Los diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP arriban hoy a su segundo aniversario en medio de un impasse provocado por la captura del brigadier general Rubén Darío Alzate, quien permanece en manos de esa guerrilla.
El comandante de la contrainsurgente Fuerza de Tarea Conjunta Titán, Alzate, el cabo segundo del Ejército Jorge Contreras y Gloria Urrego, abogada al servicio de esa unidad, fueron retenidos este lunes en el Departamento del Chocó, en el noroeste de ese país.
Ante este hecho, el presidente Juan Manuel Santos suspendió temporalmente las conversaciones de paz que tienen sede permanente en La Habana desde la instalación de la mesa de conversaciones en 2012.
En un comunicado del Bloque guerrillero Iván Ríos, divulgado este martes en el Palacio de Convenciones de esta capital, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo (FARC-EP) reiteraron la necesidad de pactar un cese bilateral del fuego para evitar tales situaciones.
El texto expresa, asimismo, el compromiso de esa guerrilla de respetar la vida e integridad de los prisioneros "hasta donde les sea permitido por la ira oficial", mientras ratifica al diálogo como solución a los problemas que aquejan a Colombia.
En esa ocasión, el comandante guerrillero Pablo Catatumbo reiteró la disposición a contribuir con una pronta y sensata solución de este problema, bajo la convicción de que lo que hay que suspender es la guerra y no los diálogos de paz.
Calificó como una insensatez la decisión del Gobierno colombiano de continuar las pláticas en medio de la confrontación, al considerar que un cese de hostilidades evitaría incidentes como este y brindaría la posibilidad de avanzar en el logro de consensos, sin sobresaltos.
Catatumbo llamó al Ejecutivo de Colombia a ofrecer una explicación "un poco más creíble" sobre la presencia del brigadier general Alzate en esa zona de confrontación, vestido de civil, y violando todos los protocolos de seguridad.
Los equipos negociadores, encabezados por el exvicepresidente Humberto de la Calle y el comandante guerrilleo Iván Márquez, debaten sobre el tema de los derechos de las víctimas de la guerra, cuarto punto en discusión de una agenda de seis para el fin del conflicto.
Con Cuba y Noruega como garantes y el acompañamiento de Chile y Venezuela, las partes lograron acuerdos parciales en los asuntos de reforma rural, participación política de las FARC-EP, y drogas ilícitas.