los entrenamientos presenté molestias en un tobillo lo que me dificultaba mucho realizar los ejercicios, pero siempre quise estar.
Faltando poco tiempo para anunciar el equipo me lesioné nuevamente y sufría un gran dolor. A una semana de la Copa me hicieron estudios, diagnosticaron una fisura y debía ser intervenido quirúrgicamente.
A pesar del sufrimiento me hice responsable por las consecuencias de esa actitud, asistí a la competencia, el cuerpo técnico me apoyó incondicionalmente y se hicieron responsables de todo. Jugué todos los partidos con una fisura en uno de mis tobillos entregando el corazón y la vida, por eso cobra un mayor valor para mí esa medalla.
A parte de compartir equipo con dos compañeros de tu provincia también estaba el guantanamero Fidel Salazar, entrenador asistente del equipo. ¿Sensaciones?
Vivir esos momentos con un entrenador de mi provincia en esa selección significó algo grandioso porque mi trayectoria con el profe Jiquí inició desde niño y tenerlo allí fue un placer con una confianza inmensa.
El se merecía estar en el colectivo por el gran trabajo que estaba haciendo aquí en Guantánamo y cuando llegó allá, a la selección absoluta. Sus conocimientos y aportes al director técnico influyeron en gran medida en el éxito. Me sentía confiado por lo que él aportaba en el equipo nacional.
Fidel Salazar, avezado técnico que hoy se desempeña en la categoría escolar, expresó que “la primera satisfacción fue haber materializado una idea y un objetivo por el cual siempre se había luchado, que era poner el nombre de Cuba en un lugar cimero en nuestra área, lo cual contribuyó a que nuestro país accediera al 56 del ranking”.
“En el plano personal, agregó, se suma el orgullo de pertenecer a ese grupo en el cual no solamente estaba representando a mi país, también a mi provincia Guantánamo y junto a tres jugadores y un federativo”, concluyó.
La selección de las cuatro letras tuvo un paso casi impecable por el certamen regional, pues después de caer en el primer encuentro ante San Vicente y Las Granadinas, los futbolistas cubanos dejaron en el camino a formaciones como Jamaica, Trinidad y Tobago y Haití.