Joaquín Díaz Cantillo, director de la Empresa, explicó que el 75 por ciento de las afectaciones fueron por mantenimientos en las líneas energizadas, como parte de los esfuerzos para reducir la ocurrencia de averías; y el resto por causas externas, como accidentes de tránsito y cortocircuitos.
El funcionamiento de una brigada de linieros para trabajar en caliente (con las líneas energizadas), es otro de los secretos de la Empresa para afectar lo menos posible el servicio eléctrico a la población, incluso en medio de coyunturas como la que vivió el país en septiembre, ante el déficit de combustibles.
Se disminuye, además, el tiempo de atención de los carros de guardia a las interrupciones reportadas por los clientes, a menos de 3,5 horas como promedio, gracias a la garantía del equipamiento, el personal técnico y el aseguramiento del combustible para el funcionamiento de los medios de transporte.
Mientras, solo el 12, 7 por ciento de la electricidad que entró a la provincia dejó de facturarse en lo que va de año, ya sea por causas técnicas (por transmisión) o debido al robo de electricidad, aseguró Díaz Cantillo, y agregó que a ello contribuye un intenso programa de detección de fraudulentos –más de 600 este año.
Como parte de las acciones para mejorar el servicio eléctrico –a las que se destinaron más de medio millón de pesos este año- cuenta además la eliminación de 22 zonas de bajo voltaje –se trabaja para llegar a 47 este año en todos los municipios-, y la normalización de siete tendederas.