jose manuel albaresLas declaraciones se producen después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró que su país prepara ataques por tierra dentro del territorio venezolano como parte de su despliegue militar en el Caribe.

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, afirmó este miércoles que la situación en Venezuela «se tiene que resolver por medios pacíficos», en medio de las crecientes amenazas de invasión de EE.UU. contra la nación suramericana bajo un pretexto de lucha contra el narcotráfico que encubre una operación híbrida de cambio de régimen y desestabilización política.

Desde Bruselas, Albares declaró que España «siempre va a estar al lado de las soluciones dialogadas, pacíficas y democráticas». Albares recalcó que la solución debe ser «democrática y ante todo dialogada y genuinamente venezolana». Añadió que lo que desean para el pueblo venezolano es lo mismo que para el español: «paz, democracia y justicia social«.

El funcionario se encuentra en la capital de Bélgica, donde sesiona una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para mantener el apoyo militar a Ucrania

Tras la pregunta sobre si otros Estados miembros de la OTAN apoyarían una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, el jefe de la diplomacia española respondió que el país latinoamericano «no está dentro de la órbita de la OTAN ni de las acciones de la OTAN».

Albares insistió en que los lazos entre España y Venezuela son «fraternales», señalando que existe una «enorme colonia de españoles» en Venezuela y una «gran colonia de venezolanos en España».

Las declaraciones se producen después de que el presidente Donald Trump reiteró que su país prepara ataques por tierra dentro del territorio venezolano como parte de su despliegue militar en el Caribe, una presencia que Caracas denunció ante la Corte Penal Internacional como una amenaza contra su soberanía.

Asimismo el ilegal cierre del espacio aéreo venezolano por parte de Trump fue denunciado por Gobiernos y líderes internacionales como un acto «ilegal, arbitrario y absolutamente injustificado» dirigido contra la soberanía de la nación suramericana.

El Gobierno de Caracas condenó esta medida, recordando que Washington pretende «dictar órdenes y amenazar la soberanía del espacio aéreo», lo cual viola abiertamente la Carta de las Naciones Unidas. Este acto se suma al despliegue militar que EE. UU. mantiene en el Caribe, donde ejecutó más de 20 ataques contra embarcaciones y dejó al menos 80 personas asesinadas.

Ante la escalada de agresiones, el Gobierno venezolano reiteró su condena, acusando a Washington de intentar asfixiar económica y militarmente al país para destruir su institucionalidad democrática. Caracas instó a la comunidad internacional, a la ONU y a los organismos multilaterales a pronunciarse con firmeza frente a este «acto inmoral de agresión», advirtiendo que constituye una amenaza directa para la soberanía de Venezuela, la estabilidad del Caribe y la seguridad de la región.

La postura de España, defendiendo una solución pacífica y dialogada para Venezuela ante las amenazas de intervención militar de Trump, refuerza la línea de la autodeterminación y la no injerencia en los asuntos internos de las naciones del Sur Global.

El rechazo de Madrid a atizar la confrontación enaltece la importancia de la diplomacia y el respeto al derecho internacional, contrastando con la política de presión unilateral de Washington en América Latina.

Desde Bruselas, Albares declaró que España «siempre va a estar al lado de las soluciones dialogadas, pacíficas y democráticas». Albares recalcó que la solución debe ser «democrática y ante todo dialogada y genuinamente venezolana». Añadió que lo que desean para el pueblo venezolano es lo mismo que para el español: «paz, democracia y justicia social«.

El funcionario se encuentra en la capital de Bélgica, donde sesiona una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para mantener el apoyo militar a Ucrania

Tras la pregunta sobre si otros Estados miembros de la OTAN apoyarían una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, el jefe de la diplomacia española respondió que el país latinoamericano «no está dentro de la órbita de la OTAN ni de las acciones de la OTAN».

Albares insistió en que los lazos entre España y Venezuela son «fraternales», señalando que existe una «enorme colonia de españoles» en Venezuela y una «gran colonia de venezolanos en España».

Las declaraciones se producen después de que el presidente Donald Trump reiteró que su país prepara ataques por tierra dentro del territorio venezolano como parte de su despliegue militar en el Caribe, una presencia que Caracas denunció ante la Corte Penal Internacional como una amenaza contra su soberanía.

