La doctora Yudelkis muestra medios de protección distribuidos al personal médico. La doctora Yudelkis Montero Leyva reconoce que se asustó cuando fue aislado el médico internista de Yateras, quien había sido contacto de un caso positivo al nuevo coronavirus en Guantánamo. “De hecho, estuvimos bajo vigilancia todos sus compañeros aquí”, dice la actual subdirectora de Asistencia Médica en la localidad.
Sin embargo, el resultado negativo de las pruebas que libró al sospechoso y disolvió el susto de los trabajadores de la Salud de ese municipio, lo cuenta hoy Yudelkis como contribución para fortalecer en la localidad las medidas preventivas y la percepción de riesgo ante la pandemia de la COVID-19. Igual que en Yateras doblaron de alerta las campanas cuando se conoció el primer caso positivo en la provincia, en el contiguo municipio de Manuel Tames.
Control
Estamos terminando el turno de la noche y esperando el relevo –dice la mulata en el punto de control que indica la obligatoriedad de detenerse. Se le adivina la sonrisa detrás de su mascarilla facial, mientras se presenta como trabajadora de Higiene y Epidemiología; nos pide bajar del vehículo, pisar la rústica alfombra sanitaria y apunta nuestros datos en un cuaderno.
La rutina con el personal y los vehículos tiene lugar al pie de la casa de campaña, a la derecha de la carretera antes de entrar a Felicidad de Yateras, la primera población de esa localidad viniendo desde la capital provincial.
Es también el amanecer para el resto del grupo multidisciplinario que controla el acceso permanentemente. Ellos también conocen que “la fuente de infección de la mayoría de los confirmados en esta región del país son los viajeros (nacionales e interprovinciales), quienes de manera asintomática portaban la enfermedad”, según expertos.
Se controla la entrada de personas y vehículos permanentemente en los puntos de acceso.
En el resto del trayecto hasta Palenque, la cabecera municipal, se ven pocas personas transitando por las vías intramontanas; los que lo hacen llevan puestas mascarillas. Así nos reciben los trabajadores en los centros que asumen tareas impostergables del momento.
Salud Pública de frente
La subdirectora de Asistencia Médica, la ya mencionada doctora Montero Leyva, accede al diálogo, en ausencia del director que, según explica, ha debido atender temprano tareas en Bernardo, zona más intrincada del lomerío.
“La pesquisa diaria de afecciones respiratorias, al que se asoció también parte del personal que trabaja a distancia, está extendida a la totalidad de la población en las dos áreas de Salud: Palenque, con 20 consultorios, incluido el extendido de Bernardo, y Felicidad con 10, todos cubiertos con médicos y enfermeras”, introduce la especialista en Medicina General Integral (MGI).
Además de los equipos con personal, conformados para el enfrentamiento en los policlínicos de cada una de las áreas, tienen definidos dos centros de aislamiento, afortunadamente no estrenados, aunque sí entrenados en todos los casos para una respuesta rápida, asegura.
“Incluso, en diferentes actividades de nuestro sector laboral, dan una contribución de apoyo decisivo estudiantes de Medicina y de otras carreras de Ciencias Médicas del municipio, y de diferentes especialidades del Centro Universitario Municipal”, elogia.
Los viajeros son la fuente de infección de la mayoría de los confirmados con la COVID-19 en la provincia.
Destaca, en particular, la función preventiva de Salud que cumplen los maestros de las escuelas primarias rurales en zonas de difícil acceso, para la pesquisa y seguimiento de catarros, infecciones respiratorias agudas (IRA) de ingreso domiciliario, amigdalitis, faringitis y otras.
Además de contar con un sistema informatizado para retroalimentar hasta la base la actualización de la situación sanitaria y epidemiológica local, con las indicaciones ministeriales y del sector en la provincia, emplean incluso caballos y mulos para asegurar la comunicación y la información.
Enfermeras: vanguardia internacionalista
Cuando el también especialista en MGI doctor Osmelbin Camejo Singh, asesor del Programa Materno-Infantil en la municipalidad, aporta acerca de la necesaria actualización del personal respecto al uso de los medios de protección entregados, Montero Leyva muestra nasobucos, guantes de goma y pantallas faciales.
Además de subrayar la gratitud por la gestión ministerial, provincial y local para dotarlos de esos medios, pese a las dificultades y carencias, vinculan la idea con el crecimiento de la sensibilidad y disciplina popular para evitar que el agresivo virus penetre en el municipio.
“En las serranías hay áreas complejas, limítrofes con otros territorios, donde se mueve personal por caminos intrincados, incluso de noche, como en Palenque Arriba, colindante con otros municipios, o San Rafael, lindante con Moa, de la provincia de Holguín, de lo que recibimos información dada por la propia población y podemos mantener la vigilancia epidemiológica”, exponen.
Vehículo recibiendo el tratamiento de desinfección a la entrada a Yateras de la carretera desde Guantánamo.
Insisten en la idea de que si la población cumple la indicación de quedarse en casa y solo salir lo imprescindible, con el nasobuco puesto, en un voluntario distanciamiento social, están protegiéndose del peligro de infección y, a la vez, a los trabajadores de la Salud, los cuales se exponen al contagio cuando tienen que atender a un enfermo. “Si se cuidan, nos cuidan”.
En ese sentido, manifiestan su orgullo por los 25 trabajadores yateranos de la Salud que se desempeñan actualmente como integrantes del Contingente internacionalista Henry Reeve, combatiendo a la COVID-19 en varios países. Visitan y agasajan a sus familiares, como lo hicieron en el reciente Día de las Madres.
“Más de las tres cuartas partes del personal internacionalista de la Salud son enfermeras nuestras”, dice la subdirectora de Asistencia Médica, quien también reside en la ciudad de Guantánamo y es hija y madre. “Nuestras enfermeras son la vanguardia de nuestra vanguardia.”