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Guantánamo por muchos años ha sido un gran exponente de las disciplinas de combate, como el boxeo, la lucha y el kárate, aunque existen otras ramas que han despertado el interés en los jóvenes por su práctica, como es la modalidad de artes marciales mixtas (AMM).

En una habitación ambientada con sus diferentes medios de entrenamiento, en el Complejo Vocacional de Ciencias Exactas José Maceo Grajales, entrena un grupo de jóvenes, que en silencio realizan su preparación física y mental, adentrados en el mundo de las artes marciales.

Comienzos desde el silencio

Labrada Batista: Las artes marciales mixtas hacen al peleador más completo.

Manuel Labrada Batista, presidente del kárate Shotokan en la provincia y del Sistema Cubano de Artes Marciales Mixtas (SCAMM), comenta: “Hace 15 años empezamos los entrenamientos, en otra sede y aunque no siempre tuvimos un espacio para la práctica, gracias a los resultados del kárate, se nos asignó este local por una decisión que tomó el Gobierno y el Partido en la provincia. Hace diez años se asumió en Guantánamo como proyecto el trabajo de las AMM, y hace dos fue aprobado por las autoridades del país el SCAMM”.

¿Qué son las artes marciales mixtas?

La agilidad y destreza, factores clave en el entrenamiento.

Se le denomina así a la combinación de técnicas que provienen de diferentes artes marciales y deportes de combate en los que se incluyen: kárate, kickboxing, boxeo, muay thai, taekwondo, judo, lucha libre y grecorromana, jiu jitsu brasileño, wushu, san da, sambo, entre otras.

“Las artes marciales mixtas son un hibrido, porque combinan diferentes habilidades de varias artes para obtener un peleador más completo, capaz de trabajar de pie o desde el suelo”, comenta Labrada Batista.

Formación física e impacto social

“Educar, formar personas de bien, con valores, estar siempre al servicio de la paz y la justicia, son algunos de los principios de las artes marciales. Lo primero es formar personas, con respeto y modales, luego aspirar a los conocimientos de combate”, precisa el también cinturón negro séptimo dan, y agrega:

“Las AMM tienen un objetivo formativo, a nuestro local se acercan personas por tres motivos: la práctica de ejercicios, la defensa personal y otros con el objetivo de ser atletas de alto rendimiento. En muchas ocasiones hemos trabajado con estudiantes que tenían problemas de conducta y esta escuela les ayudó en su formación”.

Shotokan: Funakoshi en el shomen y los tigres en el tatami

El peleador debe tener la capacidad de luchar de pie y sentado.

A nivel mundial es reconocido el shotokan como el primer estilo de kárate, creado por el maestro Gichin Funakoshi, a quien se le reconoce como el padre del kárate moderno y la principal figura de esa modalidad.

La reverencia al shomen (altar) es un principio de esta cultura, en él se encuentran diferentes armas, junto a las imágenes de Funakoshi y el maestro Domingo Rodríguez, conocido como Raúl Rizo, padre de las artes marciales cubanas.

“El tigre es la figura representativa del kárate Shotokan, por eso llevamos el nombre Tigres del Guaso. Hace unos años un alumno diseñó una bandera con el eslogan, que tomamos como lema: “El tigre nunca duerme”, explica Labrada Batista.

Por iniciativa propia la sala posee diferentes recursos adquiridos por los practicantes, así como los diferentes medios de entrenamiento. “Hacemos varios ejercicios, tenemos un día para correr, donde aumentamos la carga de trabajo”.

Beneficios y proyecciones

“La práctica de esta disciplina es una actividad física sana, desde el punto de vista personal complementa las estrategias para mejorar la defensa y desde lo competitivo, permite incursionar en diferentes categorías. Los Tigres del Guaso participaremos en el torneo Zonal Oriental de Artes Marciales en Las Tunas”, refiere nuestro interlocutor.

El zonal será un evento que contará con la participación de las provincias orientales y en él tres atletas del Guaso buscarán sumar resultados positivos a una rama de buenos resultados históricos en el deporte guantanamero.

“Las artes marciales están estrechamente relacionadas con el boxeo, son modalidades de combate, donde se realiza el intercambio de golpes y la lucha cuerpo a cuerpo”, tercia en el diálogo Yosvani Tissert Díaz, atleta de alto rendimiento de la academia de boxeo.

“Somos una familia, aquí me dieron todo su apoyo desde que comencé hace dos años, gracias a la dedicación y el esfuerzo hoy soy el capitán del equipo, algo que me enorgullece mucho”, destaca.

Melani Ulloa Terry, estudiante de noveno grado, ve la práctica de este deporte como algo satisfactorio. “Entreno defensa personal y boxeo, para tener buena forma física, saber defenderme y ocupar el tiempo en algo útil”.

Los más pequeños también se suman

Los niños también aprenden kárate.

“En el caso de los niños se trabaja a una menor intensidad, fundamentalmente en el aprendizaje de técnicas básicas del deporte y que vayan conociendo los principios básicos, para que tengan los recursos necesarios en su formación”, expresa Darío Delis Colón, maestro cuarto dan estilo shotokan, quien entrena a los más pequeños en la escuela secundaria básica Pedro Agustín Pérez.

“Traje a mi hijo aquí para que sea disciplinado, aprenda a defenderse y socialice con otros niños. Para apoyarlo me uní a las clases con él”, comenta Ayannet Gámez Guzmán, madre y practicante de artes marciales.

Tres décadas de aikido en el Guaso

En Cuba existen cuatro líneas de aikido, el estilo sansuikai es el que se desarrolla en Guantánamo, comenta por su parte el maestro Eblys Acosta Mejías, tercer dan aikido estilo Sansuikai Cuba.

“Hace unos años -agrega- comenzamos los entrenamientos en la escuela Pedro Agustín Pérez, pero en Guantánamo ya se entrenaba desde finales de los años 90, en la Facultad de Ciencias Médicas, en la escuela pedagógica, así como en el antiguo instituto ubicado en Paseo y 5 Oeste.

“El aikido es una modalidad que comienza a partir de los nueve años, pero la edad no es impedimento para aprenderlo. En 2004 tuve un alumno que tenía 81 años de edad.

La buena conducta de los practicantes de artes marciales, así como el correcto uso de las técnicas aprendidas para hacer el bien es un aspecto reiterativo en las conversaciones con los maestros Labrada Batista y Acosta Mejías, por la repercusión que tiene en la sociedad esta práctica deportiva.