Esta y la próxima semana estarán ocupados los franceses en lo que debe ser una reflexión acompañada de incertidumbre, hasta que llegue el 24 de abril, fecha en que se elegirá al presidente de la nación, entre los dos más votados en las urnas el pasado domingo, es decir, entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen.
Uno y otra, separados apenas por poco más del 3 % de las papeletas depositadas, tendrán en el 22 % de los que optaron por la abstención, al principal objetivo para conquistar.
Ganar a los indecisos y a quienes votaron por otros candidatos ya eliminados, sería la sumatoria necesaria.
Estos comicios se realizan en momentos en que la economía francesa se debate por la subida de los precios del combustible, luego de las sanciones a Rusia y la negativa europea de comprar gas y petróleo a ese país, principal suministrador por décadas.
Igualmente, el precio de los alimentos ha ascendido enormemente y el bolsillo del ciudadano medio se resiente, mientras los más afectados vuelven a ser los de menores ingresos, desempleados y otros.
Por todo ello, estos días de incertidumbre tendrán, necesariamente, un gran componente vinculado a la evolución de la guerra en Ucrania, y muy especialmente al apego europeo a las sanciones contra Rusia instigadas desde Washington.
Incluso, el curso de estos acontecimientos puede cambiar el patrón de votación. Por lógica, los electores cuyos aspirantes fueron eliminados en primera vuelta, deben inclinarse a la tendencia de su agrupación política; aunque, por lo general, deben beneficiar a Macron, por cuanto la posición de extrema derecha de Le Pen es menos compartida como una opción válida dentro de lo que llaman la «democracia europea».
No obstante, el solo hecho de constatar que Le Pen se acomodó esta vez en el segundo lugar de preferencias, y a muy poca diferencia del primero, puede significar un camino hacia el dominio de la extrema derecha, con una candidata que no ha perdido tiempo para tratar de convencer a seguidores disgustados, votantes de otros partidos y la alta cifra de indecisos que optaron por la abstención en la primera vuelta del pasado domingo.
Tomado de Granma