El aprovechamiento de fuentes alternativas para la producción de alimento animal es una norma en la finca La Esperanza del porcicultor Luis Enrique Simón Savón.
La producción local de alimentos alternativos para los animales debe ser una de las fórmulas a generalizar por campesinos guantanameros, ante la limitada posibilidad financiera del país para adquirir materias primas para pienso en el mercado internacional, donde los precios son cada vez más elevados.
Ante esa realidad, el Estado prioriza la producción nacional de alimentos, según establece el Lineamiento 160, de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, e indica destinar los recursos e inversiones a donde existen condiciones apropiadas para su empleo más efectivo.
El ingeniero Luis Enrique Simón Savón, uno de los mejores porcicultores de Cuba, representa un ejemplo a imitar en el aprovechamiento de fuentes alternativas locales para la producción de alimento animal.
En su finca La Esperanza, enclavada en Casimba Arriba, municipio de Manuel Tames, los cuatro mil cerdos, compartidos en convenios con tres hermanos, no padecen la escasez de pienso que afecta a la mayoría de los criadores, porque Savón, como más se le conoce, se yergue frente a las dificultades.
Su área, de 29 hectáreas, perteneciente a la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Frank País, permanece sembrada de punta a cabo con diversos cultivos. Ahora tiene maíz, plátano vianda y burro, yuca y mucha calabaza intercalada en los campos y hasta en las guardarrayas.
La mayor parte de esas producciones la destina a la alimentación de los cerdos, cientos de carneros y aves, y la otra al consumo de los trabajadores y venta a los vecinos de la comunidad y la población a través de ferias agropecuarias.
“También aprovechamos la palmiche, el mango y otras frutas que se dan en la finca, así como desechos de cosechas y residuos de las industrias pesquera y azucarera”, subrayó.
Producir más es una prioridad para el país, en su propósito por resolver la alimentación del pueblo y los animales.
Para el procesamiento de los referidos surtidos, el colectivo dispone de sendas fábricas artesanales para producir pienso criollo, y despulpar frutas, así como un departamento con tanques para la producción de yogur.
Al decir del porcicultor, La Esperanza aporta por encima del 30 por ciento de la comida pactada en el convenio con la Empresa Porcina, pero considera que deben incrementar la siembra de otros renglones, como sorgo, con alto valor nutritivo y resistente a la sequía, que también contribuiría a mitigar los constantes vaivenes en el suministro de pienso.
Con 20 años de experiencia en la actividad, Savón comentó que se trata de producir, como ha insistido el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, lo más que se pueda para evitar costosas importaciones.
Cría sus animales sin agredir el entorno, pues cuenta con cinco biodigestores en los que convierte el excremento en gas metano, utilizado en la cocción de alimentos y como abono orgánico para fertilizar el suelo, al tiempo que disminuye la carga contaminante.
Gilberto Pérez Vega, de la CCS Mariana Grajales, en el municipio de Guantánamo, es otro campesino que no se amilana ante la escasez de comida.
En su finca de dos caballerías, ubicada en la carretera hacia Niceto Pérez, las mayores áreas las dedica al cultivo de frutas y viandas, pero varias hectáreas permanecen sembradas con maíz, calabaza, king grass y moringa, para completar la alimentación de más de 100 cerdos, 250 carneros y algunas reses.
Él aprovecha el palmiche, los residuos de cosecha y compra caña, siempre que es posible, a la Empresa Azucarera… “Con esos componentes preparo pienso criollo, que luego mezclo con levadura Saccharomyces (subproducto de la industria azucarera) o miel, y los animales lo consumen sin dificultad”, apuntó el labriego enfrascado en incrementar la masa porcina.
“Al Estado le es imposible garantizar toda la comida a los porcicultores, pero no podemos cruzarnos de brazos, tenemos la responsabilidad de producir cada vez más, pues esa sigue siendo una prioridad para el país, todavía sin los resultados deseados”, enfatizó.
Los campesinos deben crear sus propios secaderos y pertrecharse de molinos, tanques y otros medios para la elaboración repienso, harina y yogures.
Potencialidades
En la provincia, al decir de directivos de la Empresa Porcina, la mayoría de los campesinos no aprovecha las fuentes alternativas disponibles en los municipios (desechos de cosechas, residuos de industrias, frutas…) y tampoco siguen el ejemplo de los referidos porcicultores ni de otros como Rafael Medina González, pilar en la utilización de esos recursos con ayuda de la ciencia.
Sus experiencias en la ceba de cerdos a partir de la elaboración y empleo del yogur de Jícama y de los desechos de cosechas, que al procesarse multiplican los valores proteicos.
El Doctor Pedro Lezcano Perdigón, investigador titular del Instituto de Ciencia Animal, valoró el trabajo de Medina y aseguró que el uso eficiente de alimentos alternativos locales puede contribuir a la solución del 70 por ciento de las necesidades en el país, fundamentalmente de la ganadería porcina.
Asimismo, subrayó la necesidad de multiplicar las mejores experiencias y poner en práctica numerosas investigaciones, relacionadas con la nutrición, producción, salud animal y medio ambiente, para disminuir la importación de soya y maíz.
A pesar de ello, es evidente la falta de iniciativa y motivación en muchos productores que se resisten a entender la utilidad de esa variante, demostrada por otros, para atenuar, de manera sostenida, la escasez de materias primas para elaborar pienso industrial.
“Los campesinos no podemos cruzarnos de brazos, tenemos la responsabilidad de producir cada vez más”, subrayó Gilberto Pérez Vega.
Con el ánimo de mejorar la alimentación de la población, en la que mucho incide la comida animal, el presidente Miguel Díaz-Canel, en la más reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, insistió en la necesidad de priorizar la producción de alimentos a lo largo y ancho del país.
El estadista instó a cultivar el maíz y otros renglones, aunque los rendimientos no sean óptimos, para sustituir importaciones y alcanzar, progresivamente, la soberanía alimentaria.
Por su parte, José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido, al intervenir en el Balance anual del Ministerio de la Agricultura, convocó a cambiar la mentalidad sobre la importancia de sembrar alimento para los animales.
El ejemplo de Savón, Gilberto y Medina, porcicultores de avanzada, y la exhortación de las máximas autoridades del país, deben ser interiorizados por quienes aún no se deciden a dar el paso para que la presencia de la carne de cerdo y otros productos sean mayores.