El capitán del transbordador Sewol, Lee Joon-seok, fue sentenciado hoy a 36 años de cárcel por abandonar a más de 300 pasajeros que perdieron la vida al hundirse la embarcación, la mayoría estudiantes de secundaria.

El accidente ocurrió el 16 de abril pasado cuando este barco zozobró con 459 personas a bordo, de las cuales solo sobrevivieron 174.

Lee, de 69 años, fue juzgado por no hacer nada para rescatar a los pasajeros cuando el Sewol se volcó y hundió en el suroccidente de Surcorea. Inicialmente la corte de Gwangju, a 330 kilómetros de esta capital, pedía pena de muerte.

El capitán fue duramente criticado por abandonar a sus pasajeros y figurar entre los primeros en ser rescatados.

Además, la tripulación se considera responsable de la mayoría de las decesos porque ordenó a los pasajeros a no moverse y permanecer en sus cabinas, lo cual los sentenció a muerte.

Otro de los condenados hoy fue el ingeniero jefe, a 30 años de cárcel, y otros 13 integrantes de la tripulación recibieron penas de cinco a 20 años, las más severas para el primer y segundo oficiales, a quienes la procuraduría pedía cadena perpetua.