Llamándolo "un momento emocionante y poderoso", la directora del Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC, por su sigla en inglés), Rochelle Walensky anunció que las personas completamente vacunadas contra la COVID-19 no necesitan usar máscaras o practicar el distanciamiento físico en interiores o exteriores, excepto bajo circunstancias especiales, reportó CNN.
La medida es aplicable a quienes tienen las dos dosis de Moderna, BioNTech/Pfizer o la dosis simple de Johnson & Johnson, según las directivas emitidas por las autoridades sanitarias estadounidenses.
De esta forma, uno de los países más afectados por la pandemia intenta recuperar la normalidad luego de que un número importante de su población ha sido inmunizada.
Walensky acudió a los resultados de tres estudios, uno en Israel y dos en Estados Unidos, para validar la decisión tomada por esta organización sanitaria.
El estudio israelí, que fue publicado en la revista médica JAMA, mostró que la vacuna fue 97 % efectiva contra la COVID-19 sintomático y 86 % efectiva contra infecciones asintomáticas en más de 5 000 trabajadores de la Salud.
Sin embargo, el anuncio de Walensky tiene algunas salvedades. Advirtió que las personas inmunodeprimidas deben hablar con sus médicos antes de renunciar a sus nasobucos.
También dijo que "el año pasado nos ha demostrado que este virus puede ser impredecible, por lo que, si las cosas empeoran, siempre existe la posibilidad de que necesitemos hacer cambios en las recomendaciones".
Antes de abandonar las mascarillas, hay que disminuir la transmisión del coronavirus
Para controlar la transmisión del coronavirus, la Organización Mundial de la Salud continúa recomendando el uso de mascarillas en cualquier situación independientemente del número de personas vacunadas en los países que están en fase avanzada de inmunización.
Así reaccionaba la Organización ante una pregunta sobre las nuevas directrices publicadas el pasado jueves en Estados Unidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades que permitirán a la población vacunada no llevar mascarilla en la mayoría de los espacios cerrados.
"El establecimiento de políticas para el uso de mascarillas (…) depende en gran medida del contexto: se trata de la cantidad de virus que circula por el país, de la cantidad de vacunas, de las vacunas que se están poniendo, de las variantes de interés, de las variantes de preocupación que están circulando. Debemos tener todo esto en cuenta a la hora de pensar en cómo ajustar las políticas asociadas al uso de mascarillas", afirmó la doctora Maria Van Kerkhove en rueda de prensa.
La epidemióloga recordó que en algunos países han podido controlar la COVID adecuando sus medidas sociales y de salud pública sin necesidad de usar vacunas, entre estas naciones mencionó a Australia o Nueva Zelanda.
"En la actualidad, sólo el 0,3 % del suministro de vacunas se destina a los países de bajos ingresos. El goteo de vacunas no es una estrategia eficaz para luchar contra un virus respiratorio mortal", afirmó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud.
Tedros añadió que en países como la India se continúa registrando un número preocupante de casos, hospitalizaciones y muertes, y que otros como Nepal, Sri Lanka, Vietnam, Camboya, Tailandia y Egipto también tienen carencias y están lidiando con picos de casos y hospitalizaciones.
"La COVID-19 ya se ha cobrado más de 3,3 millones de vidas y estamos en camino de que el segundo año de esta pandemia sea mucho más mortífero que el primero. Para salvar vidas y medios de subsistencia hay que combinar las medidas de salud pública con la vacunación -no una u otra- y esta es la única manera de salir de la pandemia", recordó.