Gráfica de triste recordación: desolación dejada en Maisí por el huracán Matthew, en octubre de 2016, donde entró con categoría 4.Hoy abre la temporada ciclónica, aunque las tormentas tropicales Arthur y Bertha, formadas al sureste de Estados Unidos, dieron el atisbo inicial en el mes de mayo.
Empero, oficialmente, los meteorólogos enmarcan la etapa del primero de junio al 30 de noviembre, cuando la naturaleza conspirará con más fuerza para la formación de los temibles eventos climatológicos en el océano Atlántico, periodo que consideran será intenso.
Investigadores del Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, agencia meteorológica de Estados Unidos, pronostican una temporada por encima de lo normal, con la probabilidad de contabilizar de 13 a 19 tormentas con nombre, de las cuales de seis a 10 podrían convertirse en ciclones, incluidos de tres a seis de gran intensidad (categoría 4 o 5).
Del lado de la ciencia
Román: “La montaña (aparente valladar frente a los huracanes) encajona los vientos en sus laderas y provoca efectos más destructivos”.En el Centro Meteorológico Provincial de Guantánamo se conserva el corazón de un sistema de vigilancia, en el cual tecnología y recursos humanos asumen, las 24 horas del día, una alianza a favor de la prevención; allí su director Carlos Román González explica los argumentos de los pronósticos que nos alertan:
“Estas predicciones se fundamentan en el calentamiento de las aguas superficiales del mar, pues favorecen la formación de tormentas tropicales. Los estudios indican que en el período pico de la temporada, del 15 de agosto al 30 de octubre, continuará dicho comportamiento, porque las altas presiones permitirán la influencia del sol sobre la masa líquida del Caribe y el océano Atlántico”.
El especialista también añade la incidencia de las condiciones neutrales, en el Pacífico, del fenómeno meteorológico conocido como El Niño, cuyas corrientes de vientos son mortales para los huracanes, pero este año los modelos vaticinan no se contará con este último factor.
Al hablar del impacto de estos eventos en la provincia, hay que reconocer el peligro que entrañan los fuertes vientos y las intensas lluvias, las cuales suponen riesgos de inundaciones, pero eso no es todo:
“Los vientos tienen consecuencias serias, ya que más del 75 por ciento de la provincia es montañosa, eso hace que se encajonen en las laderas, e implica efectos más destructivos”, explica Román González.
Con tales advertencias, el teniente coronel Alexander Vázquez de Dios, jefe del órgano de la Defensa Civil de la Región Militar Guantánamo, reitera un consejo que ahorraría daños y malos ratos:
“Es necesario que la población tome precauciones con tiempo y se organice en familia para asegurar las cubiertas de las viviendas, y tener preparada una mochila con los recursos necesarios por si necesita salir de casa como medida preventiva, desde ahora se puede ganar tiempo”.
También existen otros elementos de peligro como las penetraciones del mar en los municipios de Baracoa, San Antonio del Sur, Imías y Maisí, lo cual demanda de quienes viven en las zonas de riesgos, asumir actitudes responsables para preservar la vida.
Independientemente de la intensa actividad pronosticada para esta temporada ciclónica, el meteorólogo y Doctor en Ciencias Geográficas, José Rubiera, en un artículo del sitio digital Cubadebate aclara: “Ninguna correlación entre la cantidad de ciclones tropicales que se originan en el Atlántico y el número de impactos en Cuba ha sido demostrada. La de 2019, por ejemplo, pasó a los récords como la tercera más activa en la era de los satélites geostacionarios, con 18 tormentas, pero ni una nos tocó. En contraste, la de 2002 no fue activa, y nos azotaron dos huracanes”.
Carlos Román García recuerda que los daños no necesariamente se asocian a la incidencia directa de los eventos, sino también a la indirecta, como ocurrió con las penetraciones del mar causadas por el ciclón Irma en Baracoa, que aunque impactó en la región central, pasó por el norte de la provincia, y las intensas lluvias en el municipio de Yateras en 24 horas acumularon 424 mm y provocaron inundaciones.
La provincia se prepara
Los pronósticos ya generan estrategias en el territorio para preservar la vida de las personas y los recursos económicos; hasta el momento, se prevén 199 centrosVázquez: “La población debe preparase para la temporada ciclónica, y en Baracoa, San Antonio del Sur, Imías y Maisí, amenazadas por penetraciones del mar, tiene que asumir actitudes responsables para preservar la vida. de evacuación, algunos de ellos en funcionamiento como unidades de aislamiento en el enfrentamiento a la COVID-19, por lo que se valoran alternativas para incrementar la cifra.
Vázquez de Dios comenta que también funcionarán 141 centros de elaboración para asegurar alimentos a los evacuados, y hay un registro de 29 mil 507 viviendas de familias, tanto en zonas rurales como urbanas, que manifestaron su disposición para la protección de vecinos u otros necesitados.
En la provincia se ha fomentado la construcción de los varaentierras (estructuras rústicas con techo de guano a dos aguas) que por su probada valía ante los vientos huracanados se utilizan para la protección de la población en áreas montañosas. Guantánamo dispone de más de mil unidades de ese tipo.
Según explica el jefe de la Defensa Civil, la actualización de los planes de reducción de riesgos de desastres también es parte del trabajo realizado por estos días, y permite, por ejemplo, a los organismos, definir las medidas para los aseguramientos correspondientes; planes que se revisan y modifican anualmente en todos los niveles, desde los Consejos Populares.
En consonancia con la actual situación epidemiológica, las evacuaciones cumplirán con las exigencias sanitarias estipuladas, de igual forma, estas se mantendrán en los lugares destinados para esos fines.
Emilio Matos Mosqueda, vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial, emitió una circular a las autoridades de esa estructura en las diferentes instancias, con una veintena de medidas a cumplir, entre las que sobresalen la poda y tala de árboles que constituyen riesgos, así como puntualizar el estado de los grupos electrógenos que aseguran el funcionamiento de los servicios vitales.
Los 10 centros de gestión de riesgo con sus grupos multidisciplinarios, en los cuales se incluyen personal de Salud, recursos hidráulicos, y organismos de vigilancia, aportan las informaciones de interés en cada territorio para la toma de decisiones de las autoridades. Con los 32 puntos de alerta temprana, enclavados en las zonas vulnerables, se fortalece aún más el chequeo de los eventos climatológicos en Guantánamo.
Las cinco estaciones meteorológicas de la provincia seguirán de cerca el comportamiento de la temporada y aunque con certeza no se sabe cuántas tormentas o huracanes impactarán al Archipiélago, cada acción individual desde ahora, cada aseguramiento que podamos hacer también en colectivo, son fórmulas de precaución necesarias.
En la madrugada del 9 de septiembre de 2017, el huracán Irma pasó por el norte de Baracoa, provocando penetraciones del mar e inundaciones, que en su curso fueron sucediéndose por el litoral norte de Cuba hasta Matanzas.