Imprimir

f0215972Cuando el avión modelo Gulfstream del Departamento de Justicia de EE. UU. partió desde la isla africana de Cabo Verde rumbo al estado de la Florida, se producía, no solo el secuestro y extradición del diplomático venezolano Alex Saab, sino la fractura de las conversaciones de paz entre el Gobierno bolivariano y la oposición, que se realiza en México. Objetivo este que se han propuesto los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia.

En protesta por tan ilegal y repudiable acto, la delegación del Gobierno de Venezuela para el diálogo suspenderá su participación en la mesa de negociaciones con la oposición, anunció el presidente del Parlamento y jefe de la delegación, Jorge Rodríguez, citado por Sputnik.

Rodríguez indicó que Venezuela hace responsables de este hecho al Gobierno guerrerista de Iván Duque, a Estados Unidos y a los actores violentos de la ultraderecha de este país.

Se consumaba así una flagrante violación de las leyes de Cabo Verde y de la Convención de Viena sobre derechos diplomáticos.

Además, se trata de uno de los representantes permanentes de Venezuela en la Mesa de Diálogo con la oposición, «con lo cual este crimen atenta también contra el buen desarrollo de las negociaciones», destacó el Gobierno de la República Bolivariana en un comunicado.

Alex Saab ha permanecido detenido bajo arresto domiciliario en Cabo Verde desde 2020, mientras hacía una parada técnica, pese a su condición diplomática de enviado especial de Venezuela, después de ser sancionado por el Departamento del Tesoro de EE. UU. en julio de 2019, acusado de supuestamente tener «contratos sobrevalorados» para la construcción de viviendas de interés social en su país, y –según Washington– por permitir que Nicolás Maduro se «beneficiara significativamente» de la importación y distribución de alimentos, a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), de acuerdo con reportes de RT

Tomado de Granma