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 TDM DM andy alejandroCada derrota tiene matices. Algunas no pueden tratarse como un simple revés, como la sufrida este miércoles por los cubanos en los cuartos de final del torneo de tenis de mesa por equipos de los II Juegos Panamericanos Júnior, instancia en que pocos esperaban verlos.

Alejandro Martínez y Andy Maqueira demostraron en el gimnasio de la Secretaría Nacional de Deportes que sobran las razones para confiar en ellos y el futuro que les espera en este deporte.

En un certamen en el que la mayoría de los rivales les superaba en edad y experiencia, Alejandro y Andy hicieron soñar a sus seguidores cuando consiguieron avanzar desde el grupo C.

Cedieron 0-3 ante el favorito elenco de Estados Unidos antes de encadenar triunfos consecutivos sobre México y Ecuador en cuatro mangas, y varios destellos de genialidad.

Desventajas remontadas en los momentos más tensos, trabajo conjunto para “salvar” sets que parecían perdidos y espectaculares jugadas individuales, marcaron el accionar de los cubanos en una jornada en la que se sintieron grandes.

Y así llegaron hasta los cuartos de final para enfrentar al conjunto de Venezuela, integrado por Jesús Tovar y Carlos Ríos, este último campeón del doble mixto como pareja de Dakota Ferrer.

Alejandro abrió la senda con triunfo de 3-2 sobre Tovar, y a seguidas Andy sometió también en cinco sets a Ríos. La escena se “pintaba” para soñar con las semifinales y llegar a la medalla añorada…

Sin embargo, otra fue la historia cuando los venezolano evitaron la barrida con una victoria por 3-1 en el duelo de dobles que les permitió tomar un segundo aire, e iniciar la remontada, con la blanqueada de Ríos sobre Alejandro y el éxito de Tovar frente a Andy en un pulso que se extendió hasta el límite.

Resultó un duro golpe para los jóvenes cubanos, quienes estuvieron muy cerca de ganar una reconfortante medalla, después de despedirse con las manos vacías en las restantes modalidades del programa.

El torneo de equipos le dio una última oportunidad para brillar y no la desaprovecharon, aunque finalmente no consiguieron subirse al ansiado podio.

A su favor hablan las desventajas con encararon una cita convocada para menores de 19 años, y a la que Cuba asistió con un grupo de jugadores cuya edad promedio no llegaba a los 15.

No obstante, plantaron cara, jugaron de tú a tú frente a cada rival y, sobre todas las cosas, con la satisfacción de estar disfrutando de la primera de muchas experiencias en una  justa multideportiva.

Tomado de JIT