Desde hace más de dos meses, EE.UU. inició un despliegue militar en el Caribe del que es parte el portaaviones Gerald Ford, con el falso pretexto de contrarrestar el narcotráfico y la clara intención de provocar un cambio de régimen en Venezuela.
La República Bolivariana de Venezuela rechazó de manera categórica, firme y absoluta las recientes declaraciones del secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien volvió a señalar la existencia del llamado Cartel de los Soles y lo calificó de organización terrorista.
Para el Gobierno venezolano, esta acusación constituye “una nueva y ridícula patraña”, destinada a construir un pretexto que permita legitimar una intervención ilegítima e ilegal bajo el clásico esquema estadounidense de cambio de régimen.
En un comunicado oficial, Caracas afirmó que Rubio reedita “una infame y vil mentira”, una narrativa sobre una organización inexistente que ha sido utilizada en múltiples ocasiones para promover agresiones políticas, diplomáticas y militares contra el país. Según el documento, esta maniobra seguirá el mismo destino que las anteriores: fracasar, debido a la falta de sustento y al rechazo generalizado en la región.
El Gobierno venezolano sostuvo que resulta absurdo que un alto funcionario estadounidense invierta esfuerzos en atacar al país, obligando a Venezuela a responder “infamias y calumnias”.
Sin embargo, subrayó que, pese a estos intentos, el pueblo venezolano permanece unido, cohesionado y en plena actividad nacional, especialmente en el marco de las festividades de fin de año.
Asimismo, Caracas instó a Washington a rectificar su “errática política de agresiones y amenazas”, asegurando que estas acciones afectan no solo a Venezuela, sino también a los países del Caribe, sin aportar absolutamente nada a un verdadero combate contra el tráfico ilícito de drogas.
Para el Gobierno bolivariano, Estados Unidos carece de legitimidad moral para acusar a otras naciones mientras mantiene políticas que agravan la inestabilidad regional.
El comunicado concluye destacando que el pueblo venezolano, respaldado por su unión popular, institucional y militar, sabrá resguardar la paz y los intereses de la República frente a cualquier amenaza externa. Citando al Libertador Simón Bolívar, el texto reafirma que “la paz será mi puerto, mi gloria y mi recompensa”, subrayando que Venezuela defenderá su soberanía ante cualquier intento de agresión.
Desde hace más de dos meses, EE.UU. inició un despliegue militar en el Caribe con el falso pretexto de contrarrestar el narcotráfico, pese a evidencia sobrada de que el 80 por ciento del tráfico de drogas hacia ese país discurre por el océano Pacífico y datos fehacientes de las incautaciones récord logradas por Venezuela. La Casa Blanca no repara en las causas del elevado consumo de drogas en EE.UU. ni persigue a los narcos que viven allí, pero insiste en culpar a Caracas para presentarla como narco Estado y agredirla sin tapujos.
Este despliegue militar, que incluye un portaaviones, un submarino nuclear y miles de misiles y efectivos, amenaza seriamente la paz en América Latina. Desde entonces Washington ha ejecutado más de 80 ejecuciones extrajudiciales en aguas del Caribe y el océano Pacífico. En lugar de interceptar embarcaciones supuestamente vinculadas al tráfico de drogas, las destruye y asesina a sus tripulantes, violando el derecho internacional y el derecho a la vida.
Tomado de Cubasi




