flotadoradatrumpEl presidente Donald Trump, anunció la nueva iniciativa de la Flota Dorada de la Armada de EE.UU.

El enfoque bélico de Donald Trump en las últimas semanas, que incluye el despliegue de “el portaviones más grande del mundo” como ancla de la flotilla naval más grande de la historia en el Caribe para amenazar a Venezuela y sus aliados, de pronto dio un giro hoy a… Groenlandia, y el gran anuncio de que Estados Unidos inaugurará un programa para construir una “flota dorada” de 20 acorazados que, claro, serán bautizados como buques de guerra “Clase Trump”.

En una conferencia de prensa convocada en su residencia y club privado Mar-a-Lago en Florida, donde también se presentaría su secretario de Guerra y su secretario de Estado, se esperaba posiblemente un anuncio de acciones bélicas contra Venezuela, pero aunque se abordó brevemente el tema, Groenlandia y los acorazados sustituyeron al país sudamericano en los anuncios.

El presidente se quejó de que mientras está trabajando en temas muy importantes como la fuerza naval y la reducción de precios de medicinas recetadas, los medios no dejaban de enfocarse en Jeffrey Epstein. Pero la mayor sorpresa del día fue Groenlandia y su deseada adquisición, tema que había sido abandonado desde principios de su presidencia.

Al confirmar el nombramiento de su enviado especial para Groenlandia, Trump afirmó que ese territorio es vital para Estados Unidos. “Necesitamos a Groenlandia para la seguridad nacional. Tenemos que tenerla”.

Pero Venezuela no fue olvidada, aunque el tema se abordó sólo porque los medios preguntaron. “Tenemos una armada masiva formada, por mucho la más grande que jamás hayamos tenido en Sudamérica”, respondió en torno a cuál era el objetivo de su gobierno ahí, y si quería que el presidente Nicolás Maduro dejara el poder. “Él puede hacer lo que quiera. Si quiere hacer algo, si quiere jugar rudo, será la última vez que juegue rudo”.

Horas antes, su secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, fue más directa en una entrevista en Fox News, declarando que Maduro “tiene que estar fuera”. Pero Trump evitó repetir esa instrucción directa cuando un periodista insistió sobre si el objetivo estadounidense era sacar a Maduro. “Le corresponde a él hacer lo que quiera. Pienso que sería inteligente que haga eso [salir del poder]. Pero, otra vez, lo veremos”.

Con su secretario de Estado Marco Rubio y de Guerra Pete Hegseth detrás de él, Trump repitió que los bombardeos a las embarcaciones en alta mar habían frenado el 92 por ciento de las drogas que ingresan por vía marítima a Estados Unidos, y que pronto se iniciarán ataques terrestres contra narcotraficantes. Preguntado por un periodista si eso era solo con Venezuela, Trump respondió: “no, cualquier lugar desde donde las drogas llegan, no solo Venezuela”.

Trump confirmó que está platicando con empresas petroleras estadounidenses cuyas operaciones en Venezuela fueron expropiadas en el pasado, pero no brindó detalles. Confirmó de nuevo que Estados Unidos se quedará con el petróleo interceptado en costas de Venezuela, y que el Guardacostas seguía persiguiendo un tercer buque petrolero que procedía hacia Venezuela pero que supuestamente ha dado la vuelta.

En la conferencia de prensa en ese punto sur de Florida, a veces autoproclamado como capital del Caribe, el tema de Colombia también estaba presente. “En respuesta a que Estados Unidos ha tomado el petróleo sancionado de Venezuela, el presidente colombiano Gustavo Petro criticó a Estados Unidos al decir, bueno, el suroeste [estadounidense] tiene tierras robadas que deberían de ser regresadas a América Latina. ¿Tiene una respuesta?”. Trump respondió que Petro “no es amigo de Estados Unidos. Es un hombre muy malo. Debe cuidarse el trasero porque hace cocaína y la envían a Estados Unidos de América desde Colombia”. Agregó que el presidente colombiano es “un alborotador” y acusó de que hay “por lo menos” tres fábricas mayores de cocaína cuya ubicación es conocida por Estados Unidos y que el país sudamericano debe cerrarlas.

Aun con todos estos anuncios, la nota principal para los medios estadounidenses sigue siendo la revelación de documentos y fotos de Trump y otras figuras famosas en los archivos del pedófilo fallecido Epstein. El presidente y su equipo han buscado ya durante meses dejar atrás ese tema sin éxito. Una vez más, el mandatario lamentó que “toda la cosa de Epstein es una manera de distraer del tremendo éxito del Partido Republicano”, expresando preocupación porque la reputación de tantos esté siendo manchada. “Están en una foto con él porque él estaba en una fiesta, y arruinas la reputación de alguien”, dijo, enfatizando otra vez que su relación con Epstein se rompió hace años y que nunca visitó su isla privada.

Trump dijo que mucho más importante para los medios debería ser su éxito en reducir los precios de farmacéuticos, y sobre todo, sus nuevos buques de guerra. “Estos serán los acorazados más grandes en la historia de nuestro país”, afirmó antes de corregirse y proclamar que serán “los acorazados más grandes jamás construidos en la historia del mundo”. Sostuvo que “ayudarán a mantener la supremacía militar estadounidense, revivirán la industria de astilleros estadounidenses e inspirarán temor en los enemigos de Estados Unidos por todo el mundo”. Los primeros dos serán construidos en los próximos cinco años, pero el plan es fabricar entre 20 a 25 a largo plazo.

“La Marina de Estados Unidos se encargará de diseñar de los buques junto conmigo, porque soy una persona muy estética”, declaró ante los medios.

El secretario de la Marina, John Cartwright Phelan, también presente en la conferencia de prensa, agregó que construir esos buques generará empleo por todo Estados Unidos y que “los acorazados Clase Trump serán los más grandes y más atractivos del mundo”.

Aparentemente en las guerras y conflictos del futuro, sean en torno de Venezuela o Groenlandia, será importante ser guapo y letal.

Tomado de Cubasi

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