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Las matemáticas aún le dan vida al Real Madrid de cara a alcanzar el título 37 en la primera división del fútbol español. Ahora, la realidad es irrefutable y el FC Barcelona se encuentra a medio paso de su coronación doméstica número 28. La sentencia se ha firmado tras el 4-3 de Montjuic.

Guiarse por lo cerrado del marcador es no entender la veracidad de los hechos durante los diez meses de competición. Mientras los Azulgranas captaron con total inmediatez la idea base del entrenador alemán Hansi Flick, los Merengues no lograron encajar piezas tras el anhelado desembarco de Kylian Mbappé.

Carlo Ancelotti ha debido afrontar otro curso con varias lesiones de gravedad en jugadores irremplazables. No obstante dicha cuestión no deriva en justificación suficiente para tapar la evidente ausencia de una filosofía reconocible, sobre todo contra clubes de peso a lo largo del curso.

Sin ir más lejos, la pasada campaña también existió un brote en la enfermería Blanca y, aún así se celebró en Cibeles, más de una vez. Quizás los acérrimos se escandalicen con estas líneas, pero los de Chamartín se han visto superados con distancia desde lo futbolístico por sus archirrivales.

Flick hace moverse a los suyos en una fina cuerda. Este Barça hace cuentas en cada partido cuando mira al arco contrario. Y sí, el riesgo de encajar no está exento de la ecuación germana en la cual vive hoy el culé, pero la convicción del Plan A es tan potente como su capacidad goleadora.

Mbappé necesitó 15 minutos para ilusionar a la parcela madridista, mismo periodo de tiempo en el cual Eric, Lamine y Raphinha realizaron la tarea de cada día. Una vez montados en el tren de la presión insaciable y la recuperación inmediata tras perder la esférica, el resto es intentar ser contundentes.

Sin el hasta entonces Pichichi, con Koundé roto después de su heroicidad copera y Balde en modo espera, el once incrédulo de Milán pareció burlarse de lo físico, así como de lo anímico. Era justo ahí donde el Real Madrid pensó atacar a los Blaugranas, aunque visto lo visto, ni para ello hubo fuerzas.

El reclamado Arda Guler se borró del rectángulo verde después de la primera mitad. En frente, una dupla tan agotada como talentosa en cuestiones de acaparar el balón. Pedri y De Jong han elevado sus prestaciones al nivel soñado por quienes apostaron al traerlos hacia la Ciudad Condal.

Con el cuarto tanto de Raphinha el éxtasis fue total. A los libros irá el casi seguro liderato goleador de Kylian en su primera campaña con los Blancos. Además, un récord individual pues se ha convertido en el debutante con dicha camiseta con más perforaciones al sumar todos los torneos.

Su oponente para los próximos años en cuanto a ese eterno debate del mejor, resultó otra vez indetenible para quien aspirase a salir victoriosos en el momento de marcarle. Yamal deja cifras inéditas para su edad, pero sobre todo comanda a los suyos con una irreverencia ya nada sorprendente.

Claro, tanto hablar de fútbol sin mentar a los árbitros es una rareza no acorde a estos tiempos. Alejandro Hernández Hernández se acomodó en el centro de las varias polémicas de un Clásico falto de coherencia en algunas decisiones. Los colegiados buscan el respeto de muchos, pero su labor es muy mejorable.

 

Tomado de Cubadebate