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La cubana Silinda Morales se mostró exultante tras conseguir este domingo la medalla de bronce en el lanzamiento de disco del Mundial de atletismo de Tokio y consideró que el futuro le deparará grandes alegrías.

"Esto es solo el principio de un largo recorrido para mí porque pienso seguir esforzándome, eso es lo más importante, hacerlo cada día", estimó la discóbola de 25 años, que batió además su mejor marca personal (67,25 metros).

Para conseguir esta décima medalla mundial en disco para su país y la primera en seis años, Morales estuvo entrenando primero en Cuba y luego en una concentración en España, en Guadalajara (cerca de Madrid), algo que considera que ha sido determinante para subir al podio.

"La preparación que tuvimos ha sido muy dura. Estuve entrenando primero en Cuba y luego en Guadalajara, en España, de allí vinimos para acá. Todas las partes de la preparación fueron duras, no puedo describir. Yo cada día trabajé más y más para mejorar en lo que me hacía falta mejorar, para poder alcanzar esto aquí", explicó.

"Me aportó mucho ir a España, allá estamos concentrados en un mismo lugar y tenemos la pista cerca. Creo que ha sido un lugar importante para desarrollarnos como hemos hecho", señaló, sin poder ocultar los nervios en su intervención ante los medios de comunicación.

Se trata para ella de su primera medalla en una gran cita en categoría absoluta, después de haber sido campeona mundial júnior en 2017 y bronce mundial Sub-20 en 2018.

 

Tomado de Cubasi