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En el pelotón que rueda durante la Primera Vuelta Ciclística a La Habana pedalea uno de nuestros talentosos jóvenes, llamado a ser protagonista en el nuevo ciclo olímpico

Amed Marcos cumple el próximo 31 de enero apenas 21 años, sin embargo ya acumula muchos kilómetros en sus piernas, varias competencias en pista y carreteras, que no solo le han permitido sumar la tan vital experiencia, también a conquistar algunos podios.

«De niño, como casi todos, jugaba a la pelota, sin embargo cuando llegué a los 15 años mi tío (Leandro Marcos) me regaló mi primera bicicleta y bueno, la sangre “hala” y no tuvo que convencerme para dar mis primeros pasos en esta disciplina», explicó con su expresión infantil cuando sonríe.

Fuerte herencia tiene Amed. Esa que le inyectó su pasión por el ciclismo a pesar de sacrificios, esfuerzos extremos y límites para otras actividades propias de su edad, convencido de que la entrega lo guiará al triunfo y –no menos importante–, que representa el cuarto Marcos de una familia respetada por el lugar ganado en la historia del ciclismo en la Isla.

«Es un verdadero orgullo y a la vez una gran presión por todos los importantes logros que han conquistado para el país en diferentes épocas, entre ellos en juegos panamericanos y centrocaribeños, en diferentes carreras por etapas, en vueltas a Cuba. Aún son unos apasionados a nuestro deporte», expresa.

El nuevo Marcos comenzó su cálido relato por su abuelo Héctor Fermín, exciclista, y luego directivo y comisario internacional por décadas. «Él abrió la senda en nuestra familia, me ha apoyado mucho e impulsado a superarme cada día más».

«Mi padre Héctor Eduardo fue el segundo de esta generación, desde pequeño iba con él a las competencias. Prácticamente me hizo ciclista junto a Leandro, con quien tuve el gran privilegio de correr en sus últimas competencias, mucho me trasmitió con sus regaños y me enseñó a sufrir sobre la bicicleta», cuenta con emoción.

Enhorabuena la noticia que tiene muy felices a toda la familia y amigos. «Estamos muy contentos porque esperamos un niño de mi tío y Arlenis Sierra. Otro Marcos y ojalá le guste el ciclismo. Cuando ella corre con nosotros me siento muy privilegiado, es la mejor del país desde hace años y compite con las del más alto nivel en el World Tour».

Con esa casta de ejemplo y guía, Amed trata de mejorar en cada carrera. «Hasta ahora mis mejores resultados han sido dos medallas de oro e igual número de plata en el campeonato nacional juvenil de pista. En 2024 fui en la ruta subcampeón nacional categoría élite y tercero en la contrarreloj individual».

«En competencias internacionales aún no he tenido mucha participación, pero en noviembre del año pasado conquisté metal de bronce entre los menores de 23 años en el campeonato del Caribe con sede en Guyana», comentó.

Ante una nueva temporada no vacila en responder que su principal objetivo es ganar el boleto para los Juegos Panamericanos Júnior de Asunción 2025 con sede en la capital uruguaya en agosto.

«Nos preparamos para buscar los cupos en el campeonato continental con sede en Punta del Este, Uruguay, en abril próximo, los nacionales de ruta, clasificar para el panamericano de mayores de 2026 y asistir al Tour de Panamá y la Vuelta a Guatemala», aseveró.

El espigado pedalista capitalino sueña también con que un día reviva la Vuelta a Cuba y pueda ganar una etapa, así como poder integrar un club foráneo.

«Me encantaría aunque sé que es muy difícil, no obstante se están abriendo algunas puertas. Es una vía de desarrollarte, se compite mucho, progresas y puedes darle triunfos a tu país, y para alegría personal ¡que más quisiera poder dedicar muchas victorias a mi abuelo, a mi papá y a mi tío por lo que hicieron por el ciclismo cubano!».

 

Tomado de Jit