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AcebalAl decir Rolando Acebal Montes, es inevitable pensar en la disciplina y los resultados de los púgiles cubanos desde que asumió la dirección de la escuadra cubana de boxeo en 2009. Detrás de esa prestigiosa figura, se encuentra una noble persona que nunca olvidó sus humildes orígenes en el Realengo 18 guantanamero.

Siempre lo he dicho, convertirme en el director del equipo nacional es el logro más grande de mi carrera. En ese momento ya tenía tres décadas en Guantánamo como jefe de cátedra y entrenador. Trabajar con la selección cubana es una responsabilidad y la máxima aspiración de muchos entrenadores, asegura Acebal Montes, quien ha estado al frente del llamado “buque insignia” en las ediciones olímpicas de Londres 2012, Río de Janeiro 2016, Tokyo 2020 y París 2024, período en el que el boxeo cubano ha dado muestras de calidad con grandes estrellas como Julio César La Cruz, Arlen López, Lázaro Álvarez y Roniel Iglesias, entre otros.

Para el profe Rolando “desde el punto de vista estratégico para el boxeo, el Torneo Playa Girón es el más importante que tenemos en el país. Participan cada una de las provincias, independientemente de su tradición, y permite evaluar a los nuevos integrantes de la preselección cubana, establecer el ranking nacional y calificar las potencialidades.

Es positivo descubrir nuevas figuras, ver y evaluar cómo está la salud local de la disciplina, pero entre las dificultades que tenemos es la pobre participación, en esta edición se presentaron provincias que llegaron con muy pocos atletas, algo que limita el desarrollo en los diferentes territorios, precisa Acebal Montes, quien dialogó con Venceremos precisamente durante la reciente edición del Playa Girón, en Camagüey.

Históricamente el boxeo ha ganado méritos que lo catalogan como uno de los deportes más gloriosos de la nación, dados los resultados internacionales. Sin embargo, la cita olímpica de París no resulto del todo positiva para la escuadra cubana.

Fuimos en orden ascendente en cuanto a resultados en Londres 2012, Rio de Janeiro 2016 y Tokio 2020, pero a París llegamos con diversas dificultades a mediados del ciclo olímpico, donde tuvimos bajas significativas, atletas que desertaron de la selección y acudimos a jóvenes figuras que todavía no estaban en condiciones de asistir a los Juegos Olímpicos. Se necesita tiempo para formar a un atleta de ese nivel.

La salud del boxeo cubano no está grave, pero tampoco en su mejor momento. Por ejemplo, tenemos limitaciones materiales, como el déficit de guantes en los territorios. A esto se suma la cantidad de profesores que han salido de los diferentes territorios para el extranjero”, afirma el experimentado técnico.

Con la apertura en La Habana el pasado agosto del primer cartel profesional, varios púgiles de la mayor de las Antillas se suman a esta nueva modalidad, en las que ya se han llevado el titulo de campeones de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA).

Para nosotros es algo muy positivo. Primero, contribuye a la preparación y la calidad del boxeador y segundo, representa un estímulo económico que es muy valioso para ellos y su familia. Queremos incrementar nuestra participación en esta modalidad; tenemos atletas como Julio César La Cruz y Arlen López que han incursionado en eventos olímpicos y queremos aumentar la incursión de nuevas figuras en este certamen como Erislandi Álvarez.

En este momento se realizan cambios dentro de la IBA. Queremos mantenernos en las diferentes organizaciones como la World Boxing y la IBA, mantenernos tanto en el boxeo amateur como profesional. De ahí depende el futuro de nuestro deporte, asevera.

En el ámbito personal Acebal es ese profesor consagrado a su disciplina, al trabajo, motivando siempre a sus muchachos, buscando de ellos su mejor versión y a él se deben también los resultados de cada uno de los púgiles. No es casualidad que en varias ocasiones haya sido nombrado como el mejor entrenador del mundo por la Asociación Internacional de Boxeo Amateur.

“Las victorias no son solo mías, sino también del pueblo, de mi Guantánamo querido donde me formé como entrenador. Han sido unos años muy bonitos, porque tengo la oportunidad de contar con un colectivo con muy buena formación integral. Me ha dado mucha felicidad este periodo con la escuadra nacional.

“A pesar de las limitaciones, hay que trabajar mucho sobre todo la parte educativa y la teórica. Debemos tener una atención diferenciada con cada púgil, ya que nosotros somos una familia y trabajamos con ellos como nuestros hijos. Me he sentido cómodo porque estoy haciendo lo que me gusta y he tenido mucho apoyo, concluye.