Binimelis materializó su gran sueño de su vida: ser cocinero.
El joven chef de cocina que muchos cubanos vieron desenvolverse con destreza en el primer programa Pasaje a lo desconocido de 2019, se llama Yoelvis Binimelis Olivero y es miembro de la Asociación Culinaria de la República de Cuba (ACRC) en Guantánamo.
Al estelar espacio de la televisión cubana, conducido por el periodista Reinaldo Taladrid, asistió como invitado, junto a Eddy Fernández Monte, presidente de la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba (FACRC), y otros colegas, para promover exquisitos platos de la cocina nacional, entre ellos muchos típicos de Baracoa, su ciudad natal, como Pescado a la Santa Bárbara.
Por su profesionalidad fue seleccionado para trabajar provisionalmente como chef asesor de cocina en el restaurant gourmet del segundo hotel de lujo de Cuba, Grand Packard, de la compañía Iberostar en La Habana.
Aunque Binimelis, como lo llama la mayoría de quienes lo conocen, supo desde pequeño que podía ser un cocinero exitoso, a pesar de la persistencia del padre para que siguiera sus pasos en la vida militar, nunca pensó ascender a tan alto rango.
Sin embargo, cumplió ambos propósitos. Complació al progenitor tras cursar la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, en Guantánamo, luego la Escuela Interarmas General José Maceo, Orden Antonio Maceo, en Santiago de Cuba, y finalmente graduarse como oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en las que llegó hasta el grado de Primer teniente.
Después se dedicó a realizar el gran sueño de su vida. “Parece que como mi abuela, también llevo dentro el bichito de la cocina que la ciñó a ese contagioso oficio, al que consagró la mayor parte de su vida en la fonda de Cayo Güín, de la cual era dueña”.
Con esas ideas en su cabeza y 23 años, Binimelis se presentó al curso de formación culinaria para el Turismo en Santiago de Cuba, en el año 1999, y resultó uno de los 20 aprobados entre los más de 200 aspirantes.
El joven chef posa vestido de negro junto a colegas y amigos durante la celebración en Baracoa de la primera edición del evento nacional Sabor a las Villas.
“Desde entonces soy esclavo de la cocina, expresión del amor que siento por las artes culinarias”, declaró.
Tras graduarse, después de tres años de estudio, trabajó en el hotel Porto Santo, Rancho Toa (una finca campestre) y el restaurante La Punta, todos en la ciudad de Baracoa.
En el último de esos establecimientos emblemáticos, donde lleva 11 de los 19 años dedicados a la cocina, hizo sus prácticas laborales, luego volvió a una plaza como cubre francos y pasado unos años, siendo ya miembro de la plantilla, alcanzó la categoría de chef.
“Puedo asegurar que completé mi formación profesional con conocimientos sobre la vasta cultura culinaria existente en Baracoa, con muchos platos típicos y tradiciones, en cuya preservación y rescate trabajamos los integrantes de la ACRC”, dijo tras manifestar orgullo de haber nacido y vivir en la Primera en el Tiempo.
A esa organización, de la que siente orgullo de ser socio hace más de una década, también debe parte de su preparación y principales resultados.
Por medio de ella pasó curso de tercer nivel de Cocina y de Salsa (con notas excelentes) en la provincia de Granma, y junto a otros cuatro colegas, entre ellos Mayra de la Cruz Romero, presidenta de la ACRC en Guantánamo, fue de los primeros de la provincia graduados del curso para Chef de Cocina Internacional.
Resultó, igualmente, mejor alumno del curso de actualización de chef de cocina impartido por el Grupo de Gaviota, en la escuela ramal nacional del Ministerio de Turismo, en la capital cubana.
Asimismo participó y mereció reconocimiento por sus presentaciones en las tres ediciones de Sabor a las Villas cebradas en Baracoa, Santiago de Cuba y Bayamo, a propósito de la fundación de esos asentamientos cubanos.
En el programa Pasaje a lo desconocido. De pie y vestido de negro en el extremo izquierdo.
Ese evento, promovido por la Federación de ACRC, tiene lugar todos los años con el objetivo de profundizar en el estudio de los hábitos alimentarios importados por los colonizadores españoles e incentivar el rescate de la cocina tradicional cubana.
Binimelis, quien ostenta la Medalla al Mérito Culinario, máximo galardón que otorga la Federación de ACRC a cocineros destacados como él, obtuvo el primer lugar en el evento internacional Varadero Gourmet 2018, al presentar un postre cubano estilizado.
El también integrante del ejecutivo de la ACRC en Baracoa, propuesto a miembro federativo de la provincia y, consecuentemente, a la Federación Mundial de Sociedades de Chef, mereció elogios por participar, ejerciendo su función, en cenas de clausura de eventos de Turismo de Naturaleza y Circuba 2017.
Por las manos de Binimelis, experto en elaboraciones propias de su terruño, han pasado la mayoría de los noveles cocineros de Baracoa, primera villa fundada por el adelantado Diego Velázquez el 15 de agosto de 1511 y encantadora además de por su belleza natural, arquitectura vernácula y calor de su gente, por sus exquisitas comidas.