José Sánchez Guerra, premio nacional de Historia Ramiro Guerra.Biznieto de mambí, José Sánchez Guerra todavía siente hervir en la sangre la llamarada de la insurrección, de la lucha por la nación, por su natal Guantánamo, de ahí que haya dedicado buena parte de la vida a defender esta tierra con las armas que posee, las del conocimiento que brinda la investigación histórica.
Máster en Estudios Cubanos y del Caribe y Presidente de la Comisión provincial de Monumentos, este hombre de porte sereno y 70 años de vida, acumula méritos en su trayectoria profesional, razón por la cual los guantanameros decidieron homenajearle en el capítulo local de la Feria del Libro.
A propósito de ese reconocimiento, Venceremos indagó en algunos elementos del quehacer del historiador, así nació esta entrevista, desarrollada en la “oficina” del hogar de Sánchez, porque se percibe que el estudioso apenas se despega del buró, incluso soñando, escribe...
Raigambre mambisa
De San Antonio Redó, un pueblito de Manuel Tames, proviene la familia de José Sánchez Guerra. Allí nació el 21 de diciembre de 1949 y aún rememora aquella infancia, mientras escuchaba las historias sobre la Guerra de Independencia que contaba la abuela, Obdulia Bertot Herrera “Lula”, junto a los tíos.
“También mi abuelo era descendiente de mambí: específicamente del capitán José María Guerra Téllez, capitán del Ejército Libertador. Oír las anécdotas despertaron en mí el interés por esos sucesos, aunque después me enamoré de la Geografía e incluso fui monitor de esa asignatura.
“Me gustaba explorar el lugar donde vivía, seguir el cauce de los arroyos para ver donde nacían, indagar sobre la naturaleza…” explica Sánchez, y se nota en sus ojos que aún queda mucho de ese brillo de curiosidad que sin dudas es imprescindible para investigar.
Me cuenta que tras los estudios, en primaria, secundaria, preuniversitario… dejó la academia para casarse y criar el primero de sus hijos en La Habana; 18 años tenía entonces y el primer trabajo que desempeñó fue Administrador de Farmacia. Luego la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) le solicitó ser el educador político en el Comité municipal de Guantánamo y ahí sí comenzó el vínculo con la historia en vivo y directo.
“Participaba en la comisión de activistas del Partido, era 1972, y veíamos allí el estado de los monumentos, su conservación, escribíamos biografías de mártires y héroes de la Revolución, aún guardo manuscritos de los últimos mambises que vivían en la ciudad, testimonios que ahora me percato exploté poco por inexperiencia.
“En ese tiempo tuve la suerte de conocer al doctor Luis de Morlote Ruiz, quien vivía al lado de la actual sede de la filial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, su amistad y sapiencias me fueron muy útiles.
“No fue hasta el 17 de mayo de 1978 que publiqué el primer artículo en Venceremos: Centenario del Combate de La Criolla, el último de la Guerra de los Diez Años, ahí se me desató la fiebre por escribir” -añade y señala algunos libros que le sirven de decoración, consulta y compañía-. Ese mismo año por solicitud de la Dra. Florentina Boti, escribí sobre la faceta periodística de Regino Eladio Boti, información que usé en el texto El Eco de las Voces. La Prensa en Guantánamo, 1902-1962 con Margarita Canseco en 2007”.
Obra de la vida
Durante los últimos 25 años Sánchez Guerra ha contribuido notablemente a la promoción de las tradiciones patrióticas y revolucionarias cubanas, mediante conferencias en centros militares y estudiantiles, además de la concreción de libros y centenares de artículos en revistas y periódicos.
“En 1982, a mi regreso de Angola, comencé a laborar en el Comité provincial del Partido, donde dirigí la sección de Propaganda y luego la de Investigación Histórica, desde este último puesto organicé El Managüí, el órgano divulgativo de la Unión de Historiadores de Cuba en 1986, junto a Guadalupe Quert, Juan Roberto Mineto… y con la colaboración del periódico Venceremos.
José Sánchez se confiesa amante de la escritura, más de 25 libros publicados avalan la pasión, así se evidencia en los textos Guantánamo, Primera Trinchera Antiimperialista (1988); Mausoleo del Mambisado Guantanamero. Semillero de Héroes (1995); La Emigración Anglo-Caribeña en Guantánamo (2004) (nominado al Premio Nacional de Critica de Ciencias Sociales, 2004) y El rayo que no cesa. Conflictos en Guantánamo, 1959-1962, Editorial El Mar y la Montaña. (Premio Regino Boti -2019), entre otros.
“Como historiador de la ciudad también contribuí a la fundación del Archivo Histórico Provincial, del Mausoleo del Mambisado guantanamero (hoy Monumento Nacional); propuse en 1989 la Conmemoración del Día de la Villa de Guantánamo y en 1994 fundamenté las razones para nombrar a Guantánamo el Alto Oriente Cubano (tradición de mediados del siglo XIX)”.
Pero la amplísima obra de Sánchez Guerra, no es solo un logro personal, reconoce el apoyo recibido por múltiples amigos, compañeros de trabajo y sobre todo de su familia, parte imprescindible de estos 70 años de vida, porque cuando más concentrado está en el trabajo ellos en casa le apoyan, e incluso, la esposa le revisa los ensayos.
“Por eso tengo muchas coautorías, en especial con Wilfredo Campos Cremé, con quien hice la investigación La Batalla de Guantánamo (1968), El primer vuelo del águila, que se presentará en el capítulo provincial de la 29 Feria del Libro”, comenta.
Premio Nacional en investigación 26 de Julio y Ramiro Guerra de la Unión de Historiadores de Cuba, el intelectual ha merecido la Distinción por la Cultura Nacional, la Réplica del Machete del Generalísimo Máximo Gómez, La Fama… y además fue delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular, posición desde la que defendió la memoria histórica y el patrimonio local y nacional.