Meritoria fue la actuación del equipo de beisbol que representó a la provincia en la 63 Serie Nacional. Las 40 victorias (35 derrotas) le permitieron abandonar el último lugar de la tabla de posiciones de la campaña precedente y ubicarse finalmente en el noveno puesto.
Tenaz fue la porfía por la clasificación, sobre todo con Sancti Spíritus y Matanzas, tanto que, para dirimir quién pasaba a la segunda etapa, hubo que esperar el resultado del último juego de los equipos implicados.
Y pasaron Sancti Spíritus y Matanzas (la misma cantidad de victorias y derrotas que Guantánamo) al tener mejor balance en los juegos entre sí.
Una victoria más de Los Indios hubiese sido suficiente para clasificar. Mucho de menos, entonces, se le echó a los 12 juegos perdidos por margen de una carrera. Demasiados fracasos por la mínima expresión que dejan una moraleja: hay que aprender a jugar, y ganar, los llamados juegos “chiquitos”.
Cómo, acudiendo a las variantes tácticas: al toque de bola, al squeeze play, al robo de base, al bateo y corrido, al bateo por detrás del corredor y hasta al doble robo con hombre en tercera y primera bases. La acción a ejecutar la determinan las circunstancias del juego y las habilidades de los jugadores.
Obvio que no siempre los resultados serán favorables, pues el adversario se prepara para esas acciones, por ello es clave apoyarse en el factor sorpresa y ejecutar la jugada que menos espera el contendiente.
A fin de cuenta el encuentro de beisbol lo gana el equipo que anota mayor número de carreras, aunque sea una a una, gota a gota, por eso la mentalidad debe estar siempre enfocada en esa máxima.
La primera derrota por diferencia de una carrera Guantánamo la sufrió el 10 de marzo ante Santiago de Cuba 10-9, en el segundo enfrentamiento de la temporada.
Luego vinieron tres pegaditas frente a Los Leñadores de Las Tunas: 7 por 6, el 12 de marzo; 2 por 1 en diez entradas, el 14 de ese mes; y 4 por 3, dos días después.
El 24 de marzo fueron blanqueados por Camagüey 1 por 0 en diez episodios; mientras en abril fueron superados en dos ocasiones por Sancti Spíritus, primero 5-4, el tercer día del mes, y una jornada después 6-5.
Los días 2 y 4 de mayo perdieron frente a Granma con marcador idéntico de 4-3, mientras en junio Pinar del Río los superó dos veces 5-4, la primera ocasión el día 6 y la segunda el día 9.
Para ser justos digamos que los Indios Guerreros del Guaso se impusieron en siete oportunidades por diferencia de una anotación. Dos veces ante Holguín y Mayabeque, y una, respectivamente, frente a Cienfuegos, Ciego de Ávila y Santiago de Cuba.
Otro mérito del conjunto fue el haber eslabonado una cadena de ocho victorias seguidas, cinco de ellas frente a Isla de la Juventud y tres ante Santiago de Cuba, justamente cuando no se podía perder un juego, pues estaba en pie la clasificación.
Queda intensificar el trabajo, entrenar duro, practicar las diferentes variantes que posibilitan hacer carreras, algo que es bien posible en un equipo con integrantes en su mayoría jóvenes, que con su deseo de jugar, y el aporte sustantivo de los consagrados, llenaron de pasión a los aficionados del Guaso.