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proteccion al consumidor gtmoPerfeccionar el funcionamiento del mercado Santa Catalina propiciará mayor variedad y calidad de las ofertas.

“Los precios están por el cielo y la calidad de los productos por el piso”, sentenció una de las personas que esperaban en la cola para comprar alimentos en el Mercado Agropecuario Estatal (MAE) Santa Catalina, único climatizado de la ciudad de Guantánamo.

 

Dentro del establecimiento, ubicado en la populosa calle Los Maceo entre Crombet y Emilio Giró, otros consumidores también manifestaron preocupaciones: Maricela Marrero Sánchez, clienta habitual de la unidad, cuestionó la pésima calidad de los mangos: “La mayoría están verdes y el resto pasados de tiempo, por lo que voy a tener que irme a casa sin ellos”.

 

La guantanamera elogió lo beneficioso que resulta disponer de un centro dedicado a ofertar productos de primera calidad en el centro de la ciudad, pero lamentó que no cumple con ese propósito.

 

Por su parte, Rafael García Faure, también consumidor del MAE, aseguró que generalmente hay ofertas, pero los oportunistas se las ingenian para entrar de primeros, y se llevan jabas repletas con los mejores surtidos.

 

Sobre el particular, recomendó controlar con rigor productos altamente demandados como el tomate y la malanga, para evitar su acaparamiento y reventa por elementos inescrupulosos.

 

Como otros entrevistados, criticó la venta, en ocasiones, de viandas, vegetales y frutas a punto de podrirse, eso es irrespeto a los consumidores, quienes tienen que recibir servicios de calidad.

 

De salida del establecimiento, Hermes Betancourt Padilla opinó que debe existir mayor atención por parte de la dirección de la Empresa de Acopio, a la cual se subordina el mercado, para estabilizar el suministro y variedad de los surtidos, fundamentalmente de vegetales y frutas, los menos presentes.

Exigió respetar la correlación calidad-precio, pues no se corresponde y los segundos siempre están muy por encima de la primera, afectando el bolsillo de los consumidores.

proteccion al consumidor gtmo2Los consumidores lamentaron la falta de calidad de muchos productos.

La calidad debe primar

 

Dentro del local, con salón principal para el expendio de productos agrícolas mediante el sistema de autoservicio, área para beneficio de estos, punto de venta de carne y cafetería, Erisleidis Beltrán Armeto, al mando de la unidad desde mediados de junio, aseguró que “se esfuerzan por eliminar las fallas que aquejan a la población”.

 

Respecto a la calidad de las ofertas, dijo que resulta complicado complacer todos los gustos porque cuando se agotan los surtidos óptimos, la gente rechaza los existentes debido a que les parecen pequeños, aunque asegura que son de primera.

 

“Nuestro objeto social es vender productos que reúnan las condiciones exigidas y no precisamente tienen que ser solo los más grandes pero, a veces, debido a la escasez de estos, hemos tenido que ofertar los de segunda y habrá que seguir haciéndolo para evitar el desabastecimiento total”, opinó, aunque tal decisión niega el objetivo fundacional del mercado, que debe siempre, marcar la diferencia.

 

Tal argumento -insistimos- constituye una violación de esos principios y, por tanto, no debe permitirse: vender con inferior calidad a iguales precios es engañar al consumidor.

 

De recorrido por el local, el administrador explicó que el tomate que se ofertaba en ese momento era traído de las montañas de San Antonio del Sur, donde para esta fecha generalmente es afectado por plagas. “Usted los ve hermosos y cuando los coge se percata de que están podridos por dentro”, alertó.

 

No obstante, aseguró que la mercancía se beneficia antes de sacarse a la venta. Sin embargo, a juzgar por el mango, el ñame y el tomate que se ofertaban ese día, tal procedimiento adolece del rigor y la seriedad requeridos.

 

Aparte de los renglones mencionados, este equipo de reporteros constató el pasado 2 de julio (día de la visita) la existencia en los estantes de fruta bomba, pepino, quimbombó, tres tipos de plátano (burro, fruta y vianda) y malanga.

 

El administrador informó, por otro lado, que los productos que no clasifican en la categoría exigida, pero están aptos para el consumo, se comercializan en la placita El Apio, anexa al MAE, en Beneficencia esquina a 2 Norte. La afirmación evidentemente contradice sus propias declaraciones cuando habla de ventas en el “climatizado” de productos afectados por plagas o como declara en párrafo anterior: “Hemos tenido que ofertar los de segunda y habrá que seguir haciéndolo para evitar el desabastecimiento total”.

 

Dijo, además, que muchos surtidos se agotan con rapidez debido a la alta demanda de la población, aunque ha tenido que llamar la atención a algunos dependientes por permitir compras exageradas, pese a estar regulada la venta a 10 libras por persona.

 

Sin embargo, no basta con reconocer y repetir esa violación que afecta el servicio, también es necesario aplicar medidas de rigor a los trabajadores que infringen lo establecido y denunciar a los acaparadores-revendedores.

 

Entrevistado, Diobanis Hernández López, director de la Empresa provincial de Acopio, subrayó que el pasado 12 de junio se asignó un carro al mercado climatizado para que cumpla, eficientemente, con el objeto social de ofertar surtidos variados y de calidad.

proteccion al consumidor gtmo3Los consumidores lamentaron la falta de calidad de muchos productos.

Respetar al consumidor: lo más importante

 

Nada justifica que el Santa Catalina distorsione el principio para el cual fue diseñado, menos ahora que volvió a disponer de vehículo para realizar gestiones propias incluso en otros municipios. Su administración debe organizar el trabajo, exigir y controlar para que haya orden y disciplina dentro del colectivo y se respeten los derechos de los consumidores al amparo de la Resolución 54 del Ministerio de Comercio Interior.

 

En junio, el Santa Catalina vendió cerca de una tonelada de carne de cerdo suministrada por la Empresa Porcina, a 20 pesos la libra, así como de pollos camperos, a 25 pesos la libra; de conejo, a 28, y de carnero, a 22, contratados a los concurrentes, así como refrescos y jugos elaborados con frutas cuya calidad fue mermando.

 

Gracias a esos surtidos y sus precios pudieron cubrir pérdidas generadas por la no venta de productos agrícolas y sobrecumplir el plan de ese mes, ascendente a 274 mil pesos.

 

Como novedad de la comercialización, el director de la Empresa provincial de Acopio informó que en los próximos días se creará en ese mercado un área para empaquetar viandas en trozos (malanga, yuca y calabaza; además de maíz tierno) para caldosa, siempre que sea posible.

 

Es halagüeña toda iniciativa que favorezca al consumidor, pero también la población precisa que Acopio, responsable directo del mercado, ponga coto a las violaciones de la unidad y garantice su correcto funcionamiento para que los guantanameros disfruten del servicio que merecen.

proteccion al consumidor gtmo4El área de beneficio no garantiza que solo salgan a la venta los surtidos de primera calidad.