Los registros de precipitaciones de Guantánamo marcaron, como promedio, 456.9 milímetros (mm.) de agua durante el primer semestre del año, cifra que representa el 57,9 por ciento del acumulado histórico para esta etapa.
Los pluviómetros de Baracoa muestran los mejores números - 954,9 mm al cierre de la información- e Imías es el territorio en que menos ha llovido este año. Los municipios de Caimanera, Niceto Pérez y el valle de Guantánamo son las zonas más afectadas por la sequía.
Según datos del puesto de mando de la Delegación provincial del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), los embalses exhiben discreta mejoría en relación al primer cuatrimestre del año: Pozo Azul y Los Asientos, ambos en San Antonio del Sur, sobrepasan la mitad de llenado; mientras Faustino Pérez, en Manuel Tames, alcanza el 48 por ciento de su volumen total.
Las cifras más alarmantes corresponden a las presas La Clotilde (8 por ciento), Jaibo (39,2) y la Yaya (24,84), esta última la de mayor capacidad en la provincia y que abastece a más de 65 mil pobladores de la zona sur de la ciudad capital, donde también se ubica el polo industrial.
No obstante, para aumentar los acumulados de ese reservorio, es preciso que llueva en el municipio santiaguero de Songo La Maya, donde nacen las fuentes que lo abastecen y está la cuenca del río Guantánamo.
A pesar de las lluvias de las últimas semanas, es apreciable la depresión de las fuentes suministradoras del vital líquido. Esta situación exige hacer el máximo esfuerzo por ahorrar agua tanto en el sector residencial como estatal; único paliativo que todos tenemos a mano, y el menos costoso.