El Ministerio de Defensa ruso comunicó que el número y la escala de los ataques contra objetivos militares en Kiev aumentarán en respuesta a las agresiones de las fuerzas de Ucrania en su territorio.
Indicó que las fuerzas de defensa aérea rusas derribaron con un sistema de misiles antiaéreos S-400 un helicóptero ucraniano Mi-8 que la víspera atacó a civiles en la localidad de Klímovo, en la región rusa de Briansk, causando ocho heridos, entre ellos una mujer embarazada y un niño.
Este jueves, el gobernador de la provincia rusa de Bélgorod, Vyacheslav Gladkov, informó sobre dos actos de agresión a la región por parte de las fuerzas ucranianas.
En la madrugada de este viernes, misiles marítimos de largo alcance Kalibr atacaron una instalación militar en las afueras de la capital ucraniana, donde fueron destruidos talleres de producción y reparación de sistemas de misiles antiaéreos de largo y medio alcance y de misiles antibuque, informó el ente castrense.
Konashénkov destacó que las fuerzas de esta nación euroasiática tomaron el control de la fábrica siderúrgica Iliich, en la ciudad portuaria de Mariúpol, y la “liberaron completamente de los nacionalistas ucranianos”.
Reportó además que las tropas de cohetes impactaron una unidad mercenaria polaca en la localidad de Izyúmskoye, en la región de Járkov, resultando eliminados hasta 30 soldados.
Esta noche fueron derribados también ocho drones enemigos y otros 20 objetivos militares mediante el uso de misiles aéreos de alta precisiones y la aviación táctica-operativa.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar y desnazificar” Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
Comité de investigación ruso informa que 25 países suministraron armas a Ucrania

Comité de Investigación de la Federación Rusa. Foto: RT.u
El Comité de Investigación de Rusia informó este viernes que dispone de datos sobre los suministros de armas a Ucrania procedentes de 25 países, entre ellos 21 Estados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
En declaraciones a la prensa tras una reunión operativa en la ciudad rusa Rostov del Don, el presidente de ese organismo, Alexander Bastrykin, indicó además que más de mil militares ucranianos que se rindieron durante la contienda entre ambos países están detenidos y son investigados en la nación euroasiática.
“La gran mayoría ha sido interrogada por los investigadores”, señaló, según la agencia de noticias TASS.
Advirtió que entre ellos se encuentran cinco comandantes de unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania involucrados en acciones genocidas contra civiles en la región rebelde de Donbass.
Bastrykin indicó además que los militares y los ultranacionalistas ucranianos prohibieron a los habitantes de Mariúpol salir de la ciudad desde febrero, según las declaraciones de los refugiados entrevistados.
Los testigos explicaron que recibieron amenazas de uso de violencia, a la vez que las fuerzas de Kiev minaron las carreteras y dispararon con armas ligeras a los convoyes que intentaban salir de la ciudad.
El Comité de Investigación subrayó que cuenta con numerosas pruebas de que las tropas ucranianas colocaron lanzamisiles Grad y equipos militares en zonas residenciales, utilizando guarderías, escuelas y hospitales como refugios y puntos de disparo, así como de los bombardeos sistemáticos contra infraestructuras civiles.
Según el jefe de ese organismo ruso, las indagaciones ofrecieron más información acerca del caso penal sobre la creación de armas biológicas en Ucrania, la cual reafirmó la estrecha cooperación de Kiev con los países occidentales en materia de investigaciones biológicas.
Advirtió que el conjunto de documentos recogidos evidencian la realización de investigaciones especialmente peligrosas, la exportación de biomateriales al extranjero, la financiación, así como el control de los experimentos en los laboratorios biológicos ucranianos y georgianos por parte del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Explicó que las prueban muestran la concentración de los trabajos en el estudio de patógenos mortales y sus formas de propagación, a pesar de los riesgos de una catástrofe biológica en Europa.