Asimismo el ilegal cierre del espacio aéreo venezolano por parte de Trump fue denunciado por Gobiernos y líderes internacionales como un acto «ilegal, arbitrario y absolutamente injustificado» dirigido contra la soberanía de la nación suramericana.

El Gobierno de Caracas condenó esta medida, recordando que Washington pretende «dictar órdenes y amenazar la soberanía del espacio aéreo», lo cual viola abiertamente la Carta de las Naciones Unidas. Este acto se suma al despliegue militar que EE. UU. mantiene en el Caribe, donde ejecutó más de 20 ataques contra embarcaciones y dejó al menos 80 personas asesinadas.

Ante la escalada de agresiones, el Gobierno venezolano reiteró su condena, acusando a Washington de intentar asfixiar económica y militarmente al país para destruir su institucionalidad democrática. Caracas instó a la comunidad internacional, a la ONU y a los organismos multilaterales a pronunciarse con firmeza frente a este «acto inmoral de agresión», advirtiendo que constituye una amenaza directa para la soberanía de Venezuela, la estabilidad del Caribe y la seguridad de la región.

La postura de España, defendiendo una solución pacífica y dialogada para Venezuela ante las amenazas de intervención militar de Trump, refuerza la línea de la autodeterminación y la no injerencia en los asuntos internos de las naciones del Sur Global.

El rechazo de Madrid a atizar la confrontación enaltece la importancia de la diplomacia y el respeto al derecho internacional, contrastando con la política de presión unilateral de Washington en América Latina.

Desde Bruselas, Albares declaró que España «siempre va a estar al lado de las soluciones dialogadas, pacíficas y democráticas». Albares recalcó que la solución debe ser «democrática y ante todo dialogada y genuinamente venezolana». Añadió que lo que desean para el pueblo venezolano es lo mismo que para el español: «paz, democracia y justicia social«.

El funcionario se encuentra en la capital de Bélgica, donde sesiona una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para mantener el apoyo militar a Ucrania

Tras la pregunta sobre si otros Estados miembros de la OTAN apoyarían una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, el jefe de la diplomacia española respondió que el país latinoamericano «no está dentro de la órbita de la OTAN ni de las acciones de la OTAN».

Albares insistió en que los lazos entre España y Venezuela son «fraternales», señalando que existe una «enorme colonia de españoles» en Venezuela y una «gran colonia de venezolanos en España».

Las declaraciones se producen después de que el presidente Donald Trump reiteró que su país prepara ataques por tierra dentro del territorio venezolano como parte de su despliegue militar en el Caribe, una presencia que Caracas denunció ante la Corte Penal Internacional como una amenaza contra su soberanía.

Asimismo el ilegal cierre del espacio aéreo venezolano por parte de Trump fue denunciado por Gobiernos y líderes internacionales como un acto «ilegal, arbitrario y absolutamente injustificado» dirigido contra la soberanía de la nación suramericana.

El Gobierno de Caracas condenó esta medida, recordando que Washington pretende «dictar órdenes y amenazar la soberanía del espacio aéreo», lo cual viola abiertamente la Carta de las Naciones Unidas. Este acto se suma al despliegue militar que EE. UU. mantiene en el Caribe, donde ejecutó más de 20 ataques contra embarcaciones y dejó al menos 80 personas asesinadas.

Ante la escalada de agresiones, el Gobierno venezolano reiteró su condena, acusando a Washington de intentar asfixiar económica y militarmente al país para destruir su institucionalidad democrática. Caracas instó a la comunidad internacional, a la ONU y a los organismos multilaterales a pronunciarse con firmeza frente a este «acto inmoral de agresión», advirtiendo que constituye una amenaza directa para la soberanía de Venezuela, la estabilidad del Caribe y la seguridad de la región.

La postura de España, defendiendo una solución pacífica y dialogada para Venezuela ante las amenazas de intervención militar de Trump, refuerza la línea de la autodeterminación y la no injerencia en los asuntos internos de las naciones del Sur Global.

El rechazo de Madrid a atizar la confrontación enaltece la importancia de la diplomacia y el respeto al derecho internacional, contrastando con la política de presión unilateral de Washington en América Latina.

Tomado de Cubasi

